Indígenas yukpa regresarían al Perijá después de Carnaval
Miembros de la comunidad indígena, asentados en la oreja del puente de la Circunvalar con Murillo, realizan artesanías para poder costear algunos gastos.
Los indígenas yukpas asentados –desde hace dos meses, aproximadamente– en sectores de Barranquilla y Soledad no contemplan la idea de regresar a la Serranía del Perijá, su hábitat, en las próximas semanas.
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A pesar de encontrarse viviendo en “condiciones infrahumanas”, los miembros de esta comunidad étnica aseguran que estarán en este territorio –al menos– hasta después de Carnaval para poder comercializar las distintas artesanías que han creado con palma de iraca.
Esta situación ha despertado la preocupación de vecinos y transeúntes, quienes piden la intervención por parte de las autoridades competentes, debido a la presencia de un importante número de niños.
Gloria Romero y su familia, desde hace más de ocho años, han migrado por distintas ciudades para comercializar artesanías, un arte que aprendieron por herencia y en el que refleja todo el saber de sus ancestros. Además, este se ha convertido en su principal fuente de ingresos.
En un cambuche improvisado, ubicado en una de las orejas del puente de la Murillo con Circunvalar, esta familia resguarda los bolsos, lámparas y abanicos de iraca que hacen parte de la variedad de productos que tienen disponibles para esta temporada.
A pesar de esto, durante este tiempo han “sobrevivido” debido a las donaciones de algunos vecinos del sector, teniendo en cuenta que “muchas veces solo logramos vender un sombrero en todo el día”.
Son cerca de unos 60 niños y 10 adultos los que llegaron hace dos meses al barrio Las Moras. Muy cerca de un arroyo, allí establecieron una especie de “rancho” elaborado de forma artesanal para resguardarse del sol y el viento. “Desde el mes de octubre estamos aquí, construimos una casa de madera y muchos vecinos nos donaron ropa y un colchón para dormir, pero desafortunadamente somos muchos y el espacio no es suficiente para todos, así que los demás duermen en frente, allí colocan cartones y pasan la noche”, dijo Edison, uno de los primeros miembros del grupo indígena en llegar hasta el área.
La presencia de esta etnia ha generado inquietud entre los habitantes de la zona, en especial, por las “condiciones infrahumanas” en que viven.
Los yukpa habitan en la Serranía del Perijá, entre Colombia y Venezuela. Su antiguo territorio se extendía por el occidente, desde el río Cesar, en Colombia, hasta el lago de Maracaibo en Venezuela al oriente. Actualmente ocupan seis resguardos ubicados en el Cesar que suman 34.064 hectáreas.
El Censo del Dane de 2005 reportó 4.761 personas autorreconocidas como pertenecientes al pueblo yukpa, de las cuales el 52,4 % son hombres (2.493 personas) y el 47,6 % mujeres (2.268 personas).
