"“La irresponsabilidad de los padres de estos niños no tiene límites”, según el alcalde de Pueblo Viejo, Jaime Caballero C.s:3:Los niños, hijos de los promotores y protagonistas de los llamados ‘peajes humanos’ establecidos entre Palmira y Tasajera, pagarían por la irresponsabilidad de sus padres. La Policía de Menores y la Alcaldía de Pueblo Viejo los pondrá a recaudo del Icbf si sus progenitores persisten en utilizarlos como garantía para pedir dinero sobre la vía.
La medida, que se implementó desde hace una semana, ha dado sus frutos ya que muchos adultos han desistido de seguir con la práctica de los retenes con cabuyas en razón a que ya sintieron las consecuencias de su insensata actuación En menos de siete días ya se han realizado 20 amonestaciones a través de las cuales los padres firmaron un acta en donde se comprometen a no seguir en esta tarea que pone en riesgo la vida de sus niños.
El alcalde de Pueblo Viejo, Jaime Caballero Carbonó, manifestó que ya se les advirtió que si reinciden se traslada al menor a un hogar de paso en Ciénaga.
“Si a pesar de esto no entienden e insisten, aplicaremos el decreto 1089 que garantiza los derechos a los niños y, por tanto es posible que se los quiten definitivamente”, precisó el mandatario.
Tienen hambre. La respuesta de los padres a esta determinación de las autoridades competentes no se hizo esperar y mientras unas mamás sostienen que no pueden hacer más nada porque no tienen dónde ni con quién dejar sus hijos, otras reconocen que los están poniendo en riesgo y que habrá que esperar.
Ayalith Herrera, viuda y madre de tres niños, hija de un pescador de Palmira, afirmó que si bien es cierto que tener a sus hijos sobre la vía es riesgoso, no menos cierto es que verlos llorar por física hambre la lleva a hacer lo que sea.
“Yo sé que estoy exponiendo la vida de mis pela’os, pero es que no tienen comida… ¿Qué puedo hacer?”, anotó.
Dijo que fue hace 15 días que recibió una ración alimentaria y no le han dado más nada. Ayalith tiene dos hijos de 10 y 7 años y uno de 6 meses.
Más sensata, Anaís Pedroza prefirió hacer caso a la advertencia del Gobierno y con sus dos muchachitos (Andrés y Fernando) se fue para el cambuche. Ella espera que se duerman o que la menos alguien se los cuide para entonces salir a la vía y durante media hora colocar la cabuya.
“A ellos no los voy a utilizar, pero lo que es yo no dejaré de pedir plata”, advirtió.
El tema de la utilización de muñecos en los ‘peajes humanos’ es considerado por muchos como la manera que tienen las mujeres para despertar más lástima y estimular la caridad.
Con volantes la Gobernación del Magdalena le recomienda a los transportadores no acceder a las pretensiones de los ‘peajes humanos’.
El folleto le avisa a los usuarios de la vía Tasajera – Palmira (k50 y k55) que “como consecuencia de las inundaciones ocurridas en estos lugares. Se vienen presentando protestas a lo largo del corredor por parte de los vecinos del sector pidiendo apoyo para los damnificados”.
“Por lo tanto, rogamos hacer entrega de sus donaciones en los puntos dispuestos por el Gobierno Nacional y abstenerse de hacerlo en la vía en forma individual para evitar inconformismos y situacviones molestas”, dice textualmente el volante.
El muñeco de María
Ante la advertencia de que les van a quitar a sus niños si los colocan en situación de riesgo llevándolos a la vía para pedir dinero, las madres de Palmira y Tasajera encontraron una forma simbólica de hacerlo sin temor a la amenaza: cargar muñecos. María Canchano, de 44 años, sostiene en sus brazos a ‘Alberto’, un muñeco de ojos verdes, gorra y chupo.
“Él representa a mis cuatro hijos, por eso lo llevo conmigo en el retén. Creen que lo utilizo para engañar, pero no es así, es una manera de decirles que mis niños tienen hambre y sed”. No permitirá que el Bienestar les quite a sus hijos, y expresó que ha sufrido mucho con ellos para dejárselos a otro. “Por ellos hago lo que sea”, dijo.
Por Agustín Iguarán González
