Todo aquel a quien la vida le ofrece la oportunidad de instruirse para administrar su destino, y sabe aprovecharla para bien, está contribuyendo a la construcción de patria.
Muchos han sido los buenos maestros que han pasado por los salones del Colegio de Barranquilla dejando su impronta personal como un recuerdo grato e indeleble en la memoria de sus discípulos.
Enrique Bernier Bernier ha sido uno de esos maestros, quien compartió, incondicionalmente, sus conocimientos con todos y cada uno de quienes tuvimos la buena suerte de ser sus alumnos. Nacido el 28 de julio de 1909 en Santa Marta, Magdalena. Fueron sus padres Don Alejandro Bernier y Doña Enriqueta Bernier de Bernier. Su derivada familiar con Doña Sonia López de Bernier la forman sus hijas Ketty y Sonia Bernier López de Martínez y su nieto Antonio Martínez Bernier. Dedicó su vida a la enseñanza. La literatura, cuya cátedra manejaba sin pretensiones, fue su especialidad. Su fundamento de vida el sostenimiento de las buenas relaciones humanas sobre la base del respeto. Enemigo acérrimo de toda manifestación política dentro del templo de la enseñanza. El profesor entró en furia y salió a la primera puerta del salón, pero el gritón entró al salón por la puerta dos y se sentó. Pulcro, decente en su presentación y hablar, le hacían un ejemplo obligado a seguir. Además de hacerlo en el Colegio Barranquilla, que consideraba su segunda casa, laboró con la misma intensidad en los colegios Biffy, Eucarístico y San José. Fue rector en la jornada nocturna del colegio Jorge Nicolás Abello, en donde se ganó, por los resultados de su gestión, el cariño y afecto de los educandos como la admiración y reconocimiento de sus colegas.
Por ironías del destino el maestro nos dejó a las diez de la noche del día en que festejaba los sesenta y tres años de su existencia en el año 1972, por una falla cardiaca.
Ulises R Rico O.
Más Cartas de los Lectores
Tiempos críticos | Los lectores escriben
Como en los sucesos imprevistos, los tiempos críticos, de una u otra forma, en mayor o menor incidencia, nos toca a todos. Porque, como dice el proverbio hindú: “No hay árbol que el viento no haya sacudido”.
Es innegable qu
No hay fuerzas vivas en la Costa Caribe | Los lectores escriben
Escribo estas líneas con mucha tristeza, sin poder aceptar aún que las llamadas ‘fuerzas vivas’, según el argot cívico, desaparecieron de nuestro entorno. El hecho de reclamar en las redes sociales a toda hora, ó el de gritar en el estadi
La calle 17 nos dio el Congo 2024 | Los lectores escriben
Ser protagonista y actor del carnaval con la parodia de personajes de la vida pública, sea de farándula, política o de otra línea, tiene su responsabilidad y además sus sacrificios.
Desde hace más de cinco años decidí personifica
Tiempo de reflexión y perdón | Los lectores escriben
Ante un mundo cada vez más convulsionado, donde la confusión, las enfermedades, el engaño y la crueldad ejercen su papel protagónico, es inevitable que nuestra conciencia se atormente y nos reclame momentos de reflexión que le permita soporta