El Heraldo
Su amigo Joaquín Guillén y su hermano Elver Díaz decoraron ayer la tumba del artista por orden de su hijo mayor, Rafael Santos. Tomada de Instagram
Cesar

A la distancia se conmemoró el natalicio de Diomedes Díaz

Entre los pocos asistentes a la tumba del ‘Cacique’ estuvieron su hermano Elver Díaz y su amigo Joaquín Guillén.

Hace siete años con la partida de Diomedes Díaz se volvió un ritual para sus seguidores visitar su tumba en el cementerio Jardines del Ecce-Homo, en Valledupar. Desde temprano el camposanto se llenaba con ‘diomedistas’ procedentes de diferentes rincones del país quienes al unísono cantaban sus éxitos; mientras que sus hijos y amigos más cercanos le llevaban serenata y arreglos florales.

Este año la pandemia del coronavirus obligó a su fanaticada a quedarse ‘quietos en primera’ en sus casas, aunque eso no fue impedimento para celebrar su cumpleaños 63.

“No podemos salir de las casas, pero eso no evita que recordemos al Cacique a través de su música”, dijo Fernel Amaya, uno de los seguidores del ‘cantor campesino’ en Valledupar, quien desde tempranas horas puso a sonar algunos de los éxitos que Diomedes cosechó en su trayectoria musical.

Cristian Torres, otro fiel seguidor del Cacique de La Junta, afirmó que “a pesar de las circunstancias” su fanaticada está unida “desde la distancia rindiéndole homenaje”. “Las emisoras también se han sumado a esta fecha tan especial”.

Aunque no hubo serenata, ni romería, Joaquín Guillén, ex mánager y amigo de Diomedes, llegó a tempranas horas al cementerio para llevarle un arreglo floral a la tumba en compañía de Elver Díaz, hermano del Cacique, quienes pudieron llegar al cementerio tras gestionar el permiso respectivo.

“No pudieron los seguidores llegar a la tumba del Cacique, pero desde las redes sociales compartimos las fotografías con las flores, y una transmisión en la que contamos anécdotas y compartimos las historias de las canciones de Diomedes con su fanaticada”, precisó Guillén.

Elver Díaz, en nombre de la familia, agradeció a los fanáticos de Diomedes que lo siguen respaldando y acompañando después de su muerte. “Esta es una fecha que nos llena de tristeza por su partida, pero también de alegría por ver a tanta gente que continúa recordándolo con sus canciones”, puntualizó.

Rafael Santos, uno de los hijos mayores de Diomedes, tampoco pudo ir a la tumba de su padre, ni cantarle presencialmente como lo ha hecho en otras ocasiones; en cambio organizó un concierto virtual en esta fecha para llevar la música del Cacique a sus miles de seguidores.

Parranda en las plataformas

Con un playlist de 63 canciones disponible en plataformas digitales los amantes del vallenato conmemoraron el aniversario de Diomedes. La selección musical es un recorrido por la carrera del artista, considerado el mayor símbolo de este género musical. Dentro de esa compilación sobresalen tres álbumes que este año celebran una fecha especial: Para mi fanaticada y Tu Serenata celebran cuatro décadas; mientras que Un canto celestial llega a 25 años.

La canción más escuchada en Colombia es Amarte más no pude, tema que inicialmente no gustaba a ninguno de la agrupación, sin embargo, Diomedes insistió en la grabación de esta y terminó convirtiéndose en un éxito.

En buenas manos es otra de las canciones que están en el playlist con el  que se homenajeó al artista y que hace parte del álbum Un canto celestial, que en principio se iba a titular Ya tengo quien me cante.

 

‘El Mundo’, una de sus canciones “favoritas”

Joaquín Guillén, el amigo de Diomedes que “siempre estuvo ahí”, contó que el artista le compuso a todo en su vida. “Le cantó a la tristeza, a la sombra, a su papá, a su mamá, a sus amigos, pidió perdón, hizo letras con melodías a su enfermedad, a su biografía y a su fanaticada, y no faltaba más, al día de su cumpleaños”, indicó.

“Diomedes sigue vivo en sus seguidores”, expresó Guillén, quien recordó que al Cacique además del vallenato, le gustaban las rancheras. No obstante, señaló que entre las canciones que grabó, había una especial: El Mundo, de la autoría de Calixto Ochoa.

Ese tema lo grabó en 1984 al lado de Colacho Mendoza. Según Guillén, el Cacique de La Junta se identificaba con esa canción, por su extracción humilde y campesina.

…Campesino trabajador no reniegues de tu pobreza (bis) No desees la riqueza ajena, que tú también tienes tu don (bis)

Porque el sudor que brota tu frente, ese es un don que no tiene precio, el mundo es mundo y está bien hecho, de lo contrario no habría vivientes…

“Diomedes provenía de una familia campesina, del hogar conformado por Rafael Díaz y Elvira Maestre; él fue el mayor, y a la edad de los 8 años salió a trabajar. Vendía limones en el corregimiento de La Junta, en La Guajira. “Los dos o tres pesos que se ganaba se los llevaba a su mamá para la comida de sus hermanos”, precisó Joaquín Guillén.

De acuerdo con el ex mánager, “al Cacique le gustaba esa canción porque decía que se parecía a él. Salió de un origen rural, en medio de la pobreza, a convertirse en uno de los ídolos más grandes que ha dado el folclor vallenato”.

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