Tarulla en el río Magdalena no afecta la navegabilidad
Expertos aseguran que el fenómeno natural se presenta en los cuerpos de agua dulce y que son arrastradas por la corriente.
En los últimos días se ha podido observar en el río Magdalena la presencia de tarullas, un fenómeno que no se da con alta incidencia en temporada de lluvia. Sobre la aparición de la planta, Cormagdalena aseguró que no afecta la navegabilidad.
Pedro Pablo Jurado, director ejecutivo de Cormagdalena, explicó que no es la primera vez que aparecen las tarullas y que su presencia en el río no afecta la navegabilidad del mismo debido a que la planta se sitúa a los lados y poca es la que se desprende, la cual es arrastrada por la corriente hacia la zona de Bocas de Ceniza y de allí al mar Caribe.
Sin embargo, Cormagdalena está al frente de proyectos específicos con enfoque ambiental de restauración de ecosistemas estratégicos, donde uno de los componentes es la sustitución de la tarulla.
Explicaron que las limpiezas están a cargo de las autoridades ambientales y si por alguna razón se necesita retirar la tarulla, habría que identificar inicialmente cuál sería el propósito de su limpieza, definiendo de esta manera cuál sería la entidad competente para su extracción.
E HERALDO consultó con la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA) si tenía incidencia en este cuerpo de agua, pero aseguró que no la tiene.
Ayari Rojano, bióloga de la CRA, explicó que el fenómeno natural se da dependiendo en la zona donde haya un alto nivel de materia orgánica.
“En el río Magdalena se presenta una alta cantidad de esta planta porque hay materia orgánica ya que al río llegan todos los vertimientos de las poblaciones ribereñas”, dijo.
Indicó que cuando la tarulla se concentra por mucho tiempo y muere, genera más cantidad de materia orgánica y genera malos olores; sin embargo, es hábitat de varias especies en las que se incluyen aves.
La bióloga añadió que mientras la planta se vaya movilizando en el río, no hay problema ya que la acumulación es menos.
Por su parte, Humberto Ávila, director del Observatorio del Río de la Universidad del Norte, explicó que cuando llueve en las zonas agrícolas todos los nutrientes de la tierra llegan a los cuerpos de agua, lo que ayuda a la formación de tarullas.
Pese a que esta planta se suele presentar en zonas de aguas de velocidades bajas, en el Malecón del Río se presenta porque el caudal del río no es mucho en ese punto y a eso se le suman las agua residuales.
“Las cosas en exceso son malas, lo mismo pasa con las tarullas ya que cuando se da una alta cantidad de esta tiende a descomponerse, además, que afecta a pequeñas embarcaciones, a pescadores”, dijo.
Para controlar este tipo de plantas, lo que se puede hacer es vigilar el uso de fertilizantes, de nutrientes en los cultivos o zonas ganaderas, para que cuando llueva la alta cantidad de nutrientes no lleguen al río.