El Heraldo
Los niños durante la espera del arranque del partido. John Robledo
Barranquilla

La experiencia de 61 niños en el estadio Metropolitano

El beneficio fue gestionado a través de la Policía Nacional. 

Ver jugar un domingo a Junior en el gramado del estadio Metropolitano Roberto Meléndez es una tradición que los hinchas rojiblancos han conservado durante años. Niños, jóvenes y adultos asisten a disfrutar del espectáculo futbolero, sin importar si el equipo atraviesa por la peor de las rachas o se ubica en lo más alto de la tabla.

En la noche del domingo, el ‘Metro’ fue el espacio para el cumplir el anhelo de 61 menores del corregimiento de Caracolí (Malambo). Un sueño que no se había materializado debido a la escasez de recursos que padecen.

Los niños estuvieron como “invitados especiales” en el escenario deportivo durante el ‘Clásico Costeño’ entre Junior y Jaguares, gracias al programa de prevención liderado por el grupo de Carabineros de la Policía Nacional, a través del cual buscan brindar nuevos espacios de recreación a los más pequeños.

A solo dos horas del inicio del juego, los menores fueron instalados en la tribuna oriental del ‘Metro’. De a poco fueron ocupando las sillas mientras observaban cada uno de los detalles del escenario, balbuceando cada frase que se plasmaba en las banderas rojiblancas que adornaban cada una de las gradas.

El asombro era evidente. Tenían, frente a sus ojos, un lugar que hasta ese día solo habían visto en televisión.

A falta de vuvuzelas, los gritos de los menores animaban a los asistentes que se hallaban alrededor a la espera de que empezara a rodar el balón. Los aplausos, risas y saltos, representaron las acciones constantes  que reflejaban la influencia de este deporte en el bienestar emocional de los menores.

“Estoy muy emocionado, es mi primera vez aquí y siempre lo soñé, no imaginaba que fuera tan bonito”, dijo entre risas, Jemerson Álvarez, uno de los niños.

Sonó el silbato que dio inicio a los primeros 45 minutos del compromiso y  sus voces no se dejaron de escuchar.  Reaccionaban a cada acción, sin importar que esta no aportara al desarrollo del juego.

Saltaban al escuchar el sonido de los tambores proveniente de unos barristas de la tribuna norte hasta que se registró el minuto cinco de partido y Junior se ponía abajo en el marcador mediante una anotación del equipo visitante.

Los silbidos de los hinchas se empezaron a sentir y los menores decidieron alentar a través de un “sí se puede” que no dejaron de emitir hasta que en los últimos minutos de la primera mitad, se decretó una pena máxima a favor de los ‘rojiblancos’  que empataría el resultado y lograría que los malamberos vieran y gritaran por primera vez, un gol del equipo que para ellos, representa “la pasión de toda una región” en la grama del Roberto Meléndez.

Una reina infantil representante del corregimiento. John Robledo

El proyecto

El teniente Mauricio García, integrante del grupo de Carabineros de la Policía Nacional, expuso que con este tipo de acciones buscan espacios de esparcimiento a los niños: “Queremos tratar de llevar una sonrisa a unos niños que nunca habían tenido la oportunidad de estar en un escenario así para ver a su equipo”.

Asimismo, el uniformado resaltó que el programa se extenderá a más zonas rurales de los municipios del Atlántico.

 

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