El Heraldo
Desde agosto la capital de Bolívar tiene alcalde encargado, lo que se terminaría el próximo 6 de mayo.
Bolívar

Una ‘torta’ de $10 billones agita las elecciones atípicas de Cartagena

Nueve candidatos se disputan las elecciones atípicas, pero los políticos tradicionales y un sector de los empresarios hacen filas alrededor de uno solo de ellos. La razón: un portafolio de proyectos que vale 10 billones de pesos.

Por Eliana Moreno y  
Alberto Martínez M.
Especial para El Heraldo

En Hamlet, la obra de Shakespeare, Marcelo le dice a Horacio que algo huele a podrido en Dinamarca. En el Estado danés venían ocurriendo extraños sucesos que ponían a los soldados de la Corte a sospechar, inclusive, de manos oscuras en la muerte del rey.

Inspirado en ese pasaje, cada vez que ocurre una situación anómala en una ciudad o nación, llama a la frase. 

Hoy, algo huele mal en Cartagena a propósito de las elecciones atípicas que convocó la Presidencia de la República para el próximo 6 de mayo. Le huele, al menos, a tres candidatos a la Alcaldía, a un abogado, un veedor de la rama judicial, un historiador y un politólogo.

La capital de Bolívar no tiene un alcalde en propiedad desde agosto del año pasado, cuando unidades del CTI de la Fiscalía detuvieron a Manuel Vicente Duque.

Las elecciones lo resolverían. Los cartageneros lo exigían. A finales de noviembre del año 2017, en efecto, tres líderes comunales se encadenaron en los bajos de la Alcaldía para reclamar del Presidente la convocatoria a elecciones. Para entonces, Sergio Londoño, asesor de confianza de Santos, llevaba 4 meses en su tercer encargo como alcalde.

Con la convocatoria saltaron las candidaturas. Nueve, en total. Pero: ¿por qué tanto interés en un mandato que solo sería de 18 meses (los que faltarían para terminar el período de Duque?

Ricardo Chica, doctor en historia vinculado a la Universidad de Cartagena, cree se debe a una dinámica clientelar a través de la cual “las familias más influyentes intentan mantener intacto el poder económico y político de siempre”.

Esa dinámica “tiene hoy una manifestación clara”: el ambicioso portafolio de proyectos que la ciudad tiene pendiente diseñar, aprobar o empezar a ejecutar en los próximos meses. Aunque las inversiones más inmediatas están tasadas en 2.5 billones de pesos, lo cierto es que la carpeta que ha venido promoviendo la Cámara de Comercio de Cartagena enlista proyectos por más de 10 billones de pesos (Ver: Los proyectos).

Durante el mismo corto período el nuevo alcalde debe entregar, además, las concesiones del alumbrado público y las basuras, que están próximas a vencer, y negocios multimillonarios como los peajes, Mercabastos y Circulemos, que demandan, en algunos casos, contratos a 30 años.

Se trata de inversiones que, según Andrés Betancourt, uno de los aspirantes a la Alcaldía, indudablemente plantean oportunidades (con el solo traslado de la Base Naval y posterior desarrollo inmobiliario de la zona que esta deja, por ejemplo, la ciudad podría multiplicar por diez el número de turistas que actualmente recibe). Pero también riesgos en términos de corrupción “si los cartageneros escogen a un alcalde enajenado a los políticos y a las mafias de contratistas”.

Cáculos que realizó para la Contraloría General de la República el investigador de la Universidad Nacional Hernán Ceballos, revelaron que por cada contrato que se adjudica en Colombia se mueven comisiones o “mordidas” de entre el 10 y el 30 por ciento. 

Si es así, las de Cartagena, sin incluir las concesiones, estarían entre 100 mil y 750 mil millones de pesos en el escenario más conservador, y llegar inclusive hasta 3 billones de pesos cuando estén en marcha todas las nuevas inversiones.

Por eso es que el profesor Germán Ruiz, politólogo de la Universidad de los Andes y autor del libro “Esto tiene que cambiar: comportamiento político de Cartagena”, comparó a la ciudad con un “botín” y llamó a ciertos políticos y empresarios como: los “nuevos piratas”.

Ruiz explica que todo funciona a la manera de un canal de distribución de las cadenas de los consumidores. “Empieza con los financistas, sigue con los candidatos, luego los líderes y por último los votantes. Todos ganan pero los primeros dos ganan muchísimo más. Los líderes ganan muy poco, aunque son los que ponen los votos, y los electores son los que siempre pierden porque por un pago irrisorio terminan entregando el manejo de Cartagena, la cual es saqueada como en épocas coloniales”.

“Ello explica que los comicios involucren no solo a políticos sino a empresarios y financistas, que terminan comprándole la alcaldía al candidato de sus preferencias”, manifestó Germán Viana, otro de los aspirantes.

La estructura político-empresarial que, de acuerdo con el también aspirante David Múnera fue la misma que eligió a Dionisio Vélez y a Manolo Duque elecciones pasadas, se activó hace unos meses para las atípicas alrededor del candidato conservador Antonio Quinto Guerra, que –confirma Ruiz- “es el que mejor representa los intereses de la clase política”.

Así llegaron a la campaña en menos de un mes los congresistas Pedrito Pereira, Silvio Carrasquilla, Alonso del Río y Yamil Arana, pero también los exsenadores Javier Caceres Leal, William Montes, Vicente Blel y Piedad Zuccardi, que perdieron la investidura por aparentes vínculos paramilitares, así como los concejales locales que hoy son investigados por la elección irregular de funcionarios de control. 

El senador liberal Lidio García, padrino político del actual gobernador Dumek Turbay, se sumó también a Quinto no obstante haber anunciado antes su respaldo a la candidatura de Andrés Betancourt.

Quinto niega haber aceptado el respaldo de ningún político cuestionado y muchos menos de los financistas que usualmente empiezan la cadena citada por Germán Ruiz. De hecho, dijo, “la campaña adoptó un protocolo ético que fija criterios estrictos para la financiación de la misma”. 

Al contestar un cuestionario vía watsapp que sirvió de antesala a este análisis, advirtió que lo que ha logrado es “el apoyo de los partidos políticos a través de acuerdos programáticos”. 

Y frente a la pregunta directa: ¿el interés de su candidatura y de quienes lo acompañan es por los contratos?, dijo:  “Claro, para que se ejecuten de forma transparente y eficiente”. 

Así, pues, está la cosa política en Cartagena.

El Consejo Electoral deberá resolver esta semana una demanda de inahabilidad contra la inscripción de Antonio Quinto Guerra (Ver: La interinidad). El abogado demandante Cesar Saavedra confía en que fallé en derecho; Ruiz asegura que, en tanto representa a los partidos que respaldan al candidato, el alto tribunal decididirá en política.

De ser así, Ruiz también asume que no habría nada que hacer: ganará el candidato conservador, por la fórmula: dinero-pasividad de los cartegeneros. 

Múnera confirma que evidentemente no hay garantías porque uno de los candidatos anda “con una tula de dinero inmensa” llenando a la ciudad de publicidad. Y Viana cree que hay sola una opción: “que los demás candidatos nos unamos contra Quinto”, pero sostiene que es improbable “porque nuestro ego es inversamente proporcional a los votos”.  

Por su parte Betancourt está convencido de que, a contra corriente de maquinarias y financistas,  el próximo 6 de mayo cambiará la historia de Cartagena. Eso, de alguna manera, es lo que también piensa Chica, el historiador, para quien Cartagena se cansó de su olor a Apartheid, a clientelismo y a caos y anda paseando una revuelta latente por sus calles.

La interinidad

La interinidad de los gobierno de Cartagena parece no tener fin. Desde el 2012, cuando falleció el locutor Campo Elías Terán Dix, los cartageneros han visto desfilar por el Palacio de la Aduana a siete alcaldes que han prolongado la orfandad de esta función pública.

A Terán Dix le siguió Carlos Otero Gerdts, designado por el presidente Juan Manuel Santos. Otero falleció en el 2015. Para terminar el período los cartageneros eligieron a Donisio Vélez.

Luego llegó Manuel Duque, también electo, quien fue suspendido en el cargo. En su reemplazo Santos nombró a uno de sus asesores de confianza, el joven Sergio Londoño Zurek.

Tras volver a la Alcaldía, Duque renunció definitivamente en el 2017 una vez lo detuvo el CTI de la Fiscalía por irregularidades en la elección de la contralora Distrital de Cartagena. Desde entonces, la ciudad ha estado en manos de Londoño Zurek.

El cierre de esta crisis se supone estará en las elecciones atípicas del 6 de mayo. Pero no. Al menos tres los candidatos están inmersos en investigaciones que, de ser elegidos, extenderían la incertidumbre de la ciudad. En un comunicado de prensa, la Veeduría a la Rama Judicial de Cartagena certificó que la Fiscalía investiga actualmente a David Múnera Cavadia, por prevaricato; a César Anaya Cuesta, por delito en contra de la Administración Pública, y a Antonio Quinto Guerra, por tráfico de influencia.

Contra Antonio Quinto Guerra cursa en el Consejo Nacional Electoral una demanda por su aparente inhabilidad para aspirar a la Alcaldía, pues según una solicitud de revocatoria de la inscripción presentada por los ciudadanos Cesar Saavedra y Alexy Martínez, habría violado el numeral 3 del artículo 37 de la Ley 617 de 2000, en tanto en su condición de asesor/consultor del Ministerio de Vivienda y la Gobernación de Bolívar, intervenido en “negocios ante entidades públicas del nivel municipal o en la celebración de contratos con entidades públicas de cualquier nivel en interés propio o de terceros”, en los tiempos que determina la inhabilidad, en la ciudad que hoy se dispone a gobernar.

Saavedra, abogado, confía que la decisión que debe tomar el alto tribunal antes del 6 de mayo, se aparte de la asociación política que le endilgan los observadores y falle en derecho.

Los proyectos que mueven las elecciones

1. Quinta avenida de Manga

Es una vía proyectada de 2.1 kilómetros y cuatro carriles, que va desde los límites del Puente Manga hasta el Puente Las Palmas. 
Inversión: $130.000 millones.

2.Nueva central de abastos

Es el proyecto de relocalización del Mercado de Bazurto, la construcción de la Central de Abastos, del mercado Santa Rita y de la Plaza Mayor Bicentenario. Inversión: $350.000 millones de pesos.

3. Canal de acceso a la Bahía de Cartagena

Es un canal de 2 kilómetros de longitud que permitirá el paso de buques de gran tamaño. Inversión: $90 millones de dólares.

4. Plan maestro de drenajes pluviales

El proyecto consta del diseño y construcción de un sistema de evacuación de aguas lluvia para mitigar inundaciones que usualmente se presentan en Cartagena con cada aguacero. Es uno de los proyectos más urgentes y ambiciosos. Inversión: $300.000 millones.

5. Sistema de caños y lagos

La propuesta recoge la vieja aspiración de los cartageneros de conectar la Ciénaga de la Virgen con la Bahía de Cartagena. Inversión: $80.000 millones

6. Recinto Ferial de Cartagena

Es un nuevo centro de convenciones, con espacio para ferias, congresos y eventos. Inversión: $150.000 millones de pesos.

7. Tren de integración Caribe

Se trata de un tren que conectaría a Santa Marta, B/quilla y C/gena. Con este proyecto se estima que se movilicen alrededor de 40 millones de pasajeros al año. Inversión: $120 millones de dólares.

8. Avenida Bicentenario

Es un Bulevar turístico que consta de la construcción de una vía troncal que conectaría a la ciudad con la Cordialidad y la Troncal de Occidente, a través de vías menores. Inversión: $190.000 millones de pesos

9. Plan Maestro para la protección de zonas costeras

La intervención busca adoptar estrategias para que la línea costera no sufra con los efectos del cambio climático. Inversión inicial: $28.000 millones de pesos.

10. Nuevo aeropuerto

El proyecto contempla el traslado del aeropuerto de Crespo hacia el corregimiento de Bayunca, con un área inicial de 100 hectáreas y una inversión inicial que supera el billón de pesos.
 
11. Traslado de la base naval y proyecto inmobiliario

El proyecto contempla el traslado de la base naval y un ambicioso desarrollo inmobiliario sobre las 26 mil hectáreas que dejan los militares. Inversión: $2.500 millones de dólares.

12. Doble calzada- Vía al mar

Es la construcción de la calzada que conecta a C/gena a B/quilla, desde la entrada de la Boquilla. Inversión: supera los $70.000 millones de pesos.

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