Bloque de búsqueda en El Campito por un oso hormiguero
El animal llegó al barrio la noche del domingo y estuvo en un árbol de níspero durante 24 horas, hasta que se marchó y “se le perdió” a los vecinos.
La travesía de un oso hormiguero en el barrio El Campito, de Barranquilla, comenzó la noche del pasado domingo, cuando por accidente se cayó de un palo de níspero en el que se había trepado. Silencioso, solitario y aventurero, el animal llegó a este sector residencial y captó la atención de los vecinos, quienes lo observaron con curiosidad y admiración.
Al parecer, el animal se habría fugado o perdido de los terrenos naturales del Jardín Botánico de la ciudad, a unas cuatro cuadras del lugar en donde lo encontraron los residentes de El Campito, en el Suroriente. Asustado, según contaron los testigos, el oso hormiguero permaneció en lo más alto del árbol de níspero hasta altas horas de la madrugada. Desde arriba, pendiente y alerta ante cualquier peligro, decidió abandonar su morada provisional cuando no detectó presencia alguna en los alrededores.
Mientras estuvo arriba en el árbol, los vecinos aprovecharon para tomarle fotografías e intentar darle alimento, pero el oso se mantuvo esquivo ante los fallidos intentos de auxiliarlo por parte de los habitantes del sector. Algunos, asustados, quisieron incluso bajarlo a palos, pero pesó más la voluntad de quienes decidieron dejar en paz al animal, preocupados por su salud y bienestar.
“Unos creyeron que era una rata, otros un zorrochucho, y por eso lo quisieron golpear. Los niños que juegan por acá fueron los primeros que lo vieron y cuando lo detallamos entre todos supimos que era un oso hormiguero, quién sabe cómo llegó aquí”, contó Wilmer López, residente de El Campito.
En la primera noche que el oso hormiguero llegó al barrio el animal se cayó del árbol de níspero, lo que alertó de su presencia a los vecinos de la carrera 8D-1. Cachorro y en aparente abandono, el animal estuvo tendido en el suelo por unos 20 minutos, según contaron los testigos, hasta que -intrépido- se volvió a subir a una de las ramas más altas, en donde pernoctó durante horas.
“Cuando los vecinos escucharon un golpe salieron y, para su sorpresa, se encontraron un oso hormiguero en el suelo. Nosotros lo vimos herido y como triste, pero cuando quisimos reaccionar se volvió a subir al árbol y desde ahí era imposible ayudarlo”, recordó Johanna Vélez, propietaria de una de las viviendas cercanas al incidente.
Desde su refugio en las alturas, el oso hormiguero permaneció cerca de 24 horas vigilando el perímetro y recuperándose de sus heridas, según reportaron los vecinos de El Campito. En ese tiempo, contaron, acudieron a la Policía Ambiental por teléfono y presencialmente, pero manifestaron que no los atendieron y que “se quedaron esperando a que llegaran”.
“Nosotros, asustados, acudimos a la Policía Ambiental para que ayudaran al oso hormiguero, pero nos dijeron que iban a venir y nunca lo hicieron. Ya hoy (ayer) se fue y no sabemos dónde está, todos los vecinos lo estamos buscando”, contó María Lafourie.
Frente a este caso, y ante las quejas por parte de la comunidad, la Policía Ambiental pidió a los habitantes del sector y de Barranquilla que ante una situación como esta lo mejor es “dejar al animal en el árbol”, o en donde se instale, pues “ellos habitan en esta región”.
“La Costa Caribe es rica en reptiles y en algunos mamíferos y aves. Las personas somos los que les hemos quitado espacio en sus hábitats. Este caso, el del oso hormiguero, ya lo conocemos y la recomendación a las personas es a que no le arrojen piedras o lo ataquen, que lo dejen vivir en tranquilidad pues él es arborífero y habita en esas condiciones”, manifestó el intendente Ever González de la Policía Ambiental en Barranquilla.
La noche del martes 30 de julio, 24 horas después de permanecer en la zona, el oso hormiguero se bajó del árbol y trepó por las fachadas de otras casas, en las que se asentó en las terrazas. Desde ahí, y a través de los cables de electricidad, se movilizó hasta un árbol de torombolo y ahí se escondió hasta el día de ayer, cuando se le perdió de vista a los vecinos.
“No lo hemos visto más pero esperemos que no le hagan daño, o que haya vuelto al jardín botánico de donde creemos que vino. Es la primera vez que vemos un animal como ese por esta zona”, concluyó Wilmer López.
Sin embargo, varios vecinos se organizaron para buscar al animal y devolverlo a la zona del Jardín Botánico.
La especia: La vermilingua
Los vermilinguos, conocidos comúnmente como osos hormigueros, son mamíferos nativos de América Central y del norte de Sudamérica, con muchos en Colombia. A pesar de su nombre, no tienen ninguna relación con los osos. Son animales mirmecófagos, esto es, que se alimentan de hormigas y termitas.
