Servir con grandeza política y centrarse en el bien común a largo plazo. Esas fueron algunas de las recomendaciones que monseñor Pablo Salas, arzobispo de Barranquilla, hizo al gobernador Eduardo Verano y los alcaldes municipales durante la eucaristía que se desarrolla en la catedral María Reina.
Destacando que el inicio de su periodo coincide con la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, el prelado fue enfático al sostener que el ejercicio del poder debe llevarse a cabo con con espíritu de servicio, moderación, caridad y generosidad.
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'El ejercicio de nuestras responsabilidades no sólo nos agobia, sino que también nos rompe por dentro y no pocas veces fracciona nuestra unidad interior más profunda. Quien gobierna sabe que coloca sobre sus hombros un peso que en sus propias fuerzas no es posible llevar', expuso.
Asimismo destacó que los actuales tiempos generan una serie de retos que deben ser atendidos por los nuevos mandatarios, así como sus equipos de trabajo.
'Muy a pesar del momento que vivimos como departamento y como país, con sus luces y con sus sombras, con tantos logros, pero también con tantos desafíos en todos los campos, es necesario no sólo levantar la mirada a Dios para implorar su bendición, sino también para gobernar sirviendo con grandeza política', expuso.
Fue enfático al decir que el trabajo de las nuevas autoridades locales debe ser 'sin mirar para atrás con pesimismo, con gratitud por todo lo bueno ya realizado por otros, sin prejuicios, con un corazón que ha sanado las heridas y mira el futuro con esperanza'.
Recalcó, además, que 'la grandeza política se muestra cuando en momentos difíciles como los que vivimos hoy, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo'.
Monseñor Salas resaltó el trabajo social hecho por el nuevo mandatario departamental y los alcaldes que les ha permitido conocer las necesidades de las comunidades del departamento,
'Señor gobernador, usted como también los demás alcaldes que desde hoy se disponen a gobernar, han recorrido y conocen muy bien cada rincón de este departamento, escucharon a sus gentes, han sido testigos onulares de sus apreviantes necesidades, pero sobre todo ustedes son testigos que en nuestro pueblo hay otros deseos de vivir en paz, y de hacer posible una sana convivencia que tenga como base el entendimiento, el respeto y la justicia', expuso.
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Y también dijo que 'no podemos desmeritar la confianza de quienes nos adhirieron, y por lo tanto hay que tener presente el compromiso adquirido con el pueblo, hay que tener presente el compromiso adquirido con el pueblo de compartir su destino y buscar concertadamente y de forma integral, con toda la fuerza viva de nuestro departamento, las soluciones a los problemas sociales que vivimos'.
El arzobispo de Barranquilla recalcó que la principal apuesta debe ser el crecimiento y desarrollo del departamento.
'Todo cuanto hagamos tiene que sumar para ayudar a crecer sin polarizaciones, todo cuanto hagamos debe servir para construir sin personalismos y hacer posible de esta manera en cada una de sus calles, en cada municipio, el departamento que soñamos y que todos nos merecemos', puntualizó.




















