El Heraldo
Pasar el listado en el colegio es repetir hasta 20 veces el apellido Pérez en una sola aula, dice la maestra Blanca Pérez. josé luis cruz
Sucre

Los Pérez, el pueblo sucreño donde el 85% de los habitantes lleva ese apellido

En este corregimiento de Sampués viven 1.500 personas. No tiene vía ni canchas, pero allí reina la tolerancia.

Aquí el que no es Pérez por delante lo es por detrás, en esta tierra la gente se identifica por el nombre porque el apellido es el mismo”, con esta frase empieza su relato Félix Mariano Pérez Támara, presidente de la Junta de Acción Comunal del corregimiento Los Pérez.

Sixto, digno representante del apellido que llevan 1.275 de los 1.500 habitantes de este corregimiento sucreño, relata que si bien pertenecen a Sampués, sus ancestros son de Corozal y sus muertos los entierran en Sincelejo.

Pa’ onde los Pérez
Este veterano agricultor es el nieto del Cristóbal Colón de estas tierras: José Inginio Pérez Tuirán, quien laboraba en la hacienda Loarazo, que en 1909 decidió trasladarse con su esposa Bartolina Garay Barrios cerca de la finca donde trabajaba. Allí nacieron sus diez hijos que crecieron, se casaron y empezaron a “multiplicar” la población con el apellido Pérez.

Desde entonces los que querían llegar al caserío solo decían “vamos pa’ donde los Pérez y ¿qué otro nombre le iban  a poner?, pues Los Pérez, ese era y así quedó”, dice Félix.

La estudiante universitaria Keila Peñate Pérez, asegura que el pueblo es una numerosa familia, lo que explica el carácter tolerante de su gente.

“Aquí no hay hechos violentos, hay mucha solidaridad y pese a las carencias, entre todos nos colaboramos”, añade.

Los Pérez, a cinco kilómetros de la cabecera municipal de Sampués, es también uno de los corregimientos más productivos porque allí viven de la agricultura y cuentan orgullosos que producen los ñames más grandes de la región. No obstante, las vías están en mal estado y el servicio de agua es deficiente.

“Tenemos dos tiendas, que no son de cachacos, ¡son de los Pérez!”, agrega, mientras suelta una sonora carcajada.

La lista de la escuela

El terreno para la construcción de la escuela fue donado por  Luis Pérez Garay, padre de Félix Mariano. Hoy son cuarenta los niños que asisten al prescolar y primaria.

La Institución Educativa Millán Vargas, sede Loarazo es particular. Una de sus maestras, Blanca Pérez Garrido, dice que la mayoría de sus estudiantes también llevan el apellido de sus ancestros.

Esto lo confirma Juan David Pérez, alumno de tercero de primaria, quien cuenta que gran parte de sus compañeros de curso (de apellido Pérez) son familia.
La maestra asegura que pasar la lista de estudiantes es repetir hasta 20 veces el mismo apellido: “Pérez Flórez Dina, Pérez Pitalúa Viviana, Pérez Martelo Andrés, Pérez Sánchez Gisela...”.

Casi nunca -añade- los llamo por los apellidos porque son iguales, como soy de aquí y los conozco, al llamarlos a lista lo hago por sus nombres y con esto se diferencian, aunque hay niños que vienen de veredas vecinas que no son Pérez, pero la mayoría sí lo son”, explica Blanca.

13 primos

En la escuela del corregimiento es fácil encontrarse con hasta 4 primos en un solo curso.
Sharick Contreras Pérez, estudiante de cuarto grado, dice que le parece muy divertido que en el colegio comparta con 13 primos. “Es muy chévere que la familia esté en el mismo colegio, también tengo una hermanita. Yo no sé por qué el corregimiento se llama así, pero me parece muy bien que tenga el mismo apellido de nosotros”.

Lo que le falta
Una de las peticiones que la comunidad de Los Pérez ha hecho a los alcaldes de turno es la adquisición de un predio para el cementerio.

“Es que cuando se nos muere un familiar tenemos que enterrarlo en el corregimiento de Chochó o en Sincelejo porque es más cerca que el de Sampués”, coinciden algunos maestros.

De la lista de peticiones al gobierno local y departamental hace parte la recuperación de vías y la construcción de canchas y parques para que jueguen los niños.

El único medio para llegar al corregimiento son las mototaxis que cobran 2.000 pesos por recorrido porque los carros no llegan con mucha frecuencia.

Reina la paz


Los Pérez es un corregimiento calmado, que huele a campo y a ganado. Su calle principal es adornada por un camino de árboles de ciruela que le dan la bienvenida a los visitantes.

“Somos un pueblo pacífico, aquí no pasa nada”, dice Félix quien agrega que no recuerdan el último hecho delincuencial.
La mejor prueba de lo que dice Pérez y el resto de sus paisanos es recorrer las calles destapadas del corregimiento en donde el silencio es interrumpido por el sonido de un radio que se pierde entre el paisaje que de principio a fin es pisado por las huellas de un Pérez.

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