Buscan $ 90 mil millones para el Plan Maestro de Salamina
EL HERALDO realizó un recorrido por el kilómetro 2.1 de la vía a El Piñón, que será intervenido por la Ungrd.
El fenómeno de erosión fluvial en Salamina no se detiene. Este fin de semana los habitantes volvieron a encender las alarmas por la socavación que se comenzó a presentar en el kilómetro 2.1 de la vía que conduce hacia El Piñón, que amenaza con inundar seis municipios del departamento del Magdalena.
EL HERALDO realizó un recorrido por la zona y conversó con la comunidad, así como con gestores de las obras, para conocer detalles sobre el avance de las mismas para evitar el avance del fenómeno erosivo.
Freddy Melo, jefe de la oficina de Gestión y Enlace de Cormagdalena, aseguró que el pasado domingo se cumplió un Puesto de Mando Unificado (PMU), en el cual se definió la hoja de ruta y el aporte que cada una de las entidades –de acuerdo su competencia– realizará en la intervención de la orilla del kilómetro 2.1.
Melo, quien también se desempeña como gerente del proyecto de Salamina, dio a conocer que la Gobernación del Magdalena y la Alcaldía local harán un canal del dique para “atacar ese punto” y que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) comenzará a hacer los espigones.
Aseguró que se encuentran manejando dos frentes: uno es el Plan Maestro para desarrollar las obras definitivas, el cual debido a una medida cautelar tienen 90 días para “sacarlo adelante”; el otro frente es el plan de mitigación de riesgo, el cual está a cargo de la Gobernación del Magdalena y de la Ungrd.
Sobre el primer frente, indicó que –de acuerdo al estudio de la Sociedad Colombiana de Ingeniería– se necesitarían aproximadamente $ 90.000 millones para las obras definitivas, la cuales sería a través de un plan integral donde se pueda hacer todo con un solo contratista.
En estos momentos se encuentran en la búsqueda de esos recursos por medio de un acercamiento con el Ministerio de Hacienda.
Aseguró que, a la fecha, se han hecho inversiones aproximadas de más de $ 30.000 millones en el que la Ungrd ha hecho la intervención.
Ciudadanos, en peligro
Omaira Orozco, habitante de Salamina, aseguró que la situación les preocupa porque si el río sigue “comiéndose” la tierra puede inundar todos los municipios y corregimientos cercanos.
La mujer, quien aseguró que el problema se viene presentando desde hace años, aseguró sentirse en peligro porque “el río está muy pegado a las casas” y se quejó porque las autoridades no dan a conocer información sobre la situación.
Además, Orozco señaló que desde que comenzaron a formarse las islas en la mitad del río se están presentando los problemas de erosión.
“Nosotros no queremos más pañitos de agua tibia, nosotros queremos que hagan un buen trabajo para eso están invirtiendo plata”, dijo.
Por su parte, Hernaldo José Mercado, un joven recién egresado de derecho y habitante de Salamina, quien se dedica a la ganadería en esa región, reconoció que no tienen los medios técnicos para determinar si las obras que se están realizando están bien.
Sin embargo, indicó que las obras están demoradas y que en el PMU que se realizó luego de la última socavación hicieron dos propuestas.
Una correspondía a la ejecución de un dique y la otra era hacer un relleno, el cual –según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd)– tardaría cerca de dos meses y medio, tiempo que ellos no quieren dejar pasar para evitar que el problema se agrave.
Indicó que otra de las preocupaciones que tienen es por época invernal, debido a que “solo con la lluvia se inundan los pueblos” y no quieren pensar en lo que sería si el río continúa socavando en la zona.
“La comunidad se siente desprotegida, estamos desnudos ante el río esperando a que el río nos bañe y nosotros vayamos a salir nadando”, dijo.
Mercado también dio a conocer que procederán a formar un equipo de veeduría con personas jóvenes, debido a que “el actual no está teniendo la comunicación necesaria para saber el verdadero estado de las obras que se están realizando”.
Terreno inestable
La directora de la Veeduría Técnica de Colombia, Laura Cantillo, aseguró que en el punto de la emergencia han hecho presencia las autoridades correspondientes y que la Ungrd no ha podido realizar la obra de mitigación en el punto del kilómetro 2.1 debido a que el terreno está inestable y la maquinaria pesada no puede transitar.
Explicó que el predio donde se está presentando la emergencia es privado y que el dueño autorizó, mediante un contrato de servidumbre, el ingreso a la finca, pero a través de un punto por el que los vehículos no pueden pasar por la inestabilidad del terreno.
A eso, según dijo, se le suma el mal clima que se ha presentado lo que ha agravado la situación y pese a que intentaron adaptar la zona, no pudieron comenzar a lanzar las bolsas de arena al río.
Por esta razón, dijo que estaban planteando hacer una nueva convocatoria del Consejo de Gestión de Riesgo para determinar lo que van a hacer o coordinar con el dueño del predio la manera de trabajar.
