Ecoparque en Mallorquín: saldar una deuda con la ciénaga
El proyecto cuenta con una inversión estimada en $350 mil millones. Primera y segunda fase serán entregadas en el primer semestre y mediados del próximo año.
El planeta experimenta los efectos del cambio climático, lo que ha obligado a los gobiernos a tomar medidas para la adaptación a este fenómeno. Barranquilla ha puesto de manifiesto la necesidad de realizar esfuerzos de recuperación ambiental de los ecosistemas acuáticos, así como de fomentar la cohesión social por medio de proyectos transversales.
Es así como está haciendo grandes esfuerzos para lograr la recuperación integral de la Ciénaga de Mallorquín, con el fin de hacer frente a esta problemática.
Frente a las obras que se desarrollan en Mallorquín, expertos y la Corporación Autónoma Regional del Atlántico –CRA– manifestaron que el proyecto en esa zona es viable teniendo en cuenta los aspectos ambientales para la conservación e impulso de este ecosistema de manglares.
Según Karina Castellanos Romero, bióloga y docente asociada a la facultad de Ciencias Básicas de la Universidad del Atlántico, la ciénaga de Mallorquín tiene un potencial innegable para convertirse en un área con figura de protección que se denomina Distrito de Manejos Integrados por ser un socio ecosistema.
Lo anterior, manifestó, que los fines de conservación no impiden la posibilidad de realizar algún tipo de intervención en estas zonas.
“Las comunidades pueden seguir desarrollando actividades de forma organizada y respetando los principios de conservación de las funciones de estos sistemas acuáticos”, dijo.
Explicó que es fundamental mantener el manglar, por ser determinante ambiental y normativo, al igual que se deben aplicar ciertas restricciones en la eliminación de otro tipo de coberturas y contribuir a una mayor organización en el establecimiento de actividades productivas por las cuales la comunidad siga teniendo acceso.
Además, precisó que existe una arquitectura sostenible que es perfectamente compatible con el hecho de que se conserven todas las funciones del ecosistema ciénaga de Mallorquín.
La experta, desde hace tres años, viene adelantando un trabajo sobre este ecosistema cenagoso y sus potenciales en lo ambiental. Es por ello, que manifestó que espera y se mantengan todas las recomendaciones que se hicieron para que pueda desarrollarse toda la infraestructura compatible con el ambiente y sea sostenible.
Según la CRA, el proyecto Ecoparque Mallorquín ha permitido redescubrir la importancia ambiental y social de la ciénaga e identificar servicios ambientales que este ecosistema le puede brindar a la ciudad, tales como la práctica de actividades deportivas, culturales, ecoturísticas y científicas.
La autoridad ambiental indicó que ha venido acompañando al Distrito de Barranquilla en la ejecución de este proyecto.
“La Corporación de la mano de la comunidad del área de influencia ha ejecutado actividades de siembra de mangle y limpieza de la infraestructura que rodea la Ciénaga, lo anterior con el objetivo de mantener este ecosistema en las condiciones ambientales adecuadas para que el Proyecto del Ecoparque sea sostenible en el tiempo”.
Las obras del Ecoparque Ciénaga de Mallorquín avanzan a “buen ritmo” como lo ha referido el Distrito de Barranquilla. La iniciativa de volcar la ciudad a las bondades de la naturaleza y contribuir a un desarrollo económico, social y urbano se encuentra en construcción.
Actualmente se desarrolla la primera y segunda unidad funcional de este complejo turístico que se espera se concluyan obras el primer semestre y mediados de 2023, respectivamente. Todo el proyecto cuenta con una inversión estimada de $350 mil millones.
El alcalde Jaime Pumarejo resaltó la importancia de proyectos como este en la ciudad que contribuyen a la apuesta por un desarrollo más humano y sostenible.
“Estamos contentos de ser la primera biodiverciudad de Colombia. Es una apuesta enorme que va a cambiar la manera como los barranquilleros vivimos y disfrutamos nuestra ciudad y cambiará la manera como nos ve el país, el mundo y nos volverá mucho más atractiva para visitar y para vivir”, expresó.
Agregó que el proyecto jalonará turismo, generará empleo y mejorará la calidad de vida de los barranquilleros.
“Va a ser un ecoparque que va a ayudar a preservar cada día más los mangles y a conservar este ecosistema y la playa de Puerto Mocho, que vamos a protegerla”, aseguró.
En esa misma línea, el ministro de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Carlos Correa, en su pasada visita a Barranquilla, manifestó que el proyecto traerá una valorización y capacidad de oportunidades para la comunidad.
“El Gobierno viene trabajando en una agenda de medio ambiente y este proyecto está adaptándose para proteger la biodiversidad, trabajar en la polución y contaminación”.
Por otra parte, Luis Ávila, presidente de la Asociación de Pescadores de La Playa, calificó la megaobra del Ecoparque como “positiva” siempre y cuando se tengan en cuenta las recomendaciones que se han hecho desde el sector pesquero.
“Aspiramos que este proyecto sea la solución para mejorar las condiciones de la ciénaga”, dijo el dirigente.
Sostuvo que se debe en primera medida mejorar la calidad del agua y la construcción de un nuevo alcantarillado para que se evite que las aguas servidas sin tratamiento sigan contaminando este ecosistema.
Detalló además que el Distrito ha venido socializando el proyecto con la comunidad y la asociación de la que hace parte sobre el curso de las obras y que esperan sea informado de los ajustes que se han hecho al plan.
La unidad funcional uno contempla la instalación de los pilotes de madera, de diámetros entre los 0.2 y 0.25 metros con profundidades de desplantes entre los 6 y 10 metros lineales, para crear las áreas palafíticas en las que se podrá caminar por encima de la ciénaga. Serán construidos 1.5 kilómetros de sendero peatonal, 1.4 kilómetros de ciclorruta, cuatro locales comerciales y un parqueadero con capacidad para 58 vehículos. Estas obras tienen un valor de 82.464.264.620 y es ejecutada por el Consorcio JCO Mallorquín.
Actualmente, de acuerdo con el reporte del Distrito, se está realizando la instalación de los pilotes que soportarán la estructura de madera de los senderos que contempla el proyecto. Se hincarán 1.459 pilotes en esta fase y van instalados a la fecha 735; es decir, el 50 % del pilotaje. En simultáneo, precisó la administración, se realiza la instalación de vigas principales y las riostras. Lo que hace falta de esta primera unidad funcional es la construcción de la pasarela, el hidrosanitario, redes de servicios públicos y equipamientos en madera. Estas obras arrancaron el 1 de septiembre de 2021 y la fecha de finalización, según lo informado por el alcalde Pumarejo, será en el primer trimestre de 2023. La interventoría a esta fase la ejerce el Consorcio UF 1 Mallorquín.
La unidad funcional dos contempla, según lo proyectado por el Distrito, 2.8 kilómetros de senderos nuevos entre paseos peatonales y ciclorrutas. De igual manera, contará con playa y piscina natural, distintos muelles para acceder al agua y equipamiento con puntos comerciales para el consumo de alimentos. “Esta segunda unidad funcional tendrá plataformas flotantes, equipamiento para avistamiento de aves, graderías para apreciar la naturaleza, salones didácticos, baños, parqueadero para atención al usuario”, explicó Ricardo Vives, gerente de Puerta de Oro.
El valor total de esta fase es de 113.014.745.304 y está a cargo la firma TICOM S.A - Transporte, ingeniería, construcciones y maquinaria S.A. El inicio de obras fue el pasado 16 de mayo de 2022 y la fecha de terminación está pactada para el primer semestre de 2023. Actualmente se desarrolla el proceso de adecuación de campamento, revisión de estudios y diseños y tramitación de permisos ante entidades competentes. Lo que viene para esta unidad funcional es arrancar el proceso de construcción. La interventoría la ejerce el Consorcio Ecoparques.
En la unidad funcional 3 se localizará el Bio-museo, el cual pretende generar conciencia acerca del estado de la ciénaga, las especies que la habitan, su cuidado y conservación. Asimismo, se le dará tratamiento a la calidad del agua de Mallorquín.
Esta fase estará conectada al resto del proyecto mediante senderos y a la vía principal por una vía rodada. Para la unidad funcional 4 se construirá una plataforma circular que se emplaza sobre la ciénaga y pretende albergar programas dentro de ella. De esta se desprenderá un sendero sobre el borde de la ciénaga con el fin de impedir el crecimiento y la expansión descontrolada sobre el ecosistema.
Aquí también se propone un equipamiento, el cuál es la marina, que busca capacitar a pescadores para que ejerzan su labor de manera que sea más eficaz y no afecte a la ciénaga.
