El Heraldo
Así se ve la calle 84 a la altura de la carrera 43, en hora pico. El trancón se extiende hasta la 51B. César Bolívar
Barranquilla

Ocho puntos que ‘infartan’ la movilidad en Barranquilla

EL HERALDO recorrió las vías de la ciudad atendiendo al reporte de los usuarios y evidenció que la falta de reguladores e invasión del espacio público inciden en el caos vehicular. 

El crecimiento urbanístico acelerado de Barranquilla, que según expertos ha ocasionado el incremento del número de vehículos que se movilizan por la ciudad, es lo que está “generando el caos en la movilidad” en varios sectores de la ciudad. En la capital del Atlántico circulan 182.157 vehículos, según cifras de la Secretaría de Tránsito y Seguridad Vial, a corte del 30 de noviembre pasado. 

EL HERALDO realizó un recorrido por las calles y carreras de la ciudad que, según los reportes de los ciudadanos a la línea Wasapea (3104383838), registran las mayores afectaciones por causa de la congestión vehicular.

Durante el experimento se determinó que la invasión del espacio público y de los carriles, los diferentes cierres de calles y carreras por obras, la cantidad de vehículos que movilizan por las avenidas, así como la falta de semáforos y reguladores vehiculares, afectan el buen desenvolvimiento de la movilidad en la ciudad. 

En el centro

 El recorrido comenzó un jueves, a las 10 de la mañana, en la carrera 44 con calle 40 hacia el Paseo Bolívar, que por la dificultad en la movilidad terminó 20 minutos después. Lo que generaba traumatismos del tráfico en esta zona, según lo evidenciado, guardaba relación con los vendedores apostados en casuchas a lo largo de ambas aceras de la vía, quienes invadían los carriles y hacían más angosta la zona para el flujo de los vehículos, sumado a la cantidad de peatones, que a falta de reguladores, cruzaban la carrera sin ninguna precaución.

“Esto acá en esta zona de la ciudad siempre ha sido así. Hace falta el control del espacio público para que permitan el funcionamiento eficiente de la vía. Nos quejamos que no hay calles en el Centro, pero sí las hay, solo que no se están utilizando como debe ser”, señaló Humberto Ruiz, un conductor que bajaba por la carrera 44 hacia la calle 30. 

Muy cerca a este punto, en el Paseo Bolívar, no pintaba distinto con los trancones. En ambos sentidos para movilizarse desde la altura de Fedecafé y hasta la carrera 38 y viceversa, había que armarse de paciencia. Transeúntes, vendedores ambulantes y carricocheros hacen más difícil la tarea de desplazarse en vehículo por esa zona de la ciudad, que puede tomar hasta 20 minutos. 

La congestión en la carrera 64 con la calle 85.

“Yo para acá no agarro bus ni loca”, dijo Brígida Suárez, una mujer que se dirigía caminando a la feria de ropas y juguete en la plaza Bolívar. “El barranquillero sabe que para el centro hay que venir caminando, ya que cuando uno compra camina hasta las carreras 38 o 46 para agarrar un taxi” señaló. 

Otro de los puntos reportados como críticos por los conductores es la calle 30, sobre todo los tramos que comprenden desde la carrera 44 a la 38.

En este punto se repite la misma situación que en el Paseo Bolívar. Peatones, vendedores, pero se le suma la falta de paradas demarcadas para los buses. Nelson Contreras, un taxista que se movilizaba por la calle 30, calificó de “bárbaros” los trancones de esta zona. 

“Yo puedo demorarme casi media hora en un trancón de la 30 y eso afecta muchas veces en que nosotros no queramos realizar carreras para esta parte de la ciudad. Acá no hay control, los buses hacen lo que les da la gana. Todo eso influye en esta situación”, indicó Contreras.

Siguiendo el recorrido por la calle 30 se encontraron trancones lo largo de la vía. A la altura de la carrera 14, por unas obras en la vía, había un desvío que obligaba tomar la calle 31 y bajar por la carrera 11. Acá el tiempo de demora en el tráfico puede ser de hasta 15 minutos.

En el norte

 El recorrido continuó en el norte de la ciudad. A lo largo de la calle 76, entre carreras 54 y 43, se evidenció la presencia de un solo regulador de tráfico en la carrera 49C; sin embargo, la congestión vehicular se generaba por los carros que querían doblar para bajar hacia la carrera 44. La demora en este trayecto fue de 17 minutos.

Situación similar se registró durante un recorrido por la calle 79 entre carreras 43 y 51B. David Buzón, conductor y usuario frecuente de esta vía, indicó que es “en hora pico” cuando más “insoportable” se torna el tráfico, sobre todo entre las carreras 43 y 44. 

Vista de la calle 79, a las 5:30 de la tarde.

“Debo transitar esta vía porque es la única que me lleva a mi casa. Esto es extenuante, los cambios viales, los trancones, los desvíos. Yo espero que esto termine algún día y que podamos movilizarnos tranquilamente por la ciudad”, manifestó Buzo.

Otro de los puntos con congestión vehicular está en la calle 84, entre carreras 42H y la 51B, siendo desde la carrera 43 a la 44 el tramo donde más los conductores demoran para transitar. De igual forma  la calle 85, entre las carreras 64 y 65, registra traumatismo, lo que podría llevar a un conductor a demorar más de 15 minutos en el represamiento vehicular.

A la salida de la ciudad, en la carrera 53 con calle 106, sentido Puerto Colombia- Barranquilla, hasta la rotonda del Parque de Raquetas, el tráfico detenido puede demorar hasta 10 minutos, por el volumen de vehículos que transitan por esta zona.

“El modelo de desarrollo urbanístico de la ciudad está cambiando”

Para el consultor en temas de seguridad vial, Isidro Ruiz, el tema del tráfico en la ciudad está divido en dos grandes sectores: la zona del centro y el norte de Barranquilla.

Para el experto la movilidad se rige de acuerdo con las necesidades de las personas que habitan en la ciudad. “En todas las ciudades del mundo el tema del centro siempre estará congestionado por estar la concentración de los servicios en esta zona”, dice. El factor infraestructura es otro de los casos, según Ruiz, que incide en el tráfico en el centro. “Hay calles y carreras estrechas de poca capacidad, sumado a la invasión al espacio público”.

El consultor asegura que para el norte de la ciudad las variables cambian. “El modelo de desarrollo urbanístico de la ciudad está cambiando. Hay sectores, por ejemplo, del norte de la ciudad donde había casas de una planta que fueron reemplazadas por edificios de 15 pisos, donde viven 45 familias. Y cada familia tiene un carro”. Ruiz afirma que otro de los factores que dificulta la movilidad en el norte es el tema de las obras. “Es bueno que haya ampliación de vías y arreglos, porque implica que la ciudad está en desarrollo y se están solucionando los problemas; pero lo malo es cuando no se hacen de forma organizada, planificada y sin estimaciones de tiempo. Todo eso influye en el sistema vial de la ciudad”, explica Ruiz. 

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