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Disfraz original de La Loca captada por el lente de Samuel Tcherassi.
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Ninfa Barros: la cara detrás de ‘La Loca’

En febrero de 1988 desfiló por primera vez este disfraz en el Carnaval de Barranquilla y en 2004 desapareció de la Vía 40 k La historia del personaje que ‘revivió’ la reina Marcela.

Una loca, con buen aroma,  danzaba a lo largo de la Batalla de Flores, cuando esta se realizaba en la carrera 43. Era Ninfa Barros, una cumbiambera de El Cañonazo que, en 1988, cambió la pollera y el contoneo de caderas por harapos rasgados, cartones sucios e intentos fallidos de tirar piedra.

Luego de un año de muchos gastos, Ninfa Barros, carnavalera acérrima desde 1953, decide no participar en la cumbiamba debido a un cambio de vestido y aumento de costos, razón por la que pensó en participar sola inscribiéndose con un disfraz y como no tenía dinero se le ocurrió salir de India Catalina.

“A mí no me gusta estar en el Carnaval de espectadora y decidí disfrazarme” pero la madre de Ninfa puso el grito en el cielo y no la dejó disfrazarse de India Catalina porque según ella “se veía encuera y no era apropiado para su edad”. Le dijo que “esas son cosas de loca”  y así le dio  pie a ella y a su hermana y cómplice, Vera Barros, para idear el disfraz que hoy se conoce como ‘La Loca’.

El Disfraz
Pantalón prestado por un vecino, zapatos que usaba el mecánico de la esquina, camiseta de la hermana de una marca de cigarrillos, vestido rasgado de la mamá y una lámpara a gas antigua de la bisabuela, además del palo, la piedra y los cartones que, como ella dice, “son las cosas con las que anda un loco”.

Ninfa cuenta que la primera vez que salió desfilando con su personaje sintió muchos nervios y estuvo a punto de no salir. “Los vecinos cerraban las puertas cuando me vieron, yo me impresionaba pero me reía también. Me decían: ¡chicho se volvió loca!”, recuerda.

Fue necesario que Vera, su hermana, le pidiera  a un vecino que la llevara y tuvo que explicarle que era un disfraz, que no se fueran a asustar. “Cuando llegué al desfile tenía miedo de que me fueran a hacer rechiflas, pero de ahí pa’ lante fue increíble, tuvo aceptación”.

En ese primer año Ninfa desató la locura en los medios. Fue asediada  con entrevistas, fotos, dos premios y hasta imitaciones, porque otras personas se dejaron contagiar de su humor y también decidieron disfrazarse de loca. Pero fue EL HERALDO el primer medio que logró plasmarla en papel.

“Ernesto McCausland fue uno de los pioneros de mis entrevistas. Me entrevistó para radio y televisión. Salí en mundo costeño y él se gozó todo lo que fue la trayectoria de Ninfa en el Carnaval al igual que Samuel Tcherassi”, recuerda con nostalgia y agrega “él me decía: ‘Primera loca con aroma a rico’, porque me perfumaba antes de ponerme el disfraz que lavaba y cuidaba para cada año.  Mantuve intacto todo el disfraz. Siempre fue la misma piedra, el mismo palo y el mismo vestido de cada año”.

Durante 16 años La Loca desfiló y se gozó los carnavales de Barranquilla. Cada año vivió experiencias y anécdotas de todo tipo pero la que más recuerda es en una presentación ante el jurado calificador, en ese tiempo en Simón Bolívar, donde antes de salir a presentarse un habitante de la calle no  le quitaba la vista de encima.

“Me miraba y yo le decía a mi hermana Vera que ese loco me estaba viendo mucho. Yo tenía mucho miedo pero finalmente no pasó nada. Sólo pensé que La loca se levantó a un loco de verdad”, relata entre risas.

Hoy en día sigue bailando, gozando y disfrutando del Carnaval pero como espectadora, ya sea en palco, mini palco o silla, pero nunca ha dejado de participar de la fiesta. “Lo más lindo es que haya gustado desde el principio el personaje, porque no es cómo logres el éxito en algo sino cómo mantengas ese éxito y La Loca se mantuvo por muchos años y ahora la quieren y la recuerdan siempre”.

La Promesa
El año 2004 fue el tiempo de quiebre en la historia de La Loca,  a su hijo le apareció un extraño lunar en el cuerpo que comenzó a picarle. Un medicó sugirió realizar una biopsia y en ese momento  Ninfa decide prometerle a Dios que si la biopsia salía negativa, ella renunciaría a portar el disfraz de loca. La biopsia resultó negativa y desde 2005 el cumbiódromo no volvió a ver  el enloquecido personaje.

La Loca 2016
La reina del Carnaval 2016, Marcela García Caballero, se inspiró en el tradicional disfraz de Ninfa para la Noche de Guacherna haciendo que los estudiantes de la Universidad Autónoma del Caribe la contactaran dos meses antes del desfile nocturno.

“Me llamaron directamente de la universidad hace como dos meses a decirme que la reina quería hacer su disfraz de Guacherna inspirado en el mío y me invitaron a asesorarlas”. 

Ninfa comentó que se sintió muy complacida con el resultado y dice que admira mucho a la reina actual del Carnaval por la personalidad que tiene para llevar en alto su disfraz.

“La primera vez que me encontré con Marcela fue el miércoles antes de la Guacherna, en la Universidad Autónoma cuando le entregaron el disfraz. Recuerdo que estaba vestida con el que va a usar en Joselito y luego la vi interpretar el papel de loca con mucha personalidad. Fue un orgullo ver que quería mi disfraz”, comenta Ninfa que no le perdió la pista a la reina el día del desfile nocturno.

El personaje de La Loca se creó con el fin de participar en el Carnaval a bajo costo y nunca tuvo fines lucrativos. “Muchas personas me tiraban dinero pero a mí eso no me gustaba, ese no era la finalidad de mi personaje y preguntaba de quién era y lo devolvía”.

Año tras año el disfraz de La Loca trascendió con fuerza, logrando ovaciones del público y premios innumerables, pero hoy La Loca se ausenta de los desfiles mientras que en los corazones de los carnavaleros permanece latente. “Me retiré en el mejor momento, en el momento que me querían”.

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