
Se dificulta llegada de Osiris-Rex a asteroide
La sonda de la Nasa tocará el Bennu solo 5 segundos en 2020.
Después de dos años de viajar por el sistema solar, la sonda de la Nasa Osiris-Rex se acercó en diciembre al asteroide Bennu con el objetivo de obtener una muestra, pero tocar el asteroide es una misión mucho más arriesgada de lo esperado.
Científicos e ingenieros de la misión anunciaron que descubrieron que la superficie del asteroide de 490 metros de diámetro estaba cubierta de piedras y rocas, cuando pensaban que era más suave y por lo tanto más segura para la operación.
“Volvemos al punto de partida y empezamos a pensar de nuevo”, dijo Dante Lauretta, jefe de la misión, en una conferencia de prensa. Sus observaciones también fueron publicadas en la revista Nature el martes.
La sonda fue diseñada para apuntar a una zona plana con un radio de 25 metros, pero según las fotografías tomadas desde diciembre, no existe una zona tan grande y sin rocas. Por lo tanto, deberá apuntar a una zona más pequeña. El objetivo es tocar la superficie durante cinco segundos en julio de 2020 con un brazo articulado para recoger entre 60 gramos y 2 kg de regolito, es decir, grava y polvo (la máquina sólo puede aspirar partículas de menos de dos centímetros). Las muestras se almacenarán en la sonda, que regresará a la Tierra en 2023.