Cuando tenía 19 años, ingresé a la Escuela Militar de Cadetes en Bogotá, y la primera lección aprendida fue el lema que se maneja en las Fuerzas del Ejército Nacional: “Patria, Honor, Lealtad”. Se repite a diario, y debes aplicarlo en todas las actividades de la vida, para ello se requiere de disciplina, responsabilidad y cumplimiento.

La primera orden recibida fue tender las camas, la verdad no sabía cómo hacerlo, ya que esta labor por lo general se le deja a las mamás o empleadas del Servicio, pero al recibir la instrucción correspondiente, soy el encargado de hacerlo hasta la fecha en mi hogar y queda mejor de lo que aprendí en la Escuela Militar.

Era Cadete de la Banda de Guerra (Hoy Banda de paz) de la Escuela Militar, tocaba Timba, en el año 1975 fuimos a Santa Marta al desfile militar a celebrar los 450 años de fundada, hoy está celebrando 490 años.

Posteriormente, al ingresar a la Universidad, apliqué la disciplina recibida y el sentido de responsabilidad, siempre fui el estudiante sobresaliente con las notas más altas.  Durante el tiempo laborado en el Ministerio de Industria y Turismo, mis principios y valores éticos estaban por encima de cualquier cosa.

Al ingresar como docente en la Universidad, aportando mi experiencia, siempre puntual, 30 minutos antes para organizar el salón. Así mismo les decía a mis estudiantes, deben tratar de ser los primeros en todo y les preguntaba: Si por alguna circunstancia no llegan a ser los primeros, entonces serían los… y ellos respondían; los segundos profe y enseguida les decía; no señor nada de segundos, siempre los primeros.

Varias veces, recibí distinciones por parte de la Universidad como mejor docente, pero esto requiere esfuerzo, sacrificio, perseverancia, gracias a la disciplina adquirida desde joven en la Escuela Militar de Cadetes.

Soy de los que pienso que la mujer es como una rosa, delicada, frágil, pero elegante, inteligente y muy valiosa, merece todo el respeto, se debe ser muy sincero y respetuoso con ellas.

Da tristeza y rabia, cuando veo que ciertos funcionarios que trabajan sobre todo en el sector público, son investigados por corruptos, en perjuicio de la comunidad. Miembros del Congreso tratando de sobornar a Jueces. Eso no va conmigo. Hay que luchar por la región y el país.

Hoy, doy gracias a Dios por mi pensión y me siento orgulloso de lo aprendido en la Escuela Militar de Cadetes y el lema que jamás olvidaré y seguiré aplicando: Patria, Honor, Lealtad.

Por *Humberto Sparano Rada

hsparano@gmail.com