El exdirector de Cormagdalena, Augusto García, cuestionó las observaciones que realizó la Ministra de Transporte al proyecto.
Si se le exige a la APP del río Magdalena una licencia ambiental, el proyecto no estaría listo para este periodo presidencial. Así lo afirmó el exdirector de Cormagdalena, Augusto García Rodríguez, quien invitó al Gobierno a que reflexione sobre la decisión anunciada por la ministra de Transporte, Ángela María Orozco.
García señaló que no se le pueden exigir licencias ambientales a algo que no lo necesita, debido a que es un precedente “muy importante” que podría “cargar” una cantidad de proyectos en el país que no requieren de esta licencia.
“La Ministra tiene una equivocación o de pronto no está lo suficientemente bien asesorada porque es expresa la disposición legal contenida en la Ley 1682 de 2019 del propio Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (…) Allí se establece que las obra del Río que se diseñaron para ser colocadas en la recuperación de la navegabilidad, no requieren licencia ambiental”, precisó el exdirectivo.
García Rodríguez, quien fue el encargado de estructurar la APP que se le adjudicó a Navelena, afirmó que el proyecto sí contempla unas obras de encauzamiento e ingeniería distintas a las de mantenimiento, de acuerdo a lo previsto por las leyes y por lo tanto no requieren de licencias ambientales.
“Lo que sí se requiere es una guía ambiental, que no por eso deja de ser menos estricta, ya que el Ministerio de Ambiente exige que se cumpla una serie de normativas y planes de manejo ambiental que cumplan con las especificaciones y los requerimientos”, detalló García.
Otras observaciones
Augusto García también cuestionó las otras observaciones que realizó la ministra de Trabajo frente al diseño y a la estructuración de la nueva APP, del que manifestó que no se podía “convertir en otro Navelena”.
Frente a esto, el exdirector de Cormagdalena afirmó que es falso que el proyecto no haya tenido cierre financiero ya que dicho cierre lo alcanzó a realizar la banca japonesa, que después se retiró por el escándalo de la empresa brasileña Odebrecht.
“Navelena fue un proyecto bien adjudicado, en el que participaron doce grupos empresariales y se le adjudicó a la segunda o tercera compañía más importante en el mundo en ese momento”, sostuvo García.
De igual forma, aseguró que el hecho de que el peaje tenga un peso muy pequeño dentro del total de la financiación es un “triunfo” ya que con esto se busca incentivar el transporte de carga por el río Magdalena, no aumentar los costos de producción y contribuir con el medio ambiente del país.