
Un 15 de enero de 1922, hace un siglo, nació en la posesión española de Tetuán, en Marruecos, África, un cantante suigéneris que dio bastante impulso a la música de su nación. Se trataba de Juan Legido Díaz. En una de las tantas grabaciones que él hizo con el título de El gitano señorón, un garrotín, sirvió para que se le conociera con ese distintivo.
Legido fue en principio un simple maletero de Los Churumbeles de España, agrupación ensamblada en La Habana en agosto de 1949 para hacerle competencia a una ya establecida y conocida en Cuba como Los Chavales de España con un formato de violines, saxofón, trompeta, piano y acordeón, creando así una escuela, una modalidad musical. Y ese mismo formato era el que traía Los Churumbeles de España.
Después de varias actuaciones, cierto día el cantante estrella de Los Churumbeles, José María Torregrosa decidió contraer matrimonio con la hija del dueño de Cigarros Partagás, abandonando el canto para siempre.
Sin pensarlo dos veces Juan Legido ocupó su lugar con un éxito extraordinario al grabar varios títulos como fueron El beso, Tres veces guapa, Cariño verdad y otros.
En setiembre de 1952 Los Churumbeles actuaron en Bogotá y otras ciudades colombianas pero sin la presencia de Juan Legido, quien ahora había hecho toldo aparte y en la capital grabó varios éxitos repitiendo los que ya había hecho con la agrupación anterior.
No obstante la agrupación tuvo rotundo éxito.
Evocamos este centenario de Juan Legido como la voz y el humor español siempre latente que partió en dos la música de la península ibérica.
José Portaccio Fontalvo.
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