Piojó alberga la primera reserva natural de iniciativa privada en el Atlántico
Este ecosistema es la primera reserva natural de sociedad civil declarada por PNN en Atlántico. Senderismo y avistamiento de aves, entre los atractivos para disfrutar.
En Atlántico el ecoturismo está tomando fuerza. Cada vez más personas buscan espacios abiertos, entrar en contacto directo con la naturaleza y darse un respiro de la vida citadina. Los lugares para hacer turismo de naturaleza en este departamento son muchos y que a través de la conformación de un clúster en esta especialidad buscan impulsarlos y formalizarlos.
Muestra de ello, a tan solo 46 kilómetros de Barranquilla, tomando la autopista Vía al Mar, se encuentra la primera reserva natural de sociedad civil del Atlántico declarada recientemente por Parques Nacionales Naturales de Colombia, mediante Resolución 031 del 6 de marzo de 2018.
Es exactamente el municipio de Piojó que guarda en sus ‘entrañas’ un pedazo de bosque seco tropical que se traduce en 42,98 hectáreas con diversidad de flora y fauna, además de tres pozos de aguas naturales para disfrutar de cada uno de ellos.
En la reserva natural Los Charcones, como se le conoce a este lugar ecológico, se puede disfrutar en familia y transmitirles a los más pequeños la importancia de conservar el medio ambiente. Solo basta con recorrer dos kilómetros desde el casco urbano de Piojó para encontrarlo y sumergirse en una historia macondiana.
Esto último, porque en el centro de todo ese bosque encontrará una piedras tan grandes como huevos prehistóricos, como lo describe Gabriel García Márquez en su novela Cien Años de Soledad.
Senderismo, camping, avistamiento de aves, paisajismo, exploración de flora y fauna y darse un ‘chapuzón’ en los pozos naturales de hasta seis metros de profundidad, son algunas de las opciones que puede encontrar en esta reserva. Debe alistarse con ropa cómoda, buenos zapatos y llevar mucha hidratación, además de unos cuantos pesos para poder llegar hasta el sitio, ser guiado y alimentarse durante la travesía.
Dentro de la variedad de especies animales que tiene esta reserva y que usted puede observar están: insectos como los caballitos del diablo, lobitos y las libélulas, ranas, sapos, perdices, tigrillos, zorros, ardillas, mono aullador, venados, arañas, conejos, camarones de agua dulce, pez dorado, entre otros.
Iniciativa
Conservar y adecuar la reserva para ofrecer al público una alternativa ecoturística, se desprende de una iniciativa de un grupo de ciudadanos oriundos del municipio de Piojó, que preocupados por la situación de pobreza y falta de oportunidades toman la decisión de intervenir cívicamente este espacio para preservarlo y además brindar opciones de desarrollo sostenible y sustentable para las comunidades circunvecinas.
Manuel Villanueva, director administrativo de la Fundación Ecológica Los Charcones, entidad que maneja la reserva, sostiene que el proceso de conservación de este ecosistema se ha logrado gracias al trabajo conjunto con las diferentes fundaciones existentes en el municipio, así como también la comunidad en general.
Indica además que con esta iniciativa sostenible se busca impulsar el ecoturismo en el Atlántico y especialmente en el municipio de Piojó.
“Se tiene proyectado crear en la reserva un vivero y también constituir una agenda cultural para que el visitante pueda disfrutar aún más de la experiencia. Queremos articular todo el potencial del municipio y mostrarlo a los demás. En Piojó hay artesanos y muchos artistas y esta es una oportunidad para impulsarlo”, expresa Villanueva.
Por su parte, Alberto Escolar Vega, director de la Corporación Autónoma Regional Atlántico (CRA), destaca la importancia de la declaratoria de la reserva ecológica y resalta el compromiso de las comunidades en la conservación de este tipo de ecosistemas.
“Para la Corporación tiene un significado muy especial que la sociedad civil se motive al registro de declaratoria en predios privados como estrategia de conservación del bosque seco. Esta iniciativa abre la puerta para que otras personas intervengan en las estrategias del conservación de nuestros bosques”, manifiesta Escolar Vega.
Predio privado
El ingreso a la reserva ecológica debe ser autorizado por ser una propiedad privada, la Fundación Los Charcones es la entidad que regula el ingreso a este ecosistema.
Las personas que quieran vivir la experiencia de refrescarse en las aguas naturales y demás atractivos, podrán hacerlo por $20.000 incluye un guía e hidratación y un seguro. Los dineros son reinvertidos en la conservación de la reserva natural.
En Atlántico
Otras áreas protegidas
Luriza (Usiacurí), El Palomar (Piojó) y Los Rosales (Luruaco), son las tres zonas públicas de conservación de especies de fauna y flora en el departamento del Atlántico. Luriza, es considerado un paraíso donde predomina el color verde en sus infinitas tonalidades, está a solo 6 kilómetros del casco urbano de Usiacurí.
En el Palomar, se encuentran especies de plantas consideradas dentro de las categorías de amenaza de Colombia, con once especies registradas con algún nivel de riesgo entre ellos, calabacillo, guayacán, macondo, palma de corozo. En Los Rosales se encuentra una gran diversidad de especies de flora en la zona y especies endémicas de bosque seco.
El proceso
Esta iniciativa nace de un grupo de ciudadanos oriundos de Piojó, entre ellos, Manuel Villanueva, representante legal de la Fundación Ecológica Los Charcones, quien radicó ante Parques Nacionales Naturales de Colombia, tal como lo establece la norma, los documentos para el registro como reserva natural de la sociedad civil a favor del predio denominado La Garita. Entre los requisitos que presentaron están un mapa de zonificación con la indicación del área a registrar: zona de conservación, de amortiguación, agrosistemas y de infraestructura. Luego de la verificación en terreno y el cumplimiento de los requisitos, Parques procedió a la declaratoria con el objetivo de asegurar y conservar la diversidad biológica. Las inversiones que realicen los titulares de las Reservas Naturales de la Sociedad Civil son objeto de beneficios tributarios. Deducción de hasta el 20% en la Renta Líquida por inversiones en mejoramiento y control ambiental.
