El Heraldo
Panorámica del canal de acceso al Puerto de Barranquilla, que hoy tiene restricciones en la navegabilidad. Archivo
Barranquilla

Canal de acceso pierde 1,4 m en una semana

La Dirección General Marítima (Dimar) informó este viernes que las restricciones en el puerto bajan a un calado de 8 metros.

El canal de acceso al puerto de Barranquilla perdió 1.4 metros de profundidad en los últimos seis días, cuando pasó de tener un calado autorizado para el ingreso y salida de buques de 9.4 metros a uno de 8. 

La Dirección General Marítima (Dimar) a través de su Capitanía de Puerto de Barranquilla informó este viernes que este calado para los buques estará vigente hasta una próxima actualización y corresponde a la evaluación de las condiciones que se realizó con anterioridad. 

Teniendo en cuenta esto, la entidad manifestó que los buques con eslora de 170 hasta 200 metros solo podrán realizar su operación a la luz del día con el calado autorizado y los buques con eslora igual o menor a 169.9 metros no tienen restricciones. 

Asimismo, la Capitanía de Puerto resaltó que pueden surgir modificaciones en las próximas horas para el calado, por lo que recomienda al gremio marítimo tomar las medidas pertinentes de seguridad.

“La Dirección General Marítima realiza monitoreo constante del canal, con el objetivo de garantizar maniobras marítimas y fluviales seguras y confiables según las condiciones que se presenten día a día, con el compromiso institucional de facilitar el comercio, trabajando mancomunadamente con los diferentes gremios marítimos y portuarios”, indicó la Dimar en un comunicado.

En la noche del jueves, la institución nacional había advertido de nuevas restricciones en el canal de acceso por la alta sedimentación que arrastra el río Magdalena, como consecuencia de las lluvias registradas en el interior del país.

Sostuvo, además, que este fenómeno formó “un bajo de 300 metros de longitud y 65 metros de ancho afectando el canal de acceso a la altura de Bocas de Cenizas”.

Para el mes de junio del año pasado el calado autorizado para el canal de acceso al puerto de Barranquilla registró una restricción récord de 7,5 metros.

Pérdidas

En lo que va corrido de este año, al menos 14 buques han aligerado carga en otros puertos diferentes a Barranquilla por bajo calado en el canal de acceso, producto de la alta sedimentación que arrastra el Río. Así lo indicó ayer Alfredo Carbonell, director ejecutivo de Asoportuaria.

“Tenemos hasta el momento 14 buques que se han desviado para un total de 71.372 toneladas que se aligeraron en otros puertos cercanos”, precisó.

El directivo manifestó su preocupación frente a las nuevas restricciones para la navegación por el canal de acceso al puerto como consecuencia de la acumulación de sedimento. 

Carbonell aseguró que cuando se presenta esta situación la consecuencia no es solamente el aligeramiento de buques en otros puertos, sino también la carga que se pierde pero que queda en un subregistro porque nunca llega debido a que el canal no tiene las condiciones adecuadas. De igual manera, los sobrecostos para los usuarios la pérdida de confianza en la zona portuaria de Barranquilla, son factor intangible que terminan afectando al gremio portuario.

“Nosotros estamos agilizando las gestiones para que la draga pueda arribar lo más pronto posible, tenemos información que estaría arribando a mediados de la próxima semana y es imprescindible para nosotros contar con ese dragado de mantenimiento para retornar a la normalidad de las operaciones”, dijo Carbonell.

Posible Solución

El director ejecutivo de Asoportuaria mencionó tres puntos que podrían ser la solución definitiva a todo este tipo de situaciones para la navegación en esta zona. Entre esos están: la inversión en las obras rígidas del canal de acceso, lo cual —según el director de Asoportuaria— no se hace en mucho tiempo y se tienen descuidados los tajamares.

El segundo punto es cambiar el modelo actual de dragado. Contar con la disponibilidad permanente de una draga más pequeña para hacer los trabajos de una manera preventiva y con mayor agilidad. Con el modelo actual, dijo Carbonell, llegan unas dragas muy grandes, pagando altos costos de movilización cuando ya se tienen las restricciones de emergencia.

Por último, propuso un monitoreo como se hacía en el pasado con el laboratorio de ensayos hidráulico de Las Flores, para predecir y conocer el Río con rigor técnico, de tal forma que se puedan tomar mejores decisiones sobre las obras y dragados que se deben realizar.

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