El Heraldo
Para las obras de canalización de arroyos también fueron aprobadas vigencias futuras. Josefina Villareal
Barranquilla

¿Qué tan sólidas son las finanzas del Distrito?

La administración distrital ha acudido a las vigencias futuras para financiar proyectos. Expertos analizan la figura, mientras que Distrito dice que hay solidez financiera.

Las vigencias futuras aprobadas por el Concejo de Barranquilla al alcalde Alejandro Char, en lo que va de su periodo de gobierno, han generado preocupación en sectores de la ciudad que temen que el Distrito pueda terminar sobreendeudado.

El plan de Desarrollo denominado ‘Barranquilla Capital de Vida’ terminará costando $17 billones. Supera en $10 billones al presentado por el anterior gobierno, el de Elsa Noguera.

La administración distrital dice que sus finanzas están pasando por un “buen momento”, que los recaudos van de acuerdo a lo proyectado, sobre todo en Impuesto Predial. A cierre de abril, la administración distrital recaudó $241 mil 254 millones por concepto de este tributo, una suma similar a la registrada durante los doce meses de 2016, cuando obtuvieron $242 mil millones.

La pregunta que surge, entonces, es por qué si las finanzas van bien, el Distrito acude a la figura de la vigencia futura. En los primeros tres meses de la administración del alcalde Char (enero a marzo de 2016), los concejales le aprobaron compromisos de recursos hasta el 2034.

Sobre el tema, Héctor Medina Carrascal, economista, especialista en alta gerencia y coordinador de formación en el programa de Comercio y Negocios Internacionales de la Universidad Simón Bolívar, explica que el presupuesto del Distrito en la presente vigencia fiscal está en $3.4 billones, el cual -en su concepto- está acorde con las necesidades de la ciudad. Señala que también hay que tener presente que las obras que se ejecutan en esta administración sobrepasan el presupuesto como tal.

Medina dice que al analizar las economías mundiales, los países más desarrollados son los que tienen más deuda pública, porque a veces los presupuestos alcanzan para cubrir el gasto corriente del mismo presupuesto, es decir, que todo lo que se proyecta en ese año, se cubre en ese año, pero a medida que va pasando el tiempo van surgiendo unas necesidades de obras, de infraestructura.

Asegura que en el caso de Barranquilla, obras como los megacolegios y canalización de arroyos, entre otras, generan nuevas necesidades que el gobierno distrital tiene que asumir con cargo al presupuesto del año siguiente, porque el costo de estas iniciativas siempre “rompen el presupuesto”.

En opinión del economista, el actual gobierno ha gozado de una credibilidad, porque ha mostrado gestión y por ello le han otorgado las vigencias futuras.

Tras analizar las cifras asegura que hace diez años Barranquilla no era la misma ciudad de ahora, y por esto han ganado “credibilidad” que les permite comprometer las vigencias futuras ante las entidades bancarias, lo cual dice es demostrable en el hecho que los bancos les están aprobando créditos para que sean pagados con esas vigencias.

Cita como ejemplo el caso de Japón, uno de los grandes países desarrollados en el mundo que prácticamente su deuda dobla el producto interno de su economía, es decir, tiene compromisos de créditos públicos por el doble de su PIB.

En opinión de Florentino Rico Calvano, Phd economista experto en política fiscal del Grupo de Investigación Democracia y modernización del Estado colombiano, las finanzas distritales de Barranquilla responden a los retos planteados en el Plan de Desarrollo. Asegura que se comprometen vigencias desde dos dimensiones: vigencias excepcionales y las llamadas inflexibilidades presupuestales.

En su concepto, el plan de desarrollo fue garantizado mediante esta estrategia, pero le preocupa que en el informe financiero de 2007 a 2017 divulgado, se muestra un comportamiento de los ingresos totales del 16% por encima de los gastos totales del 15,4%. Sin embargo, dentro del comparativo de 2016 -2017, cambia el comportamiento y “pone en alerta amarilla”, ya que “los ingresos totales en este periodo están por debajo de los gastos totales en el 0,5%, lo que se traduce en una situación de difícil que de continuar se acumula y es peligroso”.

En opinión del experto se debe hacer un pare en proyectos financiados con inflexibilidades presupuestales para evitar caer en crisis financiera, ya que a 2017 se han programado proyectos por $2,3 billones financiados por los barranquilleros, donde la malla vial recibe el 49%, es decir $720 mil millones.

 

“Los proyectos tienen que ser de importancia estratégica”, Ana Lucía Villa, directora de la DAF.

Recaudo propio 

Ana Lucía Villa, jefe de la Dirección de Apoyo Fiscal, DAF, asegura que el resultado fiscal del Distrito de Barranquilla es “satisfactorio”, que aumentó el recaudo propio casi en un 30% y que tuvo un desempeño fiscal “muy favorable”. Detalla que es necesario acudir a las vigencias futuras porque son un concepto de gasto, no de financiamiento. Y explica que cuando se va a empezar una obra, por ejemplo, que arranca en 2018, pero no termina el mismo año sino en 2020, hay que garantizar el pago de esa obra por esos tres años y eso es lo que configura la vigencia futura. 

Ante el interrogante en el sentido de que si se pueden extender más allá del periodo del alcalde de turno, Villa detalla que la ley establece que si el proyecto fue declarado de “importancia estratégica para la región”, se le pueden otorgar esas vigencias que trasciendan el periodo de gobierno. La funcionaria citó como ejemplo los transportes masivos que son considerados proyectos de importancia estratégica.

“Si se trata de un proyecto de largo aliento, se pueden otorgar vigencias futuras más allá del periodo de gobierno, pero solo si el proyecto es declarado de importancia estratégica para la región”, explicó.

Otro interrogante planteado es si el próximo alcalde estará de “manos atadas”, porque hay muchas vigencias futuras comprometidas y no contarán con finanzas sólidas? Villa Respondió con un ejemplo: en Bogotá, el alcalde Enrique Peñaloza está haciendo todo lo posible por dejar en marcha la construcción del metro. El próximo alcalde tiene que seguir con ese proyecto, por eso, cuando se expiden vigencias futuras que trasciende el periodo de gobierno, el proyecto tuvo que haber sido declarado de “importancia estratégica”, lo que quiere decir que a los alcaldes que lleguen el proyecto también les va a servir.

$747 mil millones es la deuda del Distrito en la vigencia fiscal 2017.

El economista Héctor Medina Carrascal dice que las vigencias futuras se están comprometiendo desde años atrás. Asegura que la Ley 550 ya finalizó y desde entonces han surgido una nueva serie de compromisos que han obligado al Distrito a utilizar estos recursos. Por ejemplo, los escenarios deportivos para los Juegos Centroamericanos, la canalización de arroyos, entre otros. (Ver distribución estratégica de vigencias futuras de 2017).

“Los países desarrollados acuden a esta figura”, Héctor Medina, economista.

Distrito dice que hay solidez financiera

La secretaria distrital de Hacienda, Emelith Barraza, asegura que la ciudad ha disminuido la pobreza monetaria, y el coeficiente de Gini es el menor de Colombia. Destaca que los ingresos han crecido con una tasa del 12.5%, por encima del crecimiento de la Nación, cuyo presupuesto el año pasado creció en 1.8% mientras el de Barranquilla creció en 13.5%.La funcionaria resaltó que los recaudos del Distrito pasaron de $660.000 millones en 2007 a $2.8 billones en 2017: “Esta cantidad de recursos ha demostrado la capacidad del Distrito para administrar estas sumas y asignarlas en el gasto que va enfocado a la mejora social y proyectos para el crecimiento de la ciudad”.

Señala que entre 2016 y 2017 el Distrito registró un aumento en sus ingresos totales del 13.15% y que se mantiene la tendencia de crecimiento porque el dinamismo económico de la ciudad y la gestión fiscal permiten generar crecimiento de ingresos tributarios. Los gastos de inversión han crecido en promedio un 17.1% anual, siguiendo la tendencia positiva de los ingresos. Barraza resaltó que la solidez financiera distrital está fortaleciendo la atención social. 

“La inversión más importante está destinada a educación, salud, parques, arroyos, vías y obras de transformación urbanística”, afirmó, al tiempo que destacó que las deudas del Distrito han disminuido un 55% entre el 2007 y 2017.

Dijo que el Distrito ha implementado un plan de saneamiento desde 2008, para una ciudad que se encontraba en Ley 550 con una deuda financiera de 525.000 millones de pesos, alta acumulación de pasivos corrientes, una red pública hospitalaria inviable financieramente.S

egún Barraza, este plan de saneamiento, para restablecer y mantener la solidez económica y financiera del Distrito, se fundamentó, entre otros aspectos, en fijar un marco fiscal de mediano plazo que garantiza la estabilidad fiscal y financiera del Distrito, incrementar los ingresos, racionalizar los gastos de funcionamiento, generar superávit primario, manejar el endeudamiento de forma responsable, reorganizar y modernizar administrativamente el sector central y entidades descentralizadas, administración de la base catastral, y transparencia y agilidad en los pagos.

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