Atlántico

En Video | 2020: Un año oscuro para el Puerto de Barranquilla

Gremios y autoridades reclaman una solución definitiva para garantizar las condiciones óptimas en el canal de acceso.

La crisis en el Puerto de Barranquilla se agudiza. Las complejidades que la pandemia ha generado a lo largo del año para el sector portuario se han agravado con las reiteradas restricciones por el bajo calado, que han impactado en la dinámica de ingreso y salida de carga.

El episodio más reciente de esta larga historia se presentó el lunes 30 de noviembre, cuando la alta sedimentación redujo a 8 metros el calado en el canal de acceso.

Ante este nuevo capítulo, los portuarios, industriales y autoridades locales encendieron las alarmas debido a que las condiciones para la navegación en la zona portuaria de Barranquilla “no han sido constantes” en los últimos meses, a pesar de que se encuentra vigente un contrato por más de $22 mil millones para garantizar la navegabilidad por los 22 kilómetros del canal de acceso.

Según indicó el gremio portuario, el consorcio Shanghai-Ingecon no ha cumplido con los ciclos de dragado necesarios para mantener un calado de 10.2 metros, tal como se encuentra establecido en el contrato que está vigente hasta el 31 de diciembre de 2020.

“Más que ser un contrato de obra por metro cúbico dragado, ese contrato tiene el objetivo de mantener la navegabilidad. El objetivo no puede ser solo dragar metros cúbicos, porque no tiene sentido”, sostuvo Lucas Ariza, director de la Asociación de Puertos del Atlántico (Asoportuaria).

Para el líder gremial, existen los elementos suficientes para exigir el cumplimiento cabal del contrato, puesto que el dragado no se ha ejecutado correctamente.

“Ha sido una discusión eterna. Ellos pueden abrir un hueco en la mitad del río, dragan un millón de metros cúbicos pero no estamos cumpliendo el objetivo del contrato que es mantener las condiciones para la navegación”, sostuvo Ariza.

El director de Asoportuaria también cuestionó el papel que cumple la interventoría (adelantada por la firma IEH Grucon S.A.), puesto que –en su concepto– no ha cumplido con su labor.

“A nosotros nos ha tocado advertir que el contratista está haciendo dos o tres ciclos cuando debe hacer cinco o seis. También hemos señalado que los rendimientos no son los adecuados y dejan de dragar cuando hay condiciones meteomarinas difíciles, pero no imposibles”, agregó.

La situación crítica del canal de acceso también se ha convertido en una preocupación para el alcalde Jaime Pumarejo Heins, por lo que conversó con Cormagdalena y el Ministerio de Transporte para buscar soluciones.

“Se han comprometido a actuar con celeridad por beneficio de la ciudad y el país para garantizar navegabilidad del río. La competitividad está en riesgo”, expresó recientemente el mandatario distrital.

¿Contrato errado?

Para el consultor marítimo Enrique Lequerica, una de las razones por las que el canal de acceso no cuenta con una profundidad estable es la mala estructuración del contrato de dragado, debido a que no existe claridad con relación a su objeto.

Lequerica explicó que el contratista, el interventor y Findeter –en su papel de contratista– entendieron que se trataba de un contrato para remover 1,85 millones de metros cúbicos, mientras que Cormagdalena y Asoportuaria velaban por el mantenimiento de anchos de canal y profundidades.

El consultor también indicó que la draga es adecuada para adelantar los trabajos en el canal de acceso del Puerto de Barranquilla aunque evidentemente esta “baja de forma y tal vez requiera actualización en algunos equipos”.

Expresó, además, que la interventoría se ha desarrollado de forma errada, teniendo en cuenta que la firma IEH Grucon S.A. no cuenta con experiencia previa en dragados.

Competitividad, gran afectada

César Lorduy, representante a la Cámara por el Atlántico, sostuvo que el Puerto de Barranquilla está cerrado debido a que los calados no le permiten tener competitividad con otros puertos, así como imposibilita la llegada de buques de gran tamaño.

El contrato estipula un calado de 10,20 metros y se ha incumplido. Nos han llenado de incertidumbres con relación al futuro del Puerto, porque los graneleros y  portacontenedores que no tengan el calado actual, deben desviarse. Además, los exportadores de Barranquilla y el Atlántico deberán trasladar su carga a otros puertos”, sostuvo.

El congresista del Partido Cambio Radical indicó, además, que “por donde se le mire hay inconvenientes; además, se disminuye la posibilidad de generar más empleos en la cadena asociada a la actividad portuaria”.

Por su parte, el senador Efraín Cepeda aseguró que la crisis que atraviesa el Puerto de Barranquilla se ha agudizado durante los últimos meses a pesar del contrato que se firmó para mantener el calado adecuado.

“Abrigamos el contrato con muchas ilusiones, confiando en que podría mantener el calado adecuado y realmente nos ha decepcionado con menos de 8 metros que obliga al desvío permanente de las embarcaciones”, expresó el congresista.

Cepeda fue enfático al sostener que esta situación golpea la competitividad de Barranquilla y el empleo, más aún en medio de la pandemia: “Lo primero que hay que hacer es cortar por lo sano, no más contrato con la draga china, y asegurar que el siguiente contrato a adjudicar en 2021 sea por calado”.

21 mil puestos de trabajo, directos e indirectos genera la actividad portuaria en Barranquilla
“Se ha cumplido”

En un 95,8% se ha ejecutado el contrato de dragado en el canal de acceso del Puerto de Barranquilla. Así lo aseguró el vicepresidente Técnico de Findeter, Juan José Oyuela, quien explicó que con el desarrollo de estos trabajos se ha podido mantener la navegabilidad con ciertas dificultades.

Expuso que el contrato se estructuró en compañía de Cormagdalena, Asoportuaria y Dimar, con un alcance de 1,86 millones metros cúbicos. Hasta este momento, la draga ha removido 1.786.251 metros cúbicos en distintos puntos críticos del canal de acceso, los cuales han sido identificados en mesas de trabajo interinstitucional.

“Cuando a la draga se le asigna un sector, lo debe dejar en las profundidades que indica el pliego de condiciones. Eso se ha cumplido”, expresó Oyuela.

Indicó que durante las últimas semanas se ha evidenciado un “comportamiento atípico” del río Magdalena, al punto que en una semana se asentaron 600 mil metros cúbicos de sedimentos entre los kilómetros 11 y 12, sector no se dragaba hace aproximadamente 10 años por lo que no estaba incluido en el plan de dragado como un punto crítico.

El funcionario también indicó que el invierno –influenciado por el fenómeno de La Niña– ha acelerado el transporte de sedimentos: “Al revisar los datos de caudales, nos damos cuenta que son atípicos. Los caudales altos son proporcionales al transporte de sedimentos”.

Actuaciones

Los presuntos incumplimientos en el contrato de dragado del Puerto de Barranquilla se encuentran en la lupa de los entes de control.

La Procuraduría Provincial de Barranquilla dio inicio a una indagación preliminar para verificar el cumplimiento del objeto de dicho contrato, luego de una queja recibida por medio de las redes sociales.

Una fuente de la entidad confirmó a EL HERALDO que ya se adelanta el proceso de recolección de pruebas del contrato interadministrativo suscrito entre Cormagdalena y Findeter para el mantenimiento del canal de acceso.

“No hemos tenido un solo día con 10,20 m”

El presidente de la sociedad Puerto de Barranquilla, René Puche, dijo que en un trabajo permanente, que comenzó desde hace muchos años, los empresarios del sector le apuestan a generar la confianza de los usuarios a la zona portuaria de Barranquilla. “Cuando comenzó la construcción del nuevo puente empezamos a sentir la inestabilidad del canal del acceso y pasamos años muy difíciles en 2015, 2016 y 2017. Nos costó mucho recuperar la confianza”, agregó.

Indicó que se comenzó a sentir una tranquilidad cuando salió la APP del Río, pues la firma Navelena estaba obligada a traer un draga que garantizara las condiciones de navegabilidad. En 2017 cuando se cancela el contrato de la APP, se debió recurrir a las figuras de urgencia manifiesta y calamidad pública para atender el dragado del canal. A finales de 2018 se firma un acuerdo con Cormagdalena, Asoportuaria y el Mintransporte para buscar una figura jurídica para poder tener una draga permanente en Barranquilla. “En eso trabajamos en 2019 y se firma el primer contrato, logramos recuperar el movimiento de carga en el segundo semestre y se mantuvo una profundidad por encima de los 10 metros”, detalló el empresario.

A comienzos de 2020 se inicia un segundo contrato que empalma con el primero, también a cargo Shanghai-Ingecon, y comienzan los inconvenientes, inicialmente por las fuertes brisas que no permitían movilizar la draga. “Este segundo contrato ha sido catastrófico, el desempeño del contratista ha sido malo, pero lo que nos llama la atención es la complacencia del contratante y el interventor hacia el contratista”, sostuvo.

“Ponemos en duda la idoneidad del interventor porque Findeter y Cormagdalena, tenían inicialmente una interpretación diferente al contrato que teníamos nosotros, nos tocó inclusive invitar a la Contraloría a reuniones con ellos para revisar las cláusulas y verificar que todos teníamos la misma interpretación”.

Es así como queda claro que en los términos de referencia se establece un calado 10,2 metros. “Sin embargo, en todo este año no ha habido un solo día en que tengamos un canal operativo de 10,2 metros”, afirmó.

Para Luis Eduardo Blanco, gerente regional Caribe de Analdex, el impacto por la inestabilidad del acceso al puerto de Barranquilla para el país, el departamento y ciudad es de especial importancia en una etapa donde los mercados aún no se reactivan y se trabaja en la atracción de oportunidades para los empresarios. “Algunas estadísticas indican que el efecto de disminución de carga o traslado de la misma supera los datos en más de un 40%; sin embargo, no tenemos cifras con referencia a la confianza que sí se ha venido afectando en los últimos años por no tener respuestas contundentes a un problema que se volvió permanente”, señaló.

“Esperamos que se cumpla lo que establece la ley”: ANDI

El gerente de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) Atlántico y Magdalena, Alberto Vives, afirmó que es importante entender la dimensión de la situación que se presenta con la inestabilidad del canal de acceso en todo su contexto. “La importancia del canal de acceso está dada en la magnitud del tráfico del comercio y toda la cadena de valor que genera la logística portuaria. No contar con niveles estables, es impactar la vida económica del departamento”, señaló.

Explicó que las cifras muestran que cerca del 60% de la carga que entra a la ciudad se queda para suministro de la industria local. Adicionalmente, la zona portuaria impulsa las exportaciones hacia Estados Unidos, Centro América y el Caribe, México, Brasil, China e India, entre otros. El movimiento portuario representa el 5,1% del PIB de Barranquilla y el 3% del Atlántico. Es decir, un poco más de $1,12 billones que se mueven al año y que generan alrededor de 21.000 puestos de  trabajo locales (directos e indirectos). Otro efecto de esta problemática es el incremento de los precios de los productos afectando la competitividad. “En conclusión, la inestabilidad del canal de acceso impacta y afecta la calidad de vida del departamento”.

El dirigente señaló que las responsabilidades deben asumirse de manera integral, por eso para los gremios es de vital importancia que se cumpla la ley y se articulen las entidades que hacen parte del proceso. “La ley es clara, el Puerto Marítimo de Barranquilla es una infraestructura de transporte propiedad de la Nación y a cargo del Ministerio de Transporte, el parágrafo del artículo 34 de la Ley 1a de 1991 establece que “El canal navegable del río Magdalena en el Puerto de Barranquilla y sus obras complementarias seguirán siendo construidas, conservadas y mantenidas con recursos del Gobierno nacional”.

Los gremios solo pedimos se cumpla lo estipulado en la ley, esperamos que se den de manera oportuna, con efectividad y transparencia absoluta las soluciones que permitan prestar el servicio portuario de manera segura, garantizando la navegabilidad y calado de 10,20 metros constante, estable, que permita ofrecer servicios internacionales sin que se generen sanciones, sin que nos pongan estrella negra”, precisó.

Vives dijo que el responsable, el Ministerio de Transporte y Cormagdalena, “deben apersonarse dando solución, generando la estabilidad necesaria y permanente en el canal de acceso al Puerto de Barranquilla”.

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