Secuestran a comerciante en límites del sur del Cesar
Es el segundo caso que se registra en menos de una semana en esa zona del departamento.
El secuestro sigue golpeando al Cesar. En menos de una semana, dos personas han sido víctimas de este flagelo que se había reducido en los últimos años. El caso más reciente ocurrió en límites del sur del departamento con Norte de Santander, donde fue plagiado el comerciante Danulfo Ríos Estrada, de 57 años.
De acuerdo con la Policía, Ríos había salido de Ocaña, en Norte de Santander, donde reside, con destino a la vereda El Cangrejo, pero en el camino, según indagaciones con lugareños, fue interceptado por cuatro hombres armados que se lo llevaron con rumbo desconocido.
“El comando de Policía del Cesar condena este hecho”, indicó la institución, precisando que unidades del Gaula adelantan labores de verificación y acciones de búsqueda de esta persona en la zona.
El sábado pasado fue secuestrado Sebastián Londoño, de 20 años, cuando se encontraba en un restaurante en Aguachica, de donde fue sacado por un falso agente del Gaula, haciéndolo subir a una camioneta en la que lo esperaban otros dos hombres, llevándose a la víctima.
La Policía y el Ejército adelantan labores de control y búsqueda de estas personas, a fin de lograr su liberación sanas y salvas. Londoño es hijo de un empresario de esa localidad.
Los habitantes de Aguachica realizaron una marcha para exigir la liberación del joven, sin que hasta ahora ningún grupo de los que delinquen en la región se haya atribuido el plagio.
Con estos casos, los primeros de este año, se evidencia que la práctica de retención forzada, que entre 1970 y 2010, dejó 2.621 víctimas en este departamento, se mantiene vigente, aunque no en las grandes proporciones de la época más cruenta del conflicto armado.
Las autoridades han reforzado los operativos, las redes de inteligencia, y hasta los fondos para ofrecer recompensa, pero las estructuras armadas ilegales continúan su arremetida, sobre todo en el sur del departamento, zona convulsionada por la presencia de bandas criminales y el accionar de la guerrilla, con una situación de orden público, agudizada, por su cercanía con el Catatumbo.