Por brisas, habrá alerta naranja hasta el miércoles
La velocidad de la ventisca es entre 28 y 64 Km/h, la más alta en mar adentro. La alarma podría extenderse toda la semana.
Durante este lunes festivo en el que muchas personas y turistas se trasladan a la playa, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam) advirtió que existe una alerta naranja que se debe atender por el fuerte viento que está causando un alto oleaje.
Las corrientes tienen una velocidad entre 25 y 35 nudos; es decir, entre 28 km/h y 64 km/h, de acuerdo con lo señalado por la autoridad, por lo que se presenta mayor velocidad hacia el mar adentro y la alerta está justo en el centro del occidente del Caribe colombiano.
El pronóstico del instituto de meteorología tendrá una persistencia, por lo menos, hasta los próximos dos días, por lo que se espera que para el miércoles próximo la alerta naranja pase a amarilla. Sin embargo, es posible que los vientos se mantengan y por lo que la alerta naranja podría extenderse durante toda la semana.
Pese a los vientos, en el recorrido realizado por EL HERALDO, las playas de Puerto Colombia contaron con la presencia de bañistas.
Ana Saltarín, jefe de la oficina de Gestión del Riesgo del Distrito, explicó que la Capitanía realiza controles de naves que estén en el río, mientras que la Dirección Marítima (Dimar) hace lo mismo en el mar. “Ellos les avisan a los pescadores para que no naveguen o, por lo menos, que no estén en la zona. Se avisa a los puertos para que los bañistas que no entren al mar, pueden estar en la zona de playa, pero no bañándose”, explicó la jefe de la Oficina.
Por su parte, en Barranquilla, aquellos sectores más afectados por la época de brisas son los de bajos recursos económicos. El escaso mantenimiento de las viviendas las hace más frágiles ante las ventiscas.
“Las viviendas carecen de una cubierta en buen estado, estas son añadidas con láminas. Los techos se desploman y caen en otras viviendas y a su vez terminan partiendo propiedades del vecino”, dijo la funcionaria.
Otro de los problemas que puede causar el mes de los vientos, es el desplome de las paredes. Por lo general estos se derrumban porque no se siguieron los procesos de construcción adecuados.
Las obras en las alturas también representan un riesgo, donde hay todo tipo de andamiaje y elementos o herramientas de construcción propensos a “salir disparados”, por lo que se vuelven un riesgo para la sociedad.
“Es un trabajo que, en esta época del año, es peligroso. El llamado es para los constructores a suspender las actividades y asegurar los elementos durante la alerta”, dijo Saltarín.
La funcionaria aconsejó a la sociedad que al momento de transitar en zonas donde haya obras de construcción, lo hagan por las cubiertas especiales para proteger a los peatones de caída de elementos.
Reportes
Ante los estragos que ocasionan las brisas, la Oficina de Gestión del Riesgo el pasado sábado recibió un reporte del barrio Las Américas, donde a una de las viviendas se le desplomaron dos paredes por efecto de los vientos.
No se reportó algún herido o personas con lesiones.
“Esto ocasiona un problema para el dueño. Son familias que quedan en ese momento a la intemperie. El Distrito, de alguna manera, brinda una ayuda humanitaria para estos casos en específico”, dijo Saltarín.
Viviendas más seguras
De acuerdo con la jefe de la oficina de Gestión de Riesgo, Ana Saltarín, actualmente trabajan en un proyecto, en compañía del Sena, para la gestión y construcción de viviendas más seguras.
“Cada vez estamos encaminados para que los sectores vulnerables mejoren sus procesos construcción”, dijo la funcionaria.