
Postales del Carnaval llegan al mundo a través del lente de Charlie Cordero
El fotógrafo barranquillero publicó recientemente un reportaje gráfico sobre la fiesta del Caribe en The Washington Post.
El reportero gráfico Charlie Cordero dice que busca una forma de narrar el Carnaval alejada del fotoperiodismo clásico. Su mirada es una interpretación personal a una fiesta de la que se considera "muy cercano", no solo por ser barranquillero, sino por todos los matices que ha logrado retratar desde sus diferencias: siendo parte del público, miembro de una danza e incluso reportero gráfico.
Ese conjunto de miradas disímiles entre sí han construido de la visión de su propio Carnaval una propuesta artística. Su más reciente trabajo, “Estar disfrazado es vivir lo que soñaste: explorar el vibrante mundo de uno de los carnavales más grandes del planeta” fue publicado en The Washington Post, uno de los medios de mayor relevancia en Estados Unidos

Cordero, que también ha publicados sus crónicas gráficas en importantes medios internacionales como The New York Times o El País de España, dice que su crónica sobre el Carnaval es una exploración visual sobre la esencia del Carnaval en relación con su origen.
"El trabajo empecé a hacerlo hace tres años. Pretendí hacer una exploración visual de la esencia del carnaval que es el disfraz. Empecé a buscar la relación del disfraz con su lugar de origen y la relación del disfraz con el danzante", explica Cordero, quien recalca que el acercamiento le llevó a adentrarse en el universo y los elementos de cohesión social de la fiesta caribe.
"Esta búsqueda nació en las danzas más tradicionales de la región Caribe, inicié con los Micos de Soledad y este año terminé con las negritas Puloy. La idea fue tratar de representar el universo detrás de los disfraces, poner en contexto las formas, las colores, las texturas de disfraces que son muy populares, pero de los cuales sabíamos muy poco", afirma.

Las Farotas de Talaigua, Selva Africana de Galapa, Los burros Corcoveones, de Baranoa, son algunas de las danzas, que el reportero del Washington Post, Kenneth Dickerman, describe como imágenes “surrealistas pero siempre vívidamente coloridas”. Añade que las imágenes de Cordero “capturan la vitalidad de los bailes y disfraces que hacen que la celebración sea realmente única”.
El reportero inicia su relato resaltando la importancia cultural del Carnaval de Barranquilla, declarado “obra maestra del patrimonio oral e intangible de la humanidad en 2003” y le pone su colofón con una reflexión en medio de la crisis sanitaria actual.
“Las fotos de Cordero son viñetas vívidas, a veces surrealistas, de una tradición única. Y en un momento en que muchos de nosotros estamos cansados de la pesadez del mundo, sumergirnos en ellas es un respiro bienvenido”, cita la publicación.
