Cuando me hablaron del relevo del comandante de la Escuela Naval de Suboficiales y me dijeron que era Juan Rozo pensé que se referían al Capitán de Navío Juan Gabriel Rozo. Afortunadamente no me apresuré a llamar para felicitarlo. En ese momento preferí averiguar un poco más. Pues bien, no fue Juan Gabriel Rozo. El comando de la Escuela de Suboficiales se le asignó al contralmirante Juan Ricardo Rozo Obregón. Pequeño descache el que tuve. Espero que el señor contraalmirante Rozo no me vaya a mandar a voltear por este lapsus.

Con esta asignación se evidencian nuevas ideas en la Armada de Colombia. Se observa la presencia de un nuevo comandante que quiere orientar las unidades de la Armada hacia asuntos más estratégicos y de mayor impacto. La Escuela Naval de Suboficiales es una alma mater donde se forma el personal que adquiere los conocimientos a nivel de programas técnicos y tecnológicos con el fin de apoyar las operaciones y lograr un funcionamiento eficiente de los buques que posee la Armada.

La asignación de un contraalmirante da muestra de la relevancia que empieza a adquirir la Escuela de Suboficiales en la línea de mando y en especial, en la Región Caribe. Asimismo nos dice sobre el crecimiento que ha tenido la Armada. De la mano con lo anterior deja evidencia de la importancia que asume la Escuela de Suboficiales para el desarrollo de Barranquilla y en especial la relación que existe entre el Mar Caribe, el Río Magdalena y los proyectos de infraestructura que vendrán. No hay que dejar de lado que en razón a ello el trabajo de la Capitanía de Puerto deberá estar más de la mano con este nuevo comando.

Buen viento y buena mar para el contraalmirante Juan Ricardo Rozo Obregón en la dirección de esta alma mater.

Francisco Montes Vergara
fjmontes4@hotmail.com