El Carnaval de este año será virtual, no habrá presencia ni compartimiento físico de eventos, espectáculos públicos ni privados, no veremos los disfraces, los grupos, las danzas, las cumbiambas y todo lo que sabemos en las calles ni en ninguna parte, obviamente no tendremos para falta de todos lo más grande de nuestra fiesta.

Pero no nos vamos a dejar fregar de este demonio de la covid, no nos vamos a dejar abatir, lo contrario, capitalicemos esta experiencia, convirtamos esta mala circunstancia en una oportunidad de beneficio para la ciudad y barranquilleros, propios, adoptivos y turistas, vamos a homenajear y ensalzar nuestro Carnaval, no los 4 días asignados de siempre, sino que lo vamos a disfrutar  todo el año y el resto de la vida 24 horas diarias, lo vamos a llevar como debe ser, lo vamos a llevar en el alma, en la sangre y en todas partes, sin necesidad de disfrazarnos, emborracharnos ni gastarnos un peso, nuestro Carnaval debe estar presente todo el año en forma figurativa en calcomanías en todos los vehículos, públicos y privados, especialmente en Transmetro y todos los buses de transporte de pasajeros, en las fachadas de las casas, edificios, colegios, universidades debe haber simbología del Carnaval en forma de monocuco, marimonda, tigre, burro, gorila, negrita puloy, María Moñitos, Joselito Carnaval, todos los disfraces característicos de alguna forma representados, los de las comparsas, las danzas del garabato, del congo, mapalé, paloteo etc. un sellito al lado del logo, en la papelería de entidades oficiales y empresas privadas, en las facturas comerciales, en las portadas de periódicos y revistas, los menús de los restaurantes, en todo lo que sea papelería y documentación, en los mojones de las direcciones, los semáforos, los hidrantes etc., algo muy sobrio, pero muy alegre, sencillo y significativo, muy llamativo para los foráneos y totalmente nuestro y exclusivo; esto ya lo he propuesto con anterioridad, pero quiero aprovechar el momento difícil de la pandemia y la ausencia de nuestro tradicional festejo para que irónicamente quede conmemorativo, para que empecemos a volverlo realidad, y que cada vez se crezca e institucionalice más la costumbre de simbolizar nuestra fiesta. ¡Viva el Carnaval de Barranquilla!

Héctor Asaf Quintero