Llama la atención la desaparición en nuestro medio musical de orquestas y conjuntos integrados por hermanos que orgullosamente utilizaban el apellido que los unía como marca comercial. Solo son un recuerdo los conjuntos de Los hermanos López, hermanos Zuleta, hermanos Molina, hermanos Ramos, hermanos Sarmiento, hermanos Benavides, hermanos Lora, hermanos Benítez, hermanos Malo, hermanos Vega, hermanos Osorio, entre otros. Tampoco se escuchan orquestas, como Los hermanos Martelo, hermanos Rosario, hermanitas Calle o Los Blanco de Venezuela, que también eran hermanos. Parece que actualmente es muy difícil trabajar con hermanos, especialmente cuando uno es más despierto, lo que ocasiona roces y diferencias al momento del manejo y distribución del dinero.
Las nuevas agrupaciones ya no llevan el apellido de los hermanos, simplemente porque no trabajan juntos, prefieren hacerlo por separado a pesar de existir la posibilidad de conformar un grupo familiar, que aparentemente podría dar mejores resultados. Aquí cabe recordar el conjunto “Los Tres hermanos Duranes” que conformó Luis Felipe Durán con sus hermanos menores Alejo y Náfer Durán Díaz, eximios representantes de nuestro folclor. A ellos le pareció lógica la concordancia en plural del artículo con el apellido, sin embargo es claro que en los apellidos solo se utiliza el número singular.
Este conjunto grabó por primera vez en Barranquilla a mediados del siglo pasado, transcurría el año 1949, la canción La Gallineta y cuando Luis Felipe la escuchó grabada, se desmayó pensando que le habían quitado la voz para pasarla al acetato y quedaría mudo para siempre. Fueron muy reconocidos en la ciudad, ya que los consideraban brujos porque se rotaban fácilmente para tocar caja, guacharaca y acordeón.
Samuel Muñoz Muñoz
samuz@hotmail.es
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