Atlántico

El motocarrismo en Soledad sigue sin orden ni solución

En el municipio hay alrededor de 6.500 carros de 3 ruedas que trabajan en el servicio. Tienen restricciones de ‘Pico y Color’ y deben cumplir una ruta.

El uso del motocarro es un problema sin solución; por el contrario, crece cada día. En el caso de Soledad, el asunto se ha vuelto mucho más complejo después de la pandemia, debido a que miles de familias encontraron en esta actividad una salida a las dificultades económicas por la pérdida de empleo.

A esto se suma el problema de movilidad que generan por el incumplimiento de las normas de tránsito y la falta de control por parte de las autoridades. Quienes utilizan este transporte ilegal no calculan el riesgo que enfrentan, especialmente, cuando transitan por la calle 30, donde confluyen diferentes actores viales.

Un motocarrista asegura que deben salir a laborar desde tempranas horas de la mañana, como se haría en cualquier empleo, para lograr conseguir el producido, pagar la tarifa, en caso de que el vehículo sea alquilado y, además, llenar el tanque de la gasolina.

Kevin Cera menciona que desde hace dos años y medio ha logrado mantener una “buena” calidad de vida gracias a sus dos motocarros, uno propio y otro en alquiler. Con el dinero que obtiene con ambos vehículos, según él, consigue mantener y alimentar a su familia.

“Tengo dos motocarros, uno es propio y el otro lo alquilo por día y solo pago $45.000. Mi meta es hacerme la tarifa aunque es un poco pesado porque diariamente hay más de 5 mil motocarros en la calle”, expresa Cera.

El hombre asegura que trabajar “a sol y agua” no es una tarea sencilla, pero que logra conseguir mayor número de pasajeros por día, más cuando llueve. “Un día bueno está en $180 mil, pero hay que sacar $25 mil de gasolina y los $45 mil de la tarifa”. Prácticamente, la ganancia es la misma que la de un taxista. 

En Soledad rige un ‘Pico y Color’ como medida de regulación en la movilidad. Los días impares de la semana salen los motocarros de color naranja que terminan en número par y los días pares salen los de color azul que terminan en placa impar.

“La tarifa mínima está en $3 mil, pero la gente a veces no es consciente y regatea los precios. Diariamente tenemos que escondernos de la Policía porque si no nos inmovilizan el vehículo y nos sale caro el chistecito”, añade.

El conductor de motocarro José Barceló tiene 11 años en este oficio e indica que aunque le toca pagar $40 mil de tarifa en la cooperativa Cootranaltur, logra conseguir el diario porque ha logrado hacer su propia clientela.

“Gracias a Dios yo tengo dos motocarros para poder cumplir con la medida restrictiva, pero hay compañeros que solo tienen uno y les toca hacerse la ganancia de dos días en uno solo”, dice Barceló.

Pasajeros

La usuaria Nelbys Ruiz asegura que prefiere usar este medio de transporte porque es “más cómodo y económico”. “Yo siempre acostumbro a utilizar motocarro o taxi”, apunta.

Anthony Cabrera hace parte de la población que acostumbra a usar los motocarros como un medio de transporte en Soledad debido a que siempre puede acceder a este servicio sin mayor dificultad. “Es más práctico para uno como usuario. Me dirijo desde el Centro Comercial Plaza del Sol hacía Soledad 2000 y solo me cobran $3 mil”.

Respuestas de autoridades

 El director del Instituto de Tránsito y Transporte de Soledad, Jesús Montenegro, manifiesta que desde años atrás el gremio de motocarros ha brindado un servicio de transporte informal en el municipio y eso ha significado un aspecto “positivo” en la economía de estas familias.

Sostuvo que el Instituto de Tránsito y Transportes, a través del Decreto 288 de 2017, regula este medio de transporte a través de medidas como pico y color, día sin moto, restricción en uso de vías y restricción de circulación nocturna.

“Los conductores también deben tener al día los documentos correspondientes como: Licencia de conducción, SOAT y técnicomecánica; en caso de no portarlo serán objeto de multas o inmovilizaciones, según lo establece la norma”, explica Montenegro.

El funcionario indica que en Soledad laboran alrededor de 6.500 motocarros distribuidos en las 18 cooperativas que están constituidas en el municipio, con quienes, además, el Instituto ha adelantado mesas de trabajo para lograr un nuevo censo que permita establecer el número exacto de vehículos que circulan actualmente.

Dicho censo también busca identificar a los conductores de este vehículo y su condición o estrato socioeconómico. “Consideramos que este transporte no es ilegal, sino informal”, asevera Montenegro.

El Ministerio de Transporte reglamentó, a través de la legislación del decreto 4125 de 2008, que el servicio público de transporte terrestre automotor mixto en motocarro podrá ser utilizado en los municipios del territorio nacional con población total o inferior a 50 mil habitantes.

Asimismo, podrá ser usado por medio de empresas o cooperativas “legalmente constituidas y habilitadas” en el municipio correspondiente que tengan por objeto único el transporte. Este se autorizará para el radio de acción municipal –especialmente– cuando la prestación del servicio de transporte sea insuficiente o precaria en zonas de operación conformadas por varios municipios del territorio nacional.

Sin embargo, de acuerdo con la información del DANE en 2018, el municipio cuenta con un total de 666.109 habitantes; pero en realidad, Soledad tendría una población mayor a los 800 mil habitantes, el 75 % en los estratos 1 y 2.

Movilidad

El ingeniero y experto en movilidad Víctor Cantillo reconoce que la alta tasa de desempleo hizo crecer las cifras de este tipo de vehículos de manera “descontrolada” y que fue por esta razón que el municipio de Soledad continúa tratando de regularlos y continúa siendo un medio de transporte ilegal.

“Cualquier tipo de regulación implicaría cambiar la norma. Socialmente ha generado un impacto positivo para las personas que no tienen otra fuente de trabajo, pero en cuanto a aspectos relacionados con la movilidad, el impacto ha sido mixto porque tiene puntos a favor y en contra”, expone Cantillo.

Dentro de las ventajas de este medio, el experto indica que estos vehículos tienen acceso a zonas donde otros medios de transporte no acceden y llegó a solucionar una deficiencia del Transporte Público Colectivo. “Se convirtió en una solución para esos barrios informales y periféricos”.

Sin embargo, Cantillo estuvo de acuerdo con que este sistema ha afectado al transporte legal que sí cumplen con los reglamentos que obliga la norma. 

“No pagan seguros, no pagan impuestos ni prestaciones y en muchos casos el conductor no tiene licencia. Tienen ventajas de costos menores que pueden ofrecer y pueden transitar por cualquier parte sin mayor restricción”.

Otra de las desventajas de este medio de transporte es que genera congestión en la movilidad y riesgos de inseguridad y accidentalidad. “Yo he estudiado el fenómeno y creo que una alternativa es que actúen como alimentadores del transporte formal, en recorridos específicos y en zonas periféricas”.

Por su parte, el profesor del área de transporte en la Universidad de la Costa, Miguel Figueroa, estuvo de acuerdo con que el papel del motocarro es significativo en Soledad debido a la afluencia de estos vehículos y su “alta” demanda.

Para el experto la solución al “descontrol” de este medio de transporte es que sea legalizado porque regularía –en mayor medida– su forma de operar y también solucionaría su seguridad.

Son ensamblados en Armenia

Un distribuidor de motos y motocarros manifestó que la historia de este tipo de vehículos en Colombia se remonta a los años 60, pero toma fuerza a finales de los 90 con la llega de una marca de la India.

Los motocarros llegan desde ese país a Colombia para ser ensamblados. Es en Armenia donde se realiza el proceso de transformación y ensamble, pintura y aceptación de calidad para luego ser despachados a todas las zonas del territorio nacional.

Estos vehículos tienen un precio de $15.490.000 (IVA incluido), pero este valor no incluye costos de matrícula y SOAT. Además, se estima que la vida útil de un motocarro es de 10 años; sin embargo, depende de su uso y de su cuidado. 

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