Triunfo para maquillar el moretón
Después del golpe que significó la eliminación de la Sudamericana en Brasil, Junior se impuso 2-1 a Envigado, con goles de Michael Rangel.
Junior volvió al triunfo en la Liga. Con más pulmón que cerebro, sin inspiración, pero con transpiración, se impuso 2-1 a Envigado en un partido abierto, luchado, con cancha pesada (por la lluvia) y con opciones en ambos arcos. En medio de la tristeza y el resentimiento de la eliminación de la Copa Sudamericana, al caer 3-0 ante Chapecoense, el miércoles anterior en el estadio Arena Condá, de Chapecó (Brasil), los tiburones sacaron lo que les queda de orgullo y dignidad para lograr una victoria que sirve para poner una sonrisa de Mona Lisa a la amargura que genera la actual situación.
Michael Rangel, a los 14 y 83 minutos, anotó los goles que le significaron un triunfo que no revive las opciones de clasificación en el principal torneo del fútbol colombiano, pero por lo menos maquilla un poco los moretones que generaron la caída en territorio brasileño y los malos resultados del torneo local.
El santandereano, que se encontraba archivado en el banco por Giovanni Hernández, que le daba prioridad al paraguayo Roberto Ovelar, recuperó su olfato goleador y estampó su firma en las redes del cuadro visitante, que no vino a esconderse.
Los naranjas no se dedicaron única y exclusivamente a defenderse. Plantearon un juego de tú a tú con su tradicional posesión de balón y alcanzaron a igualar el juego parcialmente al minuto 42, en una buena jugada de conjunto que Yairo Moreno concluyó con un zurdazo preciso.
Junior, desde su salida al terreno de juego, tuvo que jugar todo el primer tiempo escuchando los insultos de la escasa afición que solo salvaba al arquero Sebastián Viera.
El equipo se mantuvo sin claridad ofensiva y sin toque del balón, pero con muchas más ganas que las vistas en Brasil. Así, sin cohesión ni sincronización, pero con garra y con lucha trataron de hacerle daño al elenco paisa. Enrique Serje, Alexis Pérez (que terminó jugando a pesar de un notable desgaste), Vladimir Hernández y todos en general corrieron tratando de sumar tres puntos.
No se puede negar
En una de esas insinuaciones se presentó el primer gol de Rangel. El delantero venía saliendo después de una jugada ofensiva frustrada a los tiburones. Los volantes de marca paisas no atinaron a capturar el rechazo de los defensores y devolvieron la pelota a la candela, donde el atacante que tanto pedían los hinchas (Giovanni prefería a Ovelar y dio a entender que no pueden jugar juntos por características, aunque sí lo pone al lado de Clemente Palacios), se volteó como típico nueve y estremeció las piolas forasteras.
El gol sacudió la ofensiva de Envigado que empezó a dominar más el balón y a profundizar hasta que halló la paridad en el botín de Yairo Moreno, un jugador que ya se asoma como uno de los prospectos de 'La cantera de héroes', como auto-proclama el lema de las divisiones menores de ese club.
Yairo, ágil y de buena pegada, probó que su zurda es precisa y venció a Viera con un remate rasante y cruzado.
El panorama se le oscurecía al Junior que jugaba contra un exigente adversario y contra la presión de su propia hinchada que no paró de recordar su molestia con el desempeño individual de varios jugadores y del equipo en general.
En el segundo tiempo, los dos equipos mostraron sus intenciones de quedarse con los tres puntos. Junior ya desordenado y con el colectivo dividido en la cancha, generó y sufrió opciones como un postazo de Yairo Moreno en el génesis de la etapa complementaria.
Hubo oportunidades de marcar en ambas porterías. El juego se hizo de ida y vuelta y la victoria pudo ser para cualquiera de los dos, pero fue Rangel el primero que gritó bingo con una excelente definición ante el joven y destacado arquero envigadeño.
Se autohabilitó al recibir un centro de Juan Guillermo Domínguez y su tiro certero significó la diana de un triunfo que ayuda a ponerle curitas a las heridas de un equipo que el miércoles anterior fue pisoteado.
