Cerro de la Macarena, en Corozal, se está cayendo a pedazos
Son 15 familias que permanecen en riesgo, reportan autoridades.
El cerro de la Macarena, considerado un sitio emblemático para los corozaleros por su tradición religiosa y turística, se ha convertido en un peligro, poco a poco se cae a pedazos.
Cerca de 15 familias del barrio La Macarena, ubicados en la falda del cerro, están en peligro porque piedras gigantes caen en los patios de su casa, algunas solo son detenidas por árboles o cercas artesanales.
El vicepresidente del Cuerpo de Bomberos de Corozal, Camilo Canchila, aseguró que la situación es crítica porque se presenta deslizamiento de rocas y en algunos puntos hay desprendimiento porque el cerro cede cuando llueve fuerte.
Por tal razón, solicitaron a la Alcaldía que declarara el cerro como de alto riesgo y diera la orden para cerrarlo.
Aunque ya no es visitado por peregrinos que en Semana Santa y diciembre acudían hasta el lugar donde se erige una cruz, sí frecuentan drogadictos e incluso delincuentes quienes aprovechan para robar en los patios aledaños.
“Nosotros hicimos un censo en el que pudimos concluir que quince familias tienen que ser reubicadas y para evitar una tragedia mayor hay que decretarlo como de alto riesgo”, explicó el vicepresidente.
Tomas Acosta, miembro de la Junta de Acción Comunal del barrio La Macarena, manifestó que el cerro amerita ser arborizado y que el Gobierno intervenga para convertirlo en un sitio turístico.
“Gobiernos anteriores han permitido que la gente invada terrenos que le corresponde al cerro y esto ocasiona riesgos. El Gobierno tiene que reubicar a la comunidad para que no ocurra una tragedia”, explicó Acosta.
Ilda Patricia Pérez, habitante, sostuvo que es frecuente que se desprendan piedras que caen en sus patios, a eso se le suma que llegan malandros, de ahí que viven en una constante zozobra.
Ana Celmira Pérez Domínguez, una de las primeras habitantes del barrio, recuerda que antes el cerro era un sitio insigne sobre todo en Semana Santa donde hacían misas y subían a peregrinar, pero debido al peligro que representa todo la tradición se acabó.
Los habitantes esperan que la Administración se apropie de la problemática antes de que se presente un hecho lamentable.
Este medio quiso conocer la opinión de la Administración Municipal pero no fue posible.