“La Contraloría es la que más sabe del ‘carrusel’ de la salud”: Sandra Morelli

Al final de la tarde, la contralora Sandra Morelli luce cansada. No debe ser fácil ser la jefa del órgano de control del país que quizá más tiene que vérselas con corruptos, en un país de corruptos.

Recibe a EL HERALDO luego de ver desfilar por su oficina de la nueva y moderna y criticada sede del ente supervisor de lo fiscal al polémico senador Juan Manuel Corzo y al cuestionado alcalde (e) de Cartagena, Carlos Otero. Morelli, mientras va y vuelve de las figuras ininteligibles que dibuja en su iPad, contesta las preguntas con conocimiento, firmeza y desparpajo. Hasta que habla de su hijo, que es cuando deja de ser la ‘dama de hierro’ que todos creen que es.

¿Cómo va la investigación del ‘carrusel’ de salud?
Es un trabajo intenso. A diferencia del Ministro de Salud, que tiene mucha duda sobre que hubo apropiación particular de recursos públicos, nosotros tenemos certeza de que los recursos no le llegaron a los pacientes y no se utilizaron para prestar servicios. Pero obviamente en los procesos de responsabilidad lo que debemos establecer es quién fue el responsable de eso, y son cifras realmente estrambóticas (6,9 billones de pesos).

¿Es posible recuperar esta cantidad de dinero?
Hay muchas inversiones que se podrían recuperar, bastaría con que se le exigiera a quienes se han apropiado de estos recursos que las inversiones que hicieron tuvieran a bien hacer un traspaso de propiedad y ponerlas a nombre del Sistema General de Seguridad Social - Nación, de tal manera que automáticamente no solo tendríamos un patrimonio a veces líquido a veces ilíquido más sólido para garantizar la prestación del servicio, sino que además de eso no tendríamos que pagar el costo de lo que implica usar cierta infraestructura que ya se compró con plata de la salud, no pudiendo hacerse en su momento.

Pero para la Corte Constitucional eso va lento...
No es nuestro caso, porque también la Corte hace un especial reconocimiento a nuestro trabajo, por su carácter técnico y a que ha sido la entidad que realmente cuenta hoy con las investigaciones más avanzadas y con la mayor información y análisis del sector.

¿Y el de la contratación?
En este ‘carrusel’ somos la entidad que mayor número de procesos tiene, no solamente a nivel del distrito, que es un proceso donde ya se profirió imputación y tenemos embargos suficientes para en caso de condenas hacerle frente al detrimento. Es un proceso grande y no nos gusta que unos estén en la cama y otros en el suelo, por eso hemos incluido a los funcionarios de todos los niveles, contratistas, interventores y otros. Es un proceso de más de 67 personas. Y ahí vamos a pesar de las nulidades y más nulidades.

Usted ha advertido de un desastre ambiental por temas mineros en el país...
Estamos al borde de un desastre ambiental, y aunque me reclamen, la verdad es que tenemos los documentos para quienes los requieran. Casos complicados: La Colosa, Santurbán, Cerro Matoso, Paz del Río. Estamos ad portas de la renovación de 49 concesiones y si bien es cierto que sabemos la importancia del desarrollo minero, lo cierto es que en Colombia, desde la Constitución de 1991, se impuso una premisa que dice que el desarrollo debe ser sostenible, es decir, respetuoso con el medio ambiente.

¿Qué ha pasado con lo de las amenazas en su contra?
Más que amenazas yo les pondría el nombre de intimidaciones. Uno está sometido por los malquerientes a una serie de intimidaciones con ataúdes, que aunque el sindicato diga que son alegóricos, los ataúdes tienen que ver con muerte; no con Navidad, abundancia o felicidad. Pero las presiones son de todo tipo, por ahí circulan unas versiones de que se persigue al sindicalismo y la verdad es que eso no es compatible con la legislación ni con la realidad.

¿Qué opina de la reelección en los entes de control?
No tiene sentido dar esa opinión. No es la primera vez que la Procuraduría enfrenta una reelección, ya lo había hecho con el doctor Edgardo Maya y ustedes evalúen si algún problema o desbarajuste institucional originó la permanencia de Maya por un segundo periodo, yo diría que no.

¿La elección no secreta del Contralor en el Congreso no genera ‘gratitud’?
No, genera un gran compromiso, porque esos congresistas que le dan asco a todo el país, pero que todo el mundo les pide votos, representan la voluntad popular. Lo que hace la Contraloría, entre otras varias funciones, es servir de apoyo técnico al Congreso. La elección para mí es un reconocimiento, pero lo que me produce es una carga en la espalda que hay días que no puedo ni moverme. Nadie me ha hecho un favor.

Hay quienes piensan que usted le ha cambiado la imagen a la Contraloría...
Porque no trabajo para la imagen. Esa es una consecuencia. Yo me limito, cuando hay buenos resultados, a felicitar a todos los funcionarios. ¿Qué ha pasado? Aquí atendemos al ciudadano, hemos mejorado las atenciones de denuncias, tenemos los cuadros de recuperaciones de recursos que son impresionantes. Entonces cuando la gente hace un pedido y se le atiende, empieza a sentir que hay instituciones y eso ha redundado en bien de la Contraloría.

Parece que estuviera de pelea con el Fiscal General, por varios rifirrafes...
Eso pregúnteselo a él. Es que él cree que yo soy muy anticuada y él es muy moderno. Pero yo no tengo problema con él.

Animales y cacería
“Tengo muchos animales y me gusta la caza, pero eso no es una disyuntiva. El ser humano es racional pero animal también, y la cacería hace parte de las actividades atávicas del ser humano, que mata y se come el medio ambiente, bien sea porque usted lo encuentre en un supermercado o porque vaya con su escopeta, coja un pájaro y después lo frite. Entonces, eso no es tan salvaje mientras el ser humano siga siendo carnívoro. Pero lo mismo se puede decir de una lechuguita, que está viva y usted la arranca y se la come, es también ‘malísimo’. El cazador es un repoblador y es un tutelante del medio ambiente. Por otro lado, en mi casa hay muchos animales, y hay una anciana, yo, que se pone brava cuando la agreden de determinada manera. Yo no le voy a pedir permiso a la vecina para tener un gato en mi casa, que es el ‘león’ que ella dice. Mi casa tiene mil metros cuadrados y hay espacio para tener animales. Y en el país pasa una que otra cosita más importantes”.

Por Tomás Betín del Río