Aleidys CollJossymar Gómez reapareció y fue uno de los destacados en el juego de Junior ante Tolima.La calidad del rival que se tuvo al frente engrandece más el triunfo del Junior. Tolima, ese equipo que con sobrados méritos sacó de la presente edición de la Copa Santander Libertadores al Corinthians, fue superado convincentemente (aunque la diferencia en el marcador haya sido mínima) por el equipo barranquillero.
Junior, en solo 19 minutos (tiempo al que anotó Carlos Bacca), descifró y le rompió el encanto al Tolima, lo que en 180 no pudo hacer el todopoderoso Corinthians.
La victoria sobre un adversario de kilates como el vinotinto y oro ha hecho renacer el optimismo de la afición rojiblanca, cuyo orgullo quedó maltrecho tras la humillante derrota y la vergonzosa presentación ante Real Cartagena, en Magangué, en la primera fecha de la Liga Postobón.
El solo hecho de pensar que el equipo iba a prolongar la racha de derrotas, que venía desde el año pasado, era inaceptable.
Junior mostró otra cara y en eso influyó notoriamente el rendimiento de tres jugadores que no actuaron en Magangué: Harold Macías, César Fawcett y Jossymar Gómez.
La actuación de los dos primeros superó a la de los hermanos Valencia en el primer juego, lo cual pone a pensar al técnico con miras al debut en Copa Libertadores, el jueves ante León de Huánuco.
A Macías se le vio aplomado, como si llevara años jugando al lado de Anselmo De Almeida, y eso que fue de los últimos en enrolarse al equipo. Nada que ver con el jugador atropellado y a veces hasta malintencionado que jugaba en el Real Cartagena.
Jossymar, revelación en el primer torneo del año anterior, reapareció tras una larga para y encajó perfectamente en la posición de volante por izquierda, dándole una alternativa más al técnico Quintabani por ese sector. Tuvo algunos desaciertos, pero entendibles por la falta de ritmo de competencia.
Aunque se ganó convincentemente, este era un partido para liquidar con mayor comodidad teniendo en cuenta que el rival jugó los últimos minutos con dos hombres menos debido a las expulsiones de Félix Noguera y Marlon Piedrahita.
Si bien no hubo sobresaltos y el Tolima nunca estuvo cerca de alcanzar la paridad es preferible no correr riesgos.
Al juego le cabía, por lo menos, un gol más, lo que evitaba que en un mínimo parpadeo el contrario pudiera inmerecidamente emparejar las acciones.
De lo que se trata es que partido tras partido Junior muestre progresos y se vaya plasmando en el campo la idea táctica de Quintabani y eso se notó en el juego del viernes.
Al técnico se le abona la disposición para cambiar después del papelón en Magangué. No se sumió en su terquedad. Si lo de aquel día no dio resultado, es sano explorar otras alternativas, tanto de nombres como de módulo. Contra Tolima las probó y le dieron resultado.
Junior crece y su afición vuelve a ilusionarse con el torneo colombiano y la Copa.
Por Manuel Ortega Ponce
