El Heraldo
Así quedaron las dos casas de los Urán, en el barrio Santa Teresa, luego de que las llamas las destruyeron. Eduardo García
Región Caribe

Se incendian dos casas en Ciénaga de Oro: carro de bomberos no tenía agua

La familia Urán, en el barrio Santa Teresa, vive un drama después de quedar prácticamente en la calle •El carro donado por el alcalde de Bogotá no pudo atender la emergencia

 El calzado chamuscado, un televisor derretido, baúles y camas convertidas en carbón y la tristeza intacta por la tragedia es lo que se respira donde los Urán Arcia, en la calle 4 entre carreras 19 y 20 del barrio Santa Teresa de Ciénaga de Oro.

Allí, dos casas de las más antiguas del pueblo, inmortalizado por Pablito Flórez y su canción Aventurera, se quemaron casi en su totalidad, porque la máquina de bomberos estacionada a dos cuadras de allí, no tenía agua en su tanque de almacenamiento de 30.000 litros.

Miembros de la familia y vecinos, que ayer recogían lo poco que quedó después de la emergencia, seguían ayer con las manos en la cabeza sin poder olvidar que el organismo de socorro nunca llegó a sofocar las llamas.

El desastre pudo ser mayor, si no es por la intervención de los vecinos que se atrevieron a subirse al caballete de las viviendas para retirar los amarres de los techos de palma para evitar que las llamas siguieran propagándose.

El carro de bomberos de Ciénaga de Oro, avaluado en $180 millones, fue donado por el alcalde de Bogotá,  Gustavo Petro. La administración de Petro lo entregó a través del programa Bogotá Humana, como un gesto de solidaridad del pueblo donde nació y se crió, en el hogar de la tía Carmen Petro, fallecida, en una casa de corredor alto en la zona céntrica.

El mandatario capitalino fue el primero en reaccionar ayer cuando se enteró de las dos calamidades que se registraron en su pueblo el martes. En la tarde, una buseta se estrelló entrando al municipio, con el saldo de una persona muerta y 12 heridos.

“Incendio en Ciénaga de Oro, Córdoba, Bogotá Humana regaló máquina de bomberos, pero al parecer la refundieron”, dijo Petro en su cuenta de la red social Twitter.

Los Urán debieron amanecer en vela rescatando lo poco que les sirve. Rosa María Urán Arcia, quien lleva 53 años en ese domicilio, narró que a las 7 p.m. empezó el incendio que los obligó a salir para ponerse a salvo.

“Veíamos noticias, un profesor le explicaba matemáticas a una niña de la casa, cuando de repente la candela empezó a propagarse. Por fortuna nadie sufrió quemaduras”, dijo la mujer, aún acongojada.

Ernilda Urán, hermana de Rosa María, narra que a medida que arrojaban agua los vecinos fueron varias veces por el Cuerpo de Bomberos pero nunca llegó.

“La gente que nos auxiliaba fue por los bomberos, pero nadie respondió, no había nadie en el sitio donde permanecía el carro”, dijo Ernilda que barría los vestigios y pedazos de palmas chamuscadas.

Para Diego Urán, la máquina de bomberos que regaló el alcalde de Bogotá solo ha servido para abastecer al hospital San Francisco y regar las plantas de un parque.

“Dejaron quemar las casas a pocos metros de donde permanecía la máquina. No había nadie en el sitio, el carro se lo habían llevado”, relató.

Todavía ayer en la mañana el pueblo no sabía dónde estaba el vehículo. En Ciénaga de Oro aseguran que fue necesario esconder el vehículo para que el pueblo controlara su rabia y no lo destrozara.

El secretario de Gobierno de, Terri Pretelt Mendoza, reconoció que efectivamente la máquina de bomberos no tenía agua para atender la emergencia.

Explicó que ello obedece a acciones de inescrupulosos que en las noches manipulan el vehículo para que el agua se derrame, por lo que a la hora del incendio no había sido abastecido nuevamente.

“No sabemos quién hace eso, el carro se llena todos los días pero hay gente que le abre las válvulas y se pierde el agua. Cuando se presentó el incendio no dio tiempo de llenarlo”, explicó el funcionario.

Dijo que el vehículo, mecánicamente está en perfectas condiciones y que ha funcionado muchas veces para controlar incendios forestales en la zona rural, incluso, para llevar agua potable a instituciones educativas.

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