Sincelejo se volcó a las calles a pedir seguridad
El asesinato del sacerdote Fernando Meza Luna fue el detonante de una ciudadanía cansada de los robos, homicidios y extorsiones.
Sincelejo. Los continuos raponazos, llamadas extorsivas, hurto y homicidios que copan las páginas de los diarios y que acumulan víctimas a lo largo de la capital sucreña, hicieron que decenas de ciudadanos sin importar sus ideas ni el color de su bandera política o sus creencias religiosas salieran a las calles a pedir seguridad.
La marcha que partió de la Catedral San Francisco de Asís y culminó en la Plaza Majagual fue organizada horas después del asesinado del sacerdote Fernando Meza Luna, hecho, que según la comunidad fue el detonante de una ciudad ávida de control por parte de las autoridades.
Ángela Ramos, representante de la sociedad civil, aseguró que esta marcha además es una muestra de solidaridad con las víctimas que al final son todos porque se siente expuestos en la ciudad.
El presidente de la Asociación de Ministros Evangélicos de Sucre (Ames), pastor, Madinson Sánez, se vinculó porque la sociedad está cansada de ver tanto derramamiento de sangre, intolerancia y hechos aberrantes.
“Sincelejo es un pueblo de paz, de refugio, pero unos pocos han hecho de las suyas y han maltratado la buena imagen de la ciudad”, dijo.
Por su parte el sacerdote Gregorio José Arévalo Pérez le hizo un llamado al Estado para que promueva acciones que sirvan para llegar a la paz y que le apuesten a la dignidad humana, el trabajo y el restablecimiento de los derechos.
El senador sucreño Antonio Guerra De la Espriella enfatizó en que desde hace meses ha hecho acercamientos con la cúpula militar, el Ministerio de Defensa y el mismo presidente Juan Manuel Santos para que traten de resolver el problema de inseguridad.
“Esta marcha es una respuesta para que el Gobierno entienda de una vez por todas que tiene que tomar cartas en el problema de la inseguridad”, dijo Guerra.