Trasplante de órganos animales a humanos, un hito para la medicina
Un hombre de 57 años recibió el corazón de un cerdo. Expertos explican cómo este hecho abre la posibilidad de reducir las cifras de pacientes en lista de espera para ser trasplantados.
Hace unos días el corazón de un cerdo late en el cuerpo de un hombre. Este hecho histórico ocurrió en Estados Unidos luego de que un paciente con una enfermedad cardiaca terminal recibiera el órgano de un porcino genéticamente modificado.
Ya se habían agotado las opciones para que David Bennett, de 57 años, tuviera su trasplante ordinario debido a su grave condición de salud. Fue el Centro Médico de la Universidad de Maryland, en Baltimore, el que decidió realizar este procedimiento que duró ocho horas y que hasta el momento ha resultado exitoso.
Los primeros días después de la operación el hombre había estado conectado a una máquina de derivación cardiopulmonar para ayudar a su nuevo corazón. Recientemente su hijo, que también lleva por nombre David Bennett, habló sobre esta hazaña. “Esto es innovador, es extraordinario y, francamente, es un milagro”, aseguró.
“Estuvo en el quirófano tres días seguidos. Tiene mucha hinchazón en todo el cuerpo, por lo que está sufriendo mucho. Esta curación va a ser un proceso. Las primeras palabras que salieron de su boca fueron ‘no puedo con esto’, pero sé lo fuerte que es mi papá y sé de su deseo de vivir”, añadió el hijo del paciente.
Esta cirugía demostró que el corazón de un animal puede funcionar en el cuerpo humano sin que se presente un rechazo inmediato.
Ante este hecho, que marca un hito en la historia de la medicina, Rafael del Castillo, médico cirujano y coordinador del programa de Trasplantes de la Clínica General del Norte de Barranquilla, expresó su agrado por este avance científico.
En primera instancia, explicó que estos trasplantes entre especies diferentes se llaman xenotrasplantes, y se le llama isotrasplantes cuando son de la misma especie.
“En 1933 un ruso trasplantó un riñón de un gorila a una mujer pero estos nunca funcionaron porque los rechazó. Lo que se está haciendo actualmente y con el entendimiento de la parte genética es mejorar los isotrasplantes ya sea de donante vivo o cadavérico”.
“Con los xenotrasplantes hay que decir que estos son animales que ya no son cerdos como tal sino que son organismos genéticamente modificados (OGM) (…) Estas especies, que crecen en condiciones estériles, en sus genes ellos no producen los antígenos HLA, lo que ayuda a que el receptor del órgano lo rechace en menor medida”, añadió Del Castillo.
El médico cirujano dice que esto no es garantía de una vida prolongada y que serán las investigaciones y la mejora del paciente las que determinen su efectividad. Si bien puede que no se rechace específicamente el corazón, el organismo puede tener otras reacciones.
El principal riesgo que se corre al hablar de esta intervención quirúrgica es la zoonosis, que hace referencia a las enfermedades de los animales que pueden transmitirse al humano.
Por otro lado, Del Castillo, que también es especialista en el trasplante de riñón, cuenta que en Colombia hay más de 45 mil personas con insuficiencia renal. “Hay una lista de pacientes en espera muy larga y la necesidad de toda esa gente no la podemos cubrir con lo que se dona de cadavéricos porque se tiene una cultura de donación muy baja, sobre todo en la Costa”.
Si este mecanismo aplicado a Bennett funciona, se abriría a largo plazo una esperanza para los pacientes, sin embargo, “no hay que brindar muchas expectativas hasta que no pase el tiempo y haya resultados concretos”, advirtió Del Castillo.
Esta cirugía la hacen los cirujanos cardiovasculares trasplantólogos, la técnica es la misma que se aplica para un trasplante convencional, hasta los medicamentos son los mismos, por tanto, el experto considera que el personal médico está capacitado para asumir este reto.
“El cerdo ha sido una especie muy estudiada en cirugías como los trasplantes de válvulas del corazón para humanos. El peso de un corazón adulto humano y el de un cerdo son similares, además el cerdo puede llegar a su peso adulto en un período corto como son los 6 o 7 meses, lo cual facilita el estudio con esta especie”, apunta el médico veterinario, zootecnista y epidemiólogo, Ramón Gamarra.
Este considera que estamos ante la posibilidad de progresar enormemente en la ciencia con más estudios y eventualmente más operaciones para suplir la escasez de órganos humanos para pacientes.
Además, esta hazaña generaría un gran impacto en la Medicina Veterinaria y la Zootecnia porque la cría y cuidado de los animales como los cerdos debería enmarcarse en las esferas de bienestar que se procuran para la producción animal actualmente.
En cuanto a lo que apuntan las investigaciones pasadas sobre esta técnica, han sido intentadas en varias ocasiones sin éxito en el pasado, incluso desde el siglo XVII.
“Han sido muy discutidos porque se han detectado riesgos como las altas tasas de rechazo del tejido trasplantado o infecciones adquiridas. Los avances en estas técnicas se deben al mayor conocimiento genético aplicado, que justamente busca mediante modificaciones puntuales evitar el rechazo por parte del sistema inmune del organismo receptor o la infección con microorganismos patógenos del donante”, señaló Gamarra.
Por su parte, Homero San-Juan Vergara, investigador del Departamento de Medicina de la Universidad del Norte, sostiene que las modificaciones genéticas se lograron gracias al uso de la tecnología de edición genética debida CRISPR, que facilitó la eliminación de genes cuyos productos son responsables de una respuesta inmune que destruye el tejido en menos de 48 horas.
“Mediante tecnología de clonación se permitió incluir genes humanos que permiten una modulación de la respuesta inmune. Los genes que fueron eliminados por CRISPR son aquellos que producen tres distintos tipos de carbohidratos contra los cuales los humanos tienen anticuerpos preformados”, explicó.
Para Luis Márquez es una gran opción, de hecho, cuenta que no pensaría dos veces someterse a este procedimiento. “Es motivo de alegría para todos los pacientes que estamos en la lista de espera”, aseguró.
Cuenta que es “pésima” la falta de órganos y dice que se debe a que no existe una cultura que permita a los ciudadanos informarse sobre esta práctica.
Esta sería una opción más para tener una calidad de vida que hace muchos años no tiene. Márquez fue diagnosticado con insuficiencia renal hace más de 20 años, que es el tiempo en el que se ha tenido que someter a diálisis. Hace siete años está en esa lista a la que le temen los pacientes en Colombia, y desafortunadamente no ha podido encontrar su donante.
“Es cuestión de tener paciencia y confiar en Dios, y también concientizar a las personas de la importancia de donar”.
Por su parte, la paciente trasplantada María Zuluaga dice que este hito significaría una nueva oportunidad de vida “porque estar en lista de espera es un proceso demasiado complejo y que requiere mucha paciencia”, afirmó la barranquillera que hace 13 años empezó a presentar problemas renales.
“Dios me dio una segunda oportunidad, y me gustaría que todos la pudieran tener. Los médicos siguen haciendo pruebas y ojalá sean muy positivas”.
La mujer de 36 años hace cuatro meses recibió su trasplante de riñón. Su calidad de vida ha mejorado “del cielo a la tierra” y ve su nueva realidad con mucha más motivación. “La persona que dona, después de la muerte es un héroe”, concluyó Zuluaga.
