Osvaldo Enrique Cotez Pusainaha de Uribia Guajira Capital indígena. 62 años comerciante, radicado en Barranquilla desde los 11 años. Llego colado en un bus. Huyendo de las absurdas costumbres de sus ancestros.

Lloroso y a la vez visiblemente emocionado habla del apoyo que ha tenido de tradicionales y respetadas familias de barranquilla: los Tarud, Don Salomón Sales y el generoso e inolvidable patriarca Dr. Issa Abuchaibe.

Aquí he trabajado incansablemente. Construí una familia de 4 hijos todos profesionales: una bacterióloga, una secretaria ejecutiva de una multinacional en Madrid España y un abogado penalista en Bogotá, el menor murió trágicamente en un accidente de tránsito.

Mientras esperamos nuestra cita médica, 2 adultos mayores despotricaban de nuestra ciudad y nuestros gobernantes. “El Guajiro” como se le conoce, en cambio habla belleza de Barranquilla su progreso y la generosidad de su gente noble. Si me hubiera quedado en mi tierra, no hubiera progresado ni podido educar a mis hijos.

Las nuevas generaciones que estudian en Barranquilla han optado por trabajar el Turismo Nativo, preservarlo y brindarle una mejor orientación, seguridad y disfrute a sus visitantes. En La Alta Guajira, El Cabo De La Vela, Punta Gallinas, Playa Mayapo, Puerto López Y Pilón De Azúcar, muestran su mejor cara. Las indígenas wayuu, ofrecen sus bellas mochilas, chinchorros, cintillos y manillas a precios especiales. Algunas han permitido organizarse para promocionar y unificar su trabajo. Igualmente cuidando su entorno.

Diana Guerrero Diab