En los últimos diez años, los organismos de la sociedad civil colombiana que propenden por el fortalecimiento de la democracia y por mejores gobiernos han enfatizado en hacerles seguimiento a las instituciones estatales que se conforman por medio del voto ciudadano, y la Asamblea del Atlántico no podía faltar.

La semana pasada se conoció que Corcaribe, entidad que opera también el proyecto Concejo Visible, lanzó el Observatorio a la Asamblea del Atlántico. Sin duda una iniciativa que ayudará a mejorar el desempeño institucional de la corporación y contribuirá a que los ciudadanos del Departamento conozcan –por primera vez– la gestión de la Duma departamental.

Las democracias modernas necesitan que los ciudadanos tengan la oportunidad de conocer de la manera más completa posible qué hacen sus representantes y de qué forma toman las decisiones con el fin de poder determinar, al final de cada período, si estos han cumplido con las demandas ciudadanas y con las expectativas que generaron durante el proceso eleccionario.

Y es que los problemas evidenciados por el Observatorio en su primera rueda de prensa de la semana pasada demuestran la necesidad y validez de ejercicios como el que se inicia. La Asamblea del Atlántico se ha caracterizado por ser una corporación prácticamente invisible y poco dada a brindar información sobre su gestión. La mayoría de sus sesiones se realizan a puerta cerrada, impidiendo que sus electores puedan conocer cómo los diputados definen temas de enorme importancia para el futuro de 2.300.000 atlanticenses. Además, la ciudadanía no tiene claridad sobre la actuación de los diputados, las razones y argumentos de sus posiciones y decisiones políticas. Tampoco tiene claro cuánto ganan los honorables diputados, lo que resulta más pertinente en momentos en que se ha conocido un fallo judicial que les permitirá cobrar cuantiosos recursos del erario.

Los voceros de este Observatorio plantean que su principal objetivo es contribuir al avance institucional de la corporación por medio de la promoción de la transparencia y la rendición de cuentas al interior de la Duma, para lo cual cuentan con una metodología adecuada a las funciones específicas del organismo que se basará en el análisis de la actividad de control político y los procesos normativos, el acceso a la información, las finanzas de la corporación, la rendición de cuentas a la ciudadanía, y la confianza de esta en la institución. También tendrán en cuenta la gestión individual y el cumplimiento de la ley de bancadas por parte de los diputados.

Los diputados –por intermedio de su presidente– han dado la buena señal de que se sienten complacidos por la conformación de este nuevo Observatorio, del que esperan rigor y objetividad.

Bienvenidas estas iniciativas que fortalecen la democracia y le muestran a la comunidad la actividad de sus representantes, visibilizando la gestión de una de las corporaciones político-administrativas y coadministradoras más importantes del Departamento. Ya era hora de que los diputados también fueran observados y rindieran cuentas.