Cáncer de mama: una batalla que se puede ganar

Cada vez es más importante que las mujeres se practiquen el autoexamen de senos, pues identificar la aparición de bultos en los senos y ser diagnosticada con cáncer de mama a tiempo, puede ser definitivo a la hora de superar esta enfermedad.

La cultura del autoexamen se ha fortalecido gracias a las numerosas campañas de divulgación y sensibilización, frente a una de las patologías más comunes en el mundo, que representa el 16% de todos los cánceres femeninos.

De acuerdo con un estudio de la Organización Mundial de la Salud, se estima que en el 2004 murieron 519 mil mujeres por cáncer de mama y, aunque este cáncer está considerado como una enfermedad del mundo desarrollado, el 69% de las defunciones por esa causa se registran en los países en desarrollo.

Las tasas de supervivencia del cáncer mamario varían mucho en todo el mundo. En los países poco desarrollados hay tasa bajas de supervivencia que pueden explicarse principalmente por la falta de programas de detección precoz, que hace que un alto porcentaje de mujeres acudan al médico con la enfermedad ya muy avanzada, pero también por la falta de servicios adecuados de diagnóstico y tratamiento.

Si usted o un ser querido ha sido diagnosticado con cáncer de mama, es importante entender algunos conceptos básicos.
¿Qué es y cómo se produce?. El doctor Rusvelt Vargas, coordinador de registro poblacional de cáncer de Barranquilla y profesor de Uninorte, explica que el cáncer de mama consiste en un crecimiento descontrolado de las células mamarias, que se produce como resultado de mutaciones o cambios anormales en los genes responsables de la regulación del crecimiento de las células y mantenerlos sanos. Por lo general comienza en las células de los lóbulos, que son las que producen leche materna, o en los ductos, que son los pasajes que drenan la leche al pezón.

Factores desencadenantes. El cáncer de mama no es culpa de nadie. Muchos de los factores de riesgo más importantes están fuera del control de las personas, como la edad, los antecedentes familiares y el historial médico. Sin embargo, hay algunos factores de riesgo que usted puede controlar, como el peso, la actividad física y el consumo de alcohol.

Peso: el sobrepeso se asocia con un mayor riesgo, especialmente después de la menopausia. Tener más tejido adiposo significa tener niveles más altos de estrógeno, lo que puede aumentar el riesgo.

Dieta: es recomendable restringir las fuentes de carne roja y otras grasas de origen animal, porque pueden contener hormonas, otros factores de crecimiento, antibióticos y pesticidas.

Ejercicio: la Sociedad Americana del Cáncer recomienda entre 45 y 60 minutos de ejercicio físico diariamente, 5 o más días a la semana.

Alcohol: puede limitar la capacidad del hígado para controlar los niveles sanguíneos de la hormona estrógeno.

Cigarrillo: fumar está asociado con un pequeño aumento del riesgo de cáncer de mama.

Síntomas. Inicialmente puede no causar ningún síntoma. Un tumor puede ser demasiado pequeño para sentir cualquier cambio inusual que se note. En algunos casos, sin embargo, el primer signo es una nueva masa que se puede sentir. Un bulto que no duele, duro y tiene bordes irregulares tiene más probabilidades de ser cáncer, pero a veces el cáncer puede ser suave y redondeado, por lo que es importante la revisión periódica por parte del médico.

Según la Sociedad Americana del Cáncer, cualquiera de los siguientes cambios inusuales en el pecho puede ser un síntoma de cáncer de mama: inflamación de la totalidad o parte de la mama; irritación o formación de hoyuelos; dolor en el pecho; pezón hundido o dolor en el pezón; enrojecimiento, descamación o engrosamiento del pezón o la piel de la mama; una secreción del pezón que no sea leche materna; un bulto en la axila.

En caso de presentar cualquiera de los signos o síntomas anteriores, se debe consultar al médico.

Examínese por lo menos una vez al mes
El examen de seno se debe realizar en posición vertical, sentada y acostada con las manos detrás de la cabeza. Los senos deben ser inspeccionados en busca de diferencias en el tamaño, retracción de la piel o del pezón, patrones venosos prominentes y signos de inflamación.

Se debe usar la superficie plana de la punta de los dedos para palpar el tejido mamario contra la pared torácica. Las zonas axilares y supraclaviculares deben ser revisadas en busca de nódulos. El pezón debe comprimirse suavemente para comprobar si hay secreciones.

Para reducir mortalidad
El uso de la mamografía ha reducido la tasa de mortalidad del cáncer de mama hasta un 30%. La tasa de supervivencia para las mujeres con cáncer de mama se incrementa drásticamente cuando se diagnostica en una etapa temprana. Al ser detectado precozmente, tiene una sobrevida a los 10 años que alcanza hasta un 98%.

Se recomienda la mamografía cada año para las mujeres asintomáticas mayores de 40 años. Para aquellas mujeres sintomáticas o con factores de riesgo, es recomendable a una edad más temprana, entre los 25 y 30 años.

Tratamiento
El impacto de saber que se padece una enfermedad como el cáncer de mama, afecta emocionalmente al paciente desde el principio. Sin embargo, es necesario retomar la calma y comenzar a informarse por completo sobre la enfermedad y sus diferentes tratamientos. El médico tratante debe brindar toda la confianza al paciente para expresar temores, dudas e inquietudes, incluso respetar y apoyar su derecho de solicitar una segunda opinión.
Para definir el tratamiento, la comunicación y la información resultan fundamentales.