Una vida dedicada a las obras de infraestructura

Uno de los ingenieros que más conoce sobre los canales de acceso a los puertos marítimos del país es Pedro Gutiérrez Visbal. Este ingeniero civil de 67 años, barranquillero y egresado de la Universidad Javeriana en 1971 ha trabajado en el canal de acceso de Buenaventura, Cartagena, Tumaco, Santa Marta, Barranquilla, río Córdoba, La Guajira y actualmente está desarrollando la interventoría del proyecto de profundización del río Magdalena.

Su experiencia profesional inició en el Instituto de Desarrollo de Recursos Naturales, Inderena, luego pasó a la dirección de proyectos de la desaparecida entidad en Santa Marta y posteriormente estuvo un corto tiempo como secretario de Obras Públicas de Barranquilla en 1974 en la administración del alcalde Humberto Salcedo Collante.

También fue director del Instituto Geográfico Agustín Codazzi en la sección de catastro del Atlántico por 6 años, y de ahí pasó a la Universidad del Norte donde estuvo por 18 años como decano de la División de Ingeniería.
Paralelamente con la academia fue director de laboratorio de ensayos hidráulicos de Las Flores y su preocupación era caracterizar el río Magdalena, de tal manera que la información que recopilaba y procesaba fuera material de insumo para los consultores que vinieran después a manejar proyectos en el Río.

Hasta ese momento la información que existía sobre el afluente era limitada y en desarrollo de ese proyecto en el año 94 el laboratorio fue merecedor del premio nacional de ingeniería Lorenzo Codazzi, que otorga la Sociedad Colombiana de Ingenieros, para estudios que contribuyan al mejor conocimiento de la geografía colombiana.
También se desempeñó como gerente de la Electrificadora del Atlántico en el año 86 y posteriormente, entre 1993 y 1995 gerenció las obras del Dique Direccional que tenía la universidad del Norte por encargo del Ministerio de Obras Públicas.

De ahí en adelante ha dedicado todo su esfuerzo a la empresa familiar Ingeniería de Proyectos que con mucho éxito hace presencia en prácticamente todo el país: Nariño, Amazonas, Valle, Cauca, Antioquia, Cundinamarca, Bolívar, Magdalena, Santander y Atlántico con proyectos de ingeniería que contribuyen a la mejor formación de la infraestructura colombiana.
De esos proyectos que actualmente desarrolla realiza estudios para la protección del puerto de Tumaco contra Tsunamis; en Buenaventura, desarrolla un proyecto de impacto ambiental para las labores de profundización del estuario de San Antonio, la interventoría del muelle de Leticia, en Nariño y en Cauca desarrolla un estudio para el mejoramiento de las vías de comunicación a través de los esteros que los cruzan.

En Santa Marta tiene proyectos de colegios, megabiblioteca y proyectos para la Universidad del Magdalena. En Barrancabermeja, la sede del proyecto del río Magdalena. En Barranquilla actualmente tienen las interventorías de las plazas San José y Hospital, y está terminando el Muvdi, la vía Usiacurí- Baranoa y Algodonal-Santa Lucía en el Atlántico, en fin una serie de proyectos de distinta naturaleza que lo tienen unido a todo el país.

Sus inicios
“Cuando uno decide estudiar ingeniería, la principal fortaleza está en la facilidad de los estudios de las matemáticas y la física, a partir de eso las pruebas que te hacen para mirar la vocación tiende a que estudies temas de ingeniería, y la ingeniería civil es la madre de las ingenierías. Me fui a Bogotá, me case muy temprano con Mabel Bustillo, estando en primer semestre en la universidad”.

Su matrimonio es una historia que pocos pueden contar y que resulte exitosa: cumplirá 50 años de casados, y tienen cuatro hijos: dos varones y dos mujeres. Las mayores son las gemelas Mabel, ingeniera de sistemas y Mónica, administradora de empresas. Sigue Pedro, ingeniero civil que maneja la oficina en Bogotá y luego Ricardo, ingeniero mecánico que vive y trabaja en Miami.

Pedro Gutiérrez muestra orgulloso las condecoraciones que ha recibido

Tiene seis nietos, uno de ellos ya es ingeniero Carlos Andrés Martínez Gutiérrez, quien estudiará una maestría en hidráulica en Valencia, España; su hermano Camilo estudia ingeniería química en la universidad de los Andes; la otra estudia diseño, Valeria estudia nutrición y dietética y gastronomía, las otras dos son Camila que estudia derecho en Uniandes y Natalia de 15 años aún está en el colegio.
En 2001 tuvo una novedad de salud que lo sacó del servicio durante dos años, una operación sencilla de cálculo en la vesícula se convirtió en septicemia, duró dos meses en cuidados intensivos, en coma inducido. “Los antibióticos y medicamentos en Colombia para esa época no sirvieron, se trataba de una bacteria que adquirí en la clínica, y una droga en experimentación de esa época que pudimos traer del exterior fue la que me salvó. He asistido a congresos médicos a dar testimonio de vida”.

La empresa que gerencia es familiar, los socios son su esposa e hijos y han alcanzado un desarrollo interesante a nivel local, regional y nacional.
Otra faceta de su vida es la parte gremial. Durante cinco periodos fue presidente de la sociedad de Ingenieros del Atlántico, presidente de la junta directiva de la Cámara Colombiana de Infraestructura, presidente del consejo profesional de ingeniería del Atlántico, que concede las matrículas de los profesionales de la ingeniería. “Muchísimos ingenieros de Barranquilla tienen mi firma en su tarjeta profesional”, dice.

Actualmente es miembro de la junta directiva de la Asociación Colombiana de Ingenieros y tiene la preocupación de que se haga un ejercicio sano de la ingeniería, que carga con un estigma de corrupción, que existe en todas las profesiones no solamente en la ingeniería. “Hemos tratado de librar batallas grandes, algunas con éxitos otras con menos éxito”.
Hoy tiene preocupación por el proyecto de Ley para reformar el estatuto de contratación de obras públicas, que a su modo de ver atenta contra la ingeniería y se constituye en una amenaza para que la corrupción si entre a campear libremente.

“Estamos haciendo todas las gestiones posibles para que el congreso de la República nos escuche y tenga en cuenta las consideraciones que permitan un ejercicio normal y que adicionalmente le de oportunidades a todo el mundo y que no se requiera tener amistades del orden político o social para poder acceder a los contratos de obras en Colombia”, puntualiza