El Heraldo
El arroyo San Carlos está dentro de las obras que se le solicitaron a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo. Josefina Villareal
Atlántico

Arroyos en Puerto Colombia esperan por $32 mil millones para obras

Desde la Secretaría de Desarrollo Territorial del municipio se adelantan obras de canalización en los arroyos más graves. Hace una semana se declararon en calamidad pública.

Las murallas hechas con sacos de arena son el muro de contención que utilizan los habitantes de la calle 15 del barrio Las Margaritas, en Puerto Colombia, para evitar que el agua entre en sus casas.

Cada vez que llueve la zozobra invade a las personas que habitan en la zona por donde corre uno de los arroyos más grandes del municipio.

A pesar de tener 35 años viviendo frente al arroyo de la 15, como se le conoce en el pueblo,  Iveth Molino continúa angustiándose cuando observa que el color gris se apodera del cielo porteño.

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“La verdad siempre he pasado necesidad con este arroyo porque dicen que lo van a canalizar y no hacen nada, otra vez se nos mete el agua en toda la casa”, expresó la mujer.

 María Elena Salazar, habitante de este sector, también expresó su preocupación ante la inminente amenaza de este caudal que ha causado daños severos en su vivienda.

“Este es un problema que se ha complicado, las casas que están detrás del arroyo son de un barrio de invasión que comenzaron a construir dejando el cauce del arroyo más pequeño”.

Salazar añadió que debido a la sedimentación que arrastra el arroyo ahora ni siquiera puede limpiarse adecuadamente para eliminar los residuos.

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“Los últimos aguaceros han sido impresionantes, mi casa es alta por eso no me he inundado; sin embargo, la semana pasada casi se me mete el agua”.

Según la mujer los trabajos que se están haciendo en esa vía son para desviar el arroyo para que pierda fuerza y se minimice el impacto.

“Tuvieron que romper parte de la calle para darle más espacio al arroyo, pero el problema va a seguir. La solución por el momento es colocar una muralla porque no se puede canalizar hasta que se reubique a las personas de la invasión”.

El arroyo del Barrio San Carlos, por la ‘vuelta del oso’,  también tiene atemorizados a los habitantes del sector. A pesar de que este ya está siendo intervenido, aún tienen problemas por el crecimiento del agua cuando se presentan precipitaciones.

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“Hay fallas porque el caudal es más grande que el lugar por donde pasa, entonces el agua busca para dónde coger. Cuando llueve normal el arroyo corre bien, pero cuando cae mucha agua se desborda”, dijo Eduardo Barrios, habitante de la zona, a EL HERALDO.

Puerto Colombia inició noviembre con el pie izquierdo luego de colapsar debido a las inundaciones que se presentaron por las fuertes lluvias.

La Alcaldía municipal, a través de la Secretaría de Desarrollo Territorial, estableció un plan de desarrollo superior a los 630 mil millones de pesos que serán invertidos para contrarrestar las falencias que tenga.

A través de una mesa de trabajo entre gobernación y la comunidad se determinó que uno de los grandes problemas en el municipio eran las escorrentías de aguas superficiales o de los arroyos que vienen provocando perturbación en diferentes sectores del municipio.

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“Hemos canalizado 4 arroyos, unos ya están listos, otros en ejecución y otros contratados”, explica Mauro Suárez, secretario de Desarrollo de Puerto Colombia.

Según lo explicado por el funcionario se realizó una solicitud a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo para darles viabilidad a los proyectos en arroyos ubicados en los sectores de San Carlos, Las Margaritas, Arroyo Grande y San Lorenzo, en el corregimiento de Salgar.

El arroyo hospital también está contratado. Este tendrá una tapa tipo box que debe garantizar la movilidad por la parte posterior del hospital y será funcional en el retiro de desechos hospitalarios y utilización de la morgue.

“Este era un proyecto que quedó del año pasado, pero no iba a ser operativo si no se canalizaba el arroyo y se convertía en una vía. Está contratada y en ejecución la primera parte del arroyo que va de la iglesia hasta el sector de Punta Brava”, expresó Suárez.

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Para la ejecución de esta obra que comprende el tramo de la calle 4 hasta el Malecón se invertirán más de 4 mil millones de pesos.

La segunda etapa tendrá una inversión de 7 mil millones y va desde la calle 4 hasta el barrio Punta Brava.

“Esta también funciona tipo box, donde por arriba iría la vía y los canales recolectores mandan el agua por debajo para darles solución a esas aguas y se garantice que la población no sufra más la perturbación que ocasiona un canal de estos a cielo abierto”, afirmó el secretario.

En este momento se está ejecutando la obra en el arroyo ubicado cerca de las instalaciones del colegio San Nicolás de Tolentino, el cual se estará entregando a la comunidad prontamente. 

“Hoy está radicada y diseñada la fase tres ante la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, la parte grande donde culminaría la canalización del arroyo San Carlos, que también se desbordó”.

 

Detrás del arroyo Las Margaritas se encuentra ubicada una invasión. Josefina Villareal

 ¿Por qué acudieron a la UNGRD?

Para poder desarrollar las obras en los cuatro arroyos anteriormente mencionados, además de las obras que corresponden a alcantarillado, parques y agua potable, se requiere una inversión que supera los 32 mil millones de pesos, recursos con los que no cuenta el gobierno municipal.

“El presupuesto de inversión del municipio no alcanza para tanto, por eso buscamos recursos con una forma de contratación más rápida para tener resultados visibles y en corto tiempo”, aclaró Suárez.

También explicó que a la fecha se está terminando de retirar la sedimentación que quedó en los canales, a través de un trabajo logístico de limpieza de vías que permite la circulación de agua.

“Seguimos muy atentos a que la Unidad nos apruebe por lo menos dos de estos arroyos para avanzar y culminar con el ejercicio de la ejecución del plan de desarrollo”.

Tanto las autoridades como la comunidad en general atribuyen el crecimiento indiscriminado de los caudales al calentamiento global y la deforestación de los cerros, ya que estas erosiones desde el cerro cercenan los cauces.

“Las personas que habitan estas zonas se están robando áreas que les pertenecen a los arroyos. Los arroyos que antes eran de 10 metros de ancho hoy solo tienen 3. Y todo lo anterior es la mezcla perfecta para un detonante como la inundación que se presentó en ese fuerte aguacero que se registró hace una semana”, puntualizó el secretario.

Las inundaciones que se presentaron el 31 de octubre y 2 de noviembre dejaron alrededor de 2 mil familias damnificadas en el sector Las Margaritas, Pastrana, el barrio San Carlos, Las Américas y una parte del El Silencio.

Desde la administración se realizó un censo con el fin de atender a los afectados en el menor tiempo posible otorgando artículos como cemento, ladrillos, colchones, entre otros.

Se declaran en calamidad pública

Luego de la emergencia que se registró en el municipio por las inundaciones, el Consejo de Gestión del Riesgo aprobó la declaratoria de calamidad pública para emprender acciones concretas que permitan superar los daños causados por las lluvias.

La Defensa Civil anunció la instalación de un puesto de mando unificado que permita mantenerse en alerta ante la incidencia en el departamento del fenómeno de La Niña. 

Se espera que una vez la Unidad de Gestión del Riesgo apruebe los recursos se dé inicio a las obras de forma inmediata.

Finalmente, entre las obras que se prevén para el 2022 está incluido el estudio para la solución de las escorrentías superficiales en el antiguo casco de Villa Campestre, donde también se han presentado inundaciones leves.

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