El 'Metro' se tiñe de amarillo
En la ruta hacia las puertas de acceso era inevitable encontrarse con el ofrecimiento: "¡Compro boleta que sobre! ¡Compro boleta que sobre! ¡Compro boleta que sobre!".
Poquito a poquito, suave suavecito se fue tiñendo de amarillo el estadio Metropolitano Roberto Meléndez para el crucial partido entre Colombia y Paraguay por la eliminatoria al Mundial Rusia-2018.
En medio de música vallenata y salsa a alto volumen, en los estaderos de los exteriores del escenario futbolero, la gente se va abriendo paso hacia las entradas de cada tribuna.
En la ruta hacia las puertas de acceso era inevitable encontrarse con el ofrecimiento: "¡Compro boleta que sobre! ¡Compro boleta que sobre! ¡Compro boleta que sobre!".
Los revendedores nunca faltan y andan en pleno apogeo, comercializando los tiquetes que guardan en sus bolsillos y tratando de adquirir los que le sobran a los hinchas que llegan.
Afortunadamente el cielo ha estado despejado y la cancha a la distancia se ve en buenas condiciones.
El público recibe unos abanicos obsequiados por un patrocinador y comienza a ventilarse para tratar de sofocar la humedad y el calor que se siente.
Balones gigantes distraen a la gente en las tribunas y un animador, a través de una amplificación ensordecedora, intenta inyectar más del entusiasmo que la gente irradia por sí sola.
Fabián Vargas y Gerardo Bedoya, exintegrantes de la selección Colombia, regalaron balones de un patrocinador lanzándolos a las tribunas desde la pista atlética, mientras un reguetón sonaba de fondo.
