Comunidad gitana en el Atlántico tendrá casa cultural
El pueblo Rom en Sabanalarga obtuvo un lote en el que construirán un restaurante, talleres y salones de eventos.
Hace unos mil años una bandera a dos franjas – azul y verde- con una rueda roja en el centro guió a miles de personas desde el norte de India hasta territorios europeos como España y de allí a América Latina lo que los llevo a convertirse en nómadas. El pueblo gitano ha seguido su camino por todo el mundo y en Colombia hay al menos 4.858 integrantes, según datos del Dane hasta 2016.
Actualmente en el país existen 11 compañías o Kumpañys, como son llamadas en su lengua Shib Romaní, y una de ellas está asentada en el departamento del Atlántico desde hace más de 50 años. Son 19 familias con un promedio de 60 integrantes asentados en el municipio de Sabanalarga.
A propósito del Día Internacional del Pueblo Gitano, que se conmemora este 8 de abril, Shadia Aguad, representante legal de la Kompañys Rom en el Atlántico, señala que “no es un festejo, sino que se trata de mostrar nuestras costumbres. Se hace un brindis a la comunidad occidental de la comida gitana, una danza, una muestra cultural de los oficios tradicionales del hombre y de la mujer y se habla en lengua romanés para que la comunidad la conozca”.
Aguad agrega que aunque el día especial es uno, “este año no se pudo hacer algo el mismo día por inconvenientes a nivel nacional y hasta ahora está como fecha este viernes”.
Reconocimiento y recursos
Si bien son reconocidos por el Estado colombiano desde el 6 de agosto de 2010, la comunidad Rom no tenía muchas opciones de presupuesto o recursos en el Atlántico. No fue hasta la creación de la gerencia de Asuntos Étnicos que fueron incluidos en la mesa de trabajo, lo que facilitó el recibir ayudas económicas del gobierno departamental y municipal.
“Antes no habíamos tenido la oportunidad de hacer propuestas. El alcalde de Sabanalarga tuvo la voluntad de invitarnos a su plan de gobierno, le regaló a la kompañya un lote para la construcción de la casa cultural en altos de Guadalupe y nos regaló el 1% de las regalías del municipio”, comenta Sharon.
La casa de la cultura Rom, la cual será la primera de varias a cargo de la Gerencia de Asuntos Étnicos tendrá un taller de marroquinería, un restaurante gitano, salones de eventos y oficinas.
Su construcción comenzará a finales del mes de junio próximo y se completará con recursos obtenidos por medio de la Unidad de Atención y Reparación de Víctimas a la cual pudieron acceder este año y de quien recibirán un presupuesto de $45 millones.
Campaña contra los prejuicios
En redes sociales se maneja la campaña #LecciónGitana con la que se busca favorecer el conocimiento de esta comunidad y combatir los estereotipos, prejuicios y discriminación, a la que manifiestan estar sometidos.
Precisamente frente a este tema, la comunidad en el Atlántico busca desmentir algunos mitos que han causado que algunos grupos hayan sido víctimas de ataque, como sucedió recientemente en Paris cuando acusaron a una mujer de robarse un niño, algo que alegan es falso pues “somos muy temerosos de Dios”.
“Eso es un pecado para nosotros. Tenemos temor de Dios, somos católicos y asistimos a la iglesia. Muchos pueblos gitanos dicen que nosotros venimos de donde nació Jesucristo pues la biblia menciona en un versículo que somos una de las 7 tribus”, agrega.
La funcionaria señala también que “muchas personas piensan que los gitanos son cirqueros, pero no tenemos circo sino que el gitano es nómada, andaban de carpa en carpa y son similares”.
La representante de los Rom en el Atlántico también aclara que “las mujeres gitanas tampoco son brujas, leen la mano y a veces sin necesidad de cogerle la mano, sino solo mirando a los ojos pueden saber algo de esa persona”.
Considera que estos estereotipos se han visto afianzados sobre todo en las artes teniendo en cuenta que algunas series y películas se refieren a fantasías sobre el pueblo gitano.
