Hasta $300.000 están pagando por el voto en municipios

“Acá se vieron personas de otros pueblos, que venían a inscribir la cédula, porque ya se escuchaba de lo bien que iban a pagar por el voto. Incluso, a muchos le dieron hasta $50 mil de adelanto por ese trámite”, agrega el hombre con cierto tono de sorpresa en su voz.

Esta situación tiene en alerta a las autoridades departamentales y nacionales, al punto de que la Procuraduría General de la Nación tiene a Piojó en su listado de municipios con alto riesgo de trashumancia electoral. 

Por esa razón, las autoridades locales están ajustando los últimos detalles de la logística para evitar cualquier contratiempo durante los comicios y poderse concentrar en la detección de los focos de compra y venta de votos.

“Las alarmas están encendidas y todos los candidatos están advertidos. No vamos a permitir que se registren irregularidades y vamos estar tras los pasos de los corruptos”, sostiene una fuente de la Registraduría en este municipio que ha seguido de cerca todos los preparativos para la jornada electoral. 

Panorama en luruaco

  En las horas previas a los comicios, la atmósfera en Luruaco se ha tornado “anormal”, debido a las denuncias por compra de votos y amenazas en contra de algunos candidatos.

Las esquinas de este pequeño municipio se han convertido en el espacio predilecto para que hombres y mujeres discutan sobre el panorama político y las barajas que han movido los caciques políticos para “certificar” el éxito de sus candidatos en las urnas. 

Aunque durante los últimos días han trabajado con cautela, los ‘mochileros’ en este municipio siguen reclutando votantes, ofreciendo sumas de dinero que alcanzan hasta los cien mil pesos. 

“Mi esposa y yo vamos a votar para que nos den los $100 mil. Estamos pasando por una situación económica muy difícil y ese dinero sirve para solventar la comida por varios días”, dice un mototaxista que trabaja en esta localidad.

Otra de las estrategias utilizadas ha sido el traslado de personal de poblaciones vecinas –incluso desde el departamento de Bolívar– para “llenar las plazas” durante los distintos actos proselitistas.

“El fin de semana pasado parecía un carnaval. Los candidatos hicieron sus cierres de campaña y botaron la casa por la ventana. En esos actos hubo un derroche de dinero: tarimas de grandes proporciones, orquestas y cantantes de renombre, así como licor para todos los asistentes”, explica un líder comunitario, quien se abstuvo de revelar su identidad por motivos de seguridad.

Asimismo, algunos aspirantes mostraron su preocupación por las amenazas y agresiones de las que han sido víctimas en medio del debate político, lo que ha hecho que “reduzcan” sus actividades.

“Tres candidatos (dos al Concejo y uno a la Alcaldía) fuimos amenazados por nuestro trabajo con la comunidad. Esto nos ha tenido en desventaja porque no contamos con los espacios para socializar nuestras propuestas a pesar de la intervención de las autoridades”, sostuvo Enildo Altamar, uno de los aspirantes al Cabildo municipal que dice haber sido víctima de las intimidaciones.

$200 mil en Campo de la Cruz

 Un grupo numeroso de habitantes del municipio de Campo de la Cruz espera con ansias el momento de ir a las urnas para escoger a sus próximos mandatarios. ¿La razón? Poder recibir los $200 mil que una campaña política les prometió por votar por un “paquete” de candidatos, conformado por Alcaldía, Concejo y Asamblea.

Aunque muchas personas sostienen que el ganador “ya está cantado” por la gran cantidad de votos que han sido comprados, otro sector cree que el próximo mandatario se definirá en el último minuto, teniendo en cuenta los “afectos” de la comunidad hacia los actuales aspirantes.

“Aquí no se sabe quién va a ganar. Las apuestas están muy reñidas y todos están moviendo sus fichas para asegurar la victoria en las urnas”, asegura el campero Juan Bautista mientras verificaba si su cédula se encontraba en los listados de votantes ubicados en las afueras de las instalaciones de la Registraduría. 

Mística en Repelón

 El misticismo se ha convertido en el común denominador de las distintas fuerzas políticas en el municipio de Repelón. 

Las reiterativas alertas por parte de los entes de control se han convertido en una “amenaza” para ellos, al punto de que han empezado a mostrar más mesura al momento de comprar votos.

“El fenómeno Merlano los tiene asustados. Antes era muy común que los ‘mochileros’ se pasearan como Pedro por su casa. Ahora ni los ven en las calles, están escondidos, aunque siguen haciendo de las suyas”, indica un líder social del municipio, con amplio conocimiento de la movida electoral.

Incluso, en las polvorientas calles de esta localidad se rotula como “tema prohibido” la reciente suspensión del alcalde Enrique Escobar por presunta participación en política.

“Desde que el alcalde volvió, de eso no se ha vuelto a hablar. Es muy raro que el tema se toque, todos tienen reservas con esa situación”, indica.

Un panorama más favorecedor se vive en Sabanalarga, donde el proceso electoral se ha cumplido sin mayores inconvenientes que los relacionados a las obras que se desarrollan en la sede de la Registraduría.

“Se están mejorando las locaciones y eso ha sido un reto para nosotros. Tenemos que funcionar en dos lugares: en uno hacemos entrega de los documentos, mientras que en el otro realizamos el resto de tareas propias de esta coyuntura”, dice el registrador Luis Díaz en el momento que ultimaba detalles de las 204 mesas ubicadas en el municipio.