El Heraldo
Fachada del teatro Amira de la Rosa, que cerró sus puertas desde 2016. Orlando Amador
Barranquilla

Avanzan fases para intervención del Amira de la Rosa

Durante una socialización del PEMP se dieron  a conocer los puntos más deteriorados del inmueble. Avanzan las fases del proceso para la intervención del escenario cultural.

Posterior a la aprobación del Plan de Manejo y Protección (PEMP) del Teatro Amira de la Rosa por parte del Ministerio de Cultura, el Banco de la República avanza en las fases de estudios, análisis y socialización de resultados, direccionados a la posterior intervención del inmueble, considerado un bien de interés cultural y arquitectónico. 

En el marco de la tercera reunión de socialización del plan —después de haber compartido los resultados de un análisis diagnóstico en los dos encuentros anteriores— el Banco de la República y la firma especializada Consorcio NVP detallaron la conceptualización del inmueble, producto de estudios interdisciplinarios realizados previamente entre las dos entidades, la Secretaría de Cultura y Patrimonio de Barranquilla y otros sectores nacionales. 

En este espacio de socialización del PEMP, arquitectos de la firma NVP categorizaron los espacios que componen el inmueble, conforme a su estado funcional. En ese sentido, se determinó que los espacios como el cuarto de máquinas del Teatro, actualmente, es una zona en mal estado, debido a que presenta corrosión de armaduras y carbonatación del concreto que integra la estructura. 

En cuanto a los espacios considerados en un estado funcional regular, los estudios demostraron que la obra de cañón (ubicada en la zona de acceso al inmueble), junto a la estructura donde se encuentran instalados los elementos de uso escénico –denominada tramoya– se encuentran en esta categoría. Además, se explicó que estas zonas que integran el Amira “presentan un deterioro causado por las condiciones climáticas de la ciudad, como altas temperaturas y salinidad”. 

Respecto a los elementos del teatro considerados en buen estado, destacaron los acabados, específicamente los vitrales de la estructura y cerramientos de madera que aún conservan un lugar en el lobby del inmueble. En el mismo sentido, en la socialización diagnóstica del PEMP se destacó que los espacios integrados por piedra de mármol –que son de varios tipos– también están en esta última categoría. 

No obstante, los arquitectos del Consorcio NVP aseguraron que, pese a que algunas zonas estén en buen estado, el Amira de la Rosa “no cuenta con niveles adecuados de seguridad” por el deterioro de varios de los elementos que componen el inmueble patrimonial y, a su vez, no cumple con algunas normas como sismoresistencia y de arquitectura sin barreras –que propone espacios incluyentes para población con discapacidad–.  

Lo mencionado, de acuerdo con Banrepública y la firma NVP serían algunos de los factores que habrían dado lugar al cierre del teatro en el año 2016. Sin embargo, tras los estudios de análisis diagnósticos, esos serían los puntos principales para abordar en la segunda fase del PEMP, donde se formularán los lineamientos para ejecutar estrategias bajo los niveles de intervención permitidos y las condiciones de manejo de las distintas áreas del inmueble. Esta fase se prolongará hasta el 2024. 

Trabajo interdisciplinario

 Durante el avance en estudios diagnósticos y evaluación del entorno del inmueble en cuestión –con base a lo informado por Banrepública y NVP– se han desarrollado espacios de participación de varios sectores considerados determinantes en el proceso de intervención y protección del teatro.

Entre estos, las entidades destacaron el aporte de gestores culturales locales, grupos académicos y de investigación, usuarios permanentes de los servicios culturales del Banco, grupos focales de adolescentes y adultos jóvenes e integrantes de Consejos de Área Artística de Barranquilla. Estos actores estarían realizando acciones conjuntas en aras de la recuperación del inmueble durante las próximas dos fases a desarrollar en el PEMP.

El proyecto de intervención

En enero de este año, el Banco de la República dio a conocer que “a finales de 2026 o principios de 2027” deben estar listas las obras de recuperación del emblemático Teatro Amira de la Rosa.

El anuncio fue hecho por  Diego José Restrepo Álvarez, gerente del Banco de la República en Barranquilla, quien explicó que durante el 2022 se realizarán mesas de trabajo con distintos grupos focales para revisar los avances en el proceso. Posterior a esa frase se hará la convocatoria de los diseños. 

Restrepo Álvarez reiteró el interés que tiene la entidad para conservar esos ‘tesoros’ que tiene el Teatro Amira, como el Telón de Boca pintado por el maestro Alejandro Obregón, los vitrales, las lámparas de cristal e incluso el viejo y frondoso árbol de caucho que hace las veces de guardián del recinto.

Cabe recordar que en 2016, el Banco de la República anunció el cierre del escenario cultural debido a la aparición de algunas fisuras en algunos elementos estructurales del teatro, lo cual conllevó a una revisión del edificio. 

Los resultados preliminares determinaron que lo mejor era proceder al cierre preventivo y una intervención de fondo. Tal decisión se tomó el 26 de julio de ese año.

El teatro Amira de la Rosa fue construido por la Sociedad de Mejoras Públicas de la ciudad entre 1963 y 1965, y fue recibido en 1980 por el Banco de la República en obra negra, en el marco de un comodato con dicha sociedad, terminando su construcción en 1982.

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