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Hace ya algunos años escribía sobre los mismo. Pero, como siguen los conflictos en las fronteras compartidas por colombianos con venezolanos y ecuatorianos; en la frontera entre mejicanos y estadounidenses, en el cercano, mediano y lejano oriente: “¡Detened todos los conflictos, porque todos somos hermanos”. Esta proclama la lanzaba a todos los vientos –y que vuelvo a lanzar hoy– porque está científicamente demostrado que todos somos hermanos porque venimos una misma cepa: los primates, que brotaron del vientre de la Tierra hace unos 6 millones de años para dar origen al Homo Sapiens en el sur de Etiopía, y que de allí hace 200.000 años comenzó a desplazarse hacia el norte, el sur y el este, y en su trashumancia dar origen a todas las razas pobladoras del planeta. Esto es maravilloso y portentoso. Más aún cuando es sabido que a pesar de estar el universo conformado por trillones de cuerpos celestes, es muy posible que en ese puntito azul llamado planeta Tierra solamente en él se haya desarrollado la vida (hace ya 3.850 millones de años). Entonces, desde el punto de vista cosmológico bien que vale la pena repetir urbi et orbi: que cesen todos los conflictos entre los humanos porque somos todos hermanos paridos por la Madre Tierra a orillas del río Omo de Etiopía hace 6 millones de años.

Alberto M. Lamadrid Orozco
Soc. Amigos de la Astronomía