Colombianos dedican 13,2 años a estudiar
Los australianos lideran el ‘ranking’ con 19,9 años de estudios. En América Latina y el Caribe, Colombia ocupa en el octavo lugar. Los más estudiosos de la región están en Argentina, con 16,4 años.
En promedio, los colombianos estudian durante 13,2 años de su vida, 6,7 años menos que Australia, en el país que más años dedican sus habitantes a estudiar (19.9), según datos del Índice Global de Innovación dado a conocer esta semana. (Ver infografía 'Ranking' de años de estudio mundial).
Este ranking, elaborado por la Universidad Cornell (Estados Unidos), la escuela internacional de negocios INSEAD (Francia) y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Naciones Unidas), es una clasificación de las capacidades y resultados de innovación de las economías mundiales, reconociendo el papel clave de la innovación como motor del crecimiento y la prosperidad económica.
En su séptima edición anual, el índice incluye el análisis de 143 países con base en varios factores, siendo la educación uno de los más importantes.
Es por eso que analizó cuántos años de estudio cursan en promedio los habitantes de cada nación participante.
Colombia, con 13,2 años de estudio, se ubicó en el puesto número 68 a nivel mundial, listado que lideran Australia (19,9), Nueva Zelanda (19,4), Islandia (18,7), Irlanda (18,6), Países Bajos (17,9), Noruega (17,6), España (17,1), Finlandia y Corea del Sur (ambos 17) y Dinamarca (16,9).
El último país en el listado es Níger, república africana en donde sus habitantes solo estudian un promedio de 5,4 años a lo largo de su vida.
A nivel de Latinoamérica y el Caribe –región compuesta por 19 países en el ranking– Colombia se ubica en el octavo lugar después de Argentina (16.4 años de estudio), Uruguay (15.5), Barbados (15.4), Chile (15.2), Brasil y Venezuela (ambos con 14,2) y Costa Rica (13.7).
“El éxito en innovación yace en una base de educación y habilidades. Como lo demuestra el Índice Global de Innovación, aumentar los logros educativos de los jóvenes es crucial para la capacidad de un país para generar nuevos conocimientos e innovar”, sostiene el estudio.
Con ello concuerda Luz Stella López, Ph.D. de la Universidad de Columbia y docente del Instituto de Estudios en Educación de la Universidad del Norte.
“La expectativa es que una persona que llega a cursar estudios doctorales necesariamente tiene que crear. Esa es la esencia, la razón de ser de un doctorado: la creación de modelos, teorías y productos, y todo eso se traduce en innovación”, sostiene López.
La experta señala que ese es el motivo por el que los países “tienen que apostarle a mejorar la educación a nivel de postgrados y particularmente doctorados de calidad”, pues es la forma de asegurar que haya suficiente innovación, de la cual se desprende el progreso.
También explica que a existe una alta correlación entre el número de años de educación que cursa una persona y complejidad conceptual que adquiere, siendo este elemento vital para la innovación.
El estudio también señala que “la educación escolar debe asegurarse de que los jóvenes no sólo adquieran un excelente conocimiento (a nivel técnico, matemático o científico), sino que también sean capaces de aplicar los conocimientos en una variedad de contextos y desarrollen habilidades como la creatividad”.
López señala que esto es coherente con la realidad del desarrollo cognitivo del ser humano. “Pensar significa ser crítico, crear, reflexionar, identificar problemas y trazar metas. Una persona innovadora tiene que ser capaz de generar esos procesos, pues lo que subyace en la innovación es la capacidad de resolver problemas”, finaliza la docente.
