Persisten los atentados contra líderes sociales
Miembro wayuu de Mesa de Víctimas en La Guajira fue baleado.
De tres tiros en diferentes partes del cuerpo fue herido en un atentado cometido en su residencia, en la zona rural del municipio de Fonseca, en el sur de La Guajira, el líder indígena wayuu Carlos Ramírez Uriana, integrante de la Mesa Regional de Víctimas de la violencia en Colombia y excacique gobernador del resguardo de Mayabangloma.
El atentado contra dirigente se produjo cerca de las siete de la noche del sábado en su casa del caserío La Gloria, perteneciente al resguardo indígena Mayabangloma, distante 30 minutos de la cabecera municipal de Fonseca.
Ramírez Uriana, de 54 años, narró en la urgencia de hospital San Agustín en Fonseca, que hacía pocos minutos había llegado a su casa procedente del municipio Hatonuevo, donde estuvo reunido con otros líderes del sur de La Guajira y funcionarios del ICBF con el objeto de buscarle solución a varios problemas entre ellos el asunto nutricional para los menores.
El veterano dirigente manifestó que en la carretera no hubo dificultades y los pocos minutos de estar en su casa se fue al patio y allí fue donde aparecieron dos hombres a bordo de una motocicleta. Dice que en ningún momento se despojaron del casco y le preguntaron si podían pasar por su predio unas reses que debían viajar. Solo preguntó dónde estaban esos animales y enseguida uno de ellos desenfundó un arma de fuego y le disparó en varias ocasiones.
En el hospital de Fonseca el dirigente llegó con un balazo en el brazo izquierdo que fracturó el hueso húmero, también tenía un tiro en el tórax del mismo lado y otro en el pómulo también izquierdo que dejó herida de poca profundidad.
En el hospital, luego de estabilizarlo, determinaron que era necesaria su remisión a un nivel de mayor complejidad científica y lo mandaron para una clínica de San Juan del Cesar.
El hombre dijo a las autoridades que no tiene problemas con nadie, no ha sido amenazado y presumen en su círculo de amigos que entonces debe tratarse de un hecho asociado a las actividades que realiza desde la Mesa de Víctimas Regional, donde tiene la representación de los nativos del sur de La Guajira.
52 muertes en 2016
De acuerdo con cifras entregadas por la oficina para los Derechos Humanos de la ONU, con corte a 30 de noviembre, este año en Colombia han muerto 52 líderes campesinos, sindicales y defensores de Derechos Humanos, y han ocurrido 35 atentados. Además, hay en estudio otros cinco homicidios cuyos móviles podrían agregarlos a esta lista.
Esto representa un aumento considerable frente a los 41 homicidios a líderes sociales reportados en 2015.
Según el organismo internacional, desde la firma del Acuerdo de Paz, el 26 de septiembre en Cartagena, se han presentado 13 de las 52 muertes, las cuales están concentradas en las antiguas zonas de influencia de las Farc, en las que además lanzaron una alerta por el aumento de la criminalidad.
Advierte entonces la ONU que el “vacío” de poder que están dejando las Farc en muchas zonas del país donde imperan las economías ilegales “ha favorecido el surgimiento de todo tipo de criminalidad, incluyendo la entrada de otros grupos al margen de la ley”. Otro factor es el asesinato de líderes políticos, en especial de izquierda. Según cifras de la Comisión Nacional de DD.HH. de Marcha Patriótica, en el presenta año 70 de sus miembros han sido asesinados, 232 amenazados y 21 atacados.
