Habitantes de San José aseguran que se les apareció “Nuestro Señor”
Vecinos del barrio dicen, entre chistes y chanzas, que en un tronco se aprecia el rostro de Jesús.
En el taller Donde Fausto pasó algo inusual. Los mecánicos dijeron que se les apareció “Nuestro Señor Jesucristo” y, aunque les sorprendió, se lo han tomado con gracia. Se ríen y bromean de ello. Quizá porque, pese a que “es igualito”, dudan de que se trate propiamente de una aparición cristiana. O tal vez por las cervezas que suelen acompañar las horas laborales, por eso de que trabajan junto a una cantina, en la esquina de la calle 38 con carrera 23, en el límite de los barrios San José y Montes. Razones de fuerza mayor.
Por eso, la madera rubia del tronco que el señor Dagomar Llanos “mandó a picar” el jueves pasado no ha vuelto ser intervenida. Eso sí, la han tocado bastante. “Es que mira la imagen que botó —dijo este domingo a EL HERALDO Francisco Segura, ‘el Pato’—, es la imagen de Nuestro Señor. Y no es mentira, porque ahí se ve clarita, ¿cierto?”.
Según contó Dagomar Llanos, cuya fama ha venido en aumento tras reconocerse como dueño del tronco, la anécdota que ya ha repetido una y otra vez comenzó a gestarse en las lluvias de hace una semana, cuando un bus de María Modelo perdió el control y se fue contra el árbol que tenía desde hace muchos años plantado frente a su cantina, justo al lado de Donde Fausto.
“El bus se llevó el palo y se cayó el tronco. Le sacó la raíz y todo. Entonces lo mandamos a cortar y salió la imagen. Dos imágenes”, recordó Llanos. Ese día estaba en el lugar David Beltrán, quien también trabaja en el taller de Fausto y aseguró haber sido el descubridor del nuevo orgullo del barrio.
“Yo me di cuenta cuando pasaron la sierra y dije: ahí hay una cara de un santo. Eso fue lo único que dije ese día y no me querían creer. Decían que yo dizque estaba loco, pero mírala”, contó Beltrán, señalando el “rostro” en la madera.
Desde entonces, vecinos del barrio se han ido acercando al lugar de la curiosa aparición, siendo recibidos con bromas y amabilidad por los trabajadores del sector, que hasta se ofrecen a tomarles una foto con “Jesús”.
Uno a uno, los visitantes evalúan el sainete y, después de un rato mirándola con los ojos entrecerrados, alimentan la creencia de que “sí se parece”. Y, aunque quizá estén tomando de referencia al ‘Ecce Homo de Borja’, cada vez que alguien ve a un par de personas alrededor del tronco y preguntan “¿Aquí qué pasó?”, alguien responde: “Se apareció Jesús”.
