Riñas, el reto en seguridad en las fiestas de fin de año
Entre el 24 y el 25 pasados se reportaron 310 peleas en Barranquilla, 17 menos de las registradas en todo diciembre de 2015.
Diciembre es uno de los meses en los que más riñas se presentan. Según cifras del Sistema de Información Unificado (SIU), solo entre 24 y 25 de este año se reportaron 310 casos, es decir, 17 menos que las registradas en todo el mes de diciembre de 2015 cuando hubo 327 peleas.
De acuerdo con el informe del Fondo de Seguridad de Barranquilla, la riña es la modalidad de violencia predominante en la ciudad. Entre enero y octubre de 2016 se registraron 584 casos.
El SIU ubica a los barrios El Bosque y Centro como los más violentos, con 84 casos para cada uno; seguido de Rebolo, Ciudadela 20 de Julio y Carrizal. (Ver infografía)
El año pasado el barrio con más riñas fue Centro, con 167 casos; seguido de El Bosque, con 89 casos. Carrizal y Rebolo fueron ubicados en el tercer y cuarto lugar, respectivamente.
De igual modo, en 2015 diciembre se ubicó en el cuarto lugar de los meses con más casos de riñas, con un 9% de los eventos reportados durante ese año, que sumaron 767 riñas.
El documento del Fondo de Seguridad precisa, a su vez, que las causas o el factor desencadenante más frecuente en las riñas es la intolerancia o exaltación por consumo de licor.
De igual manera, el informe reseña que las riñas reportadas para los periodos analizados son protagonizadas, en su mayoría, por personas que se conocen, pero que no tienen un trato íntimo.
Para algunos expertos, sin embargo, el comportamiento de los ciudadanos se altera por cuenta de factores circunstanciales y emocionales.
El sociólogo y profesor de la Universidad del Atlántico, Miguel Ángel Hernández, explica que las riñas en esta temporada van asociadas con espacios y tiempos que “facilitan el encuentro de las personas alrededor de medios etílicos”.
Asimismo, precisa que hay otros factores influyentes, como el hecho de que las personas tengan más dinero para la diversión. De este modo –explica el sociólogo– diciembre es un mes de ocio, en el que “queremos satisfacer los deseos que llevamos tiempo aplazando y estas satisfacciones pueden aplicarse de manera desmedida”.
Indica, además, que las reuniones familiares llegan cargadas de afectos interpersonales, por lo que “pueden salir a flote resentimientos o frustraciones que tienden a finalizar en contiendas”.
En cuanto a las riñas en espacios abiertos, una de las más comunes en la ciudad, el sociólogo Jair Vega sustenta que para esta época “hay más gente en la calle y por lo tanto habrá espacios de interacción que permitan que afloren conflictos y roces que pueden no ser bien manejados”.
¿Cómo controlarlo?
Vega propone que para controlar estos momentos de alteración emocional, las personas deben pensar en los valores de la época, para que estos “sean útiles para ser retomados como el fundamento de la convivencia”.
También recomienda que, aparte de evitar nuevos pleitos, las personas busquen espacios de diálogo, que permitan solventar circunstancias que hayan motivado un conflicto durante el transcurso del año y así poder sanar viejos rencores.
El experto recalca que diciembre es un mes propicio para el fortalecimiento de los lazos afectivos, por el sentimiento que brinda la época.
En el Bosque
Sus calles tienen desde agrietados tramos hasta perfectos cimientos. Algunos sectores concluyen en callejones sin salida, en los que “se juntan los coletos”, según cuentan los habitantes del barrio El Bosque, el cual registra más casos de riñas en lo que va de 2016.
Algunos sitios de este barrio, el más grande de Barranquilla, fueron intervenidos por el Distrito y aunque su fachada devela tranquilidad, existen líneas imaginarias para marcar el territorio entre un grupo y otro, como sucede en el parque de la Cárcel El Bosque.
“No tienen oportunidades y lo que hacen es que se meten en el vicio”, comentan los vecinos del sector. Relatan, además, que escuchar que atracaron, robaron, pelearon o mataron se volvió en el anuncio esperado cada mañana , por lo que hablan con temor de la situación de la zona.
“En las calles le cobran vacunas a las motos para que pasen. Ya yo sé que si me traen un domicilio tengo que pagarle al mensajero los $2.000 o $5.000 que le pidieron de la vacuna”, comenta una de la residentes del barrio, quien prefiere no revelar su identidad.
Ella ha llevado su vida con prudencia, incluso en época de fiesta. “Para que me vean a mí tiene que ser barriendo la puerta”, cuenta.
Eduardo Rojas, presidente de la Junta de Acción Comunal de El Bosque (parte alta), explica que el barrio se divide en varias localidades y que las más conflictivas son planada y parte alta.
Para contrarrestar estas situaciones de violencia, Rojas precisa que dialoga con los familiares de los jóvenes involucrados en riñas para que conversen con sus hijos. Entretanto, los sectores cercanos a las instalaciones de la cárcel, que lleva el mismo nombre del barrio, y la zona de Tierra Santa, son conocidos como epicentros de violencia.
En este último sector hay un colegio con tres jornadas, del que –cuentan los habitantes del barrio– “salen los niños y lo primero que huelen es la marihuana que consumen en el callejón de al lado”. Opinan, además, que “lo único que necesitan los jóvenes son oportunidades laborales o académicas para salir adelante y sacar adelante el barrio”.
Acciones:Disponen agentes para la temporada
El pasado 5 de diciembre la Policía del Atlántico lanzó su plan de ‘Navidad segura y en paz’, poniendo a disposición 500 policías en los diferentes sectores de mayor comisión de delitos, con el objetivo de que las festividades “sean más seguras para la población”. Con la medida, la Policía espera “generar una sana convivencia en fin de año”.
Los jóvenes necesitan otras opciones de vida para salir del vicio y así dejarán de formarse las peleas en el barrio
Sabanalarga, el municipio con más riñas en el Atlántico
El informe de la Policía del Atlántico arroja que Sabanalarga es el municipio con más casos de riñas en los que va de 2016, con un total de 101 casos reportados. Los municipios que le siguen son Luruaco, con 29 pleitos; Sabanagrande, con 26 y Baranoa, con 24.
Entre los motivos por los que estos municipios tienen un mayor número de casos está la cantidad de población con la que cuenta, la cual es superior a la de otros territorios del departamento.
El informe detalla, además, que el primer motivo que provoca los encuentros violentos es la intolerancia y que el segundo en la ingesta de alcohol.
Asimismo, el reporte de la Policía precisa que los días del año en los que más se presentan riñas son los domingos, con 85 casos; lunes, con 40 y sábado, con 37.
Debido a los resultados, la Policía advierte que diciembre es un mes con escenario para pleitos y contiendas que “pueden concluir con situaciones fatales”.
Para el caso de 2015, Sabanalarga también se ubicaba como el mes más violento, con 142 casos; seguido de Sabanagrande, con 60; Baranoa, con 44 y Luruaco, con 27 situaciones violentas, por los mismos motivos de intolerancia e ingesta de alcohol.
